Fran y yo estábamos en un yate en plena madrugada, cualquiera que nosmirara pensaría que somos un par de locos. El alcohol debió haberse apoderadode Fran porque esto parecía una locura.
"Creo que deberíamos regresar", le digo, viendo cómo casi no se veía el marde lo oscuro que estaba el cielo, No era seguro. "Sei pazza?"¿Estás loca? Me diceborracho. "La noche está apenas empezando", dice parando el bote.
"¿Qué haces?", le digo con un poco de miedo.
"Tranquilla" Me dice poniendo su mano en mi hombro y quitándose lacamisa, que hizo que me ponga un poco nerviosa. Fran lanzó su camisa a unlado del yate y se sumergió al agua.
"Fran, FRAN" digo mientras se lanzaba. "¿Está loco??" Pensé. "Entra alagua" Me dice. Sacando su cabeza del Mar. Lo único que podía ver era sucabeza, El mar estaba muy oscuro.
"¿Estás loco? No se ve nada."
"rilassati, entra e basta" Me dice fastidiándose de que no quería compartir susaventuras de locos con él.
"No puedo, no tengo bikini abajo", Digo avergonzada, Fran encogió sushombros, así como si no le importara.
"No voy a hacer eso" le aseguro, sabiendo exactamente lo que estaba en sumente. Creo que eso molestó un poco a Fran y empezó a nadar un poco en elmar haciéndose como si no estaba ahí. Me estresaba verlo ignorarme. pero másme preocupaba que le pasara algo. Segundos después pasó justo lo que le estabatemiendo, Fran desapareció.
"Fran?" Digo, preocupada buscándolo. No respondió. mi corazón seaceleró, mi respiración también. En ese momento sentí como si me iba a daralgo. "FRAN "grité con un grito desgarrador. No sé qué era peor, lo oscuro queestaba afuera haciéndome sentir sola y perdida o que no veía a Fran y pudieraestar metros bajo el océano. No tenía opción.
"FRAN!" Grité una última vez. Al ver cómo el agua estaba inmovilizada yno había signo de él me empezó a dar un ataque de pánico, no podía respirar.Sentía como si en ese momento iba a morir, los ataques de pánico empezarondesde que era pequeña que pasaban cosas en casa a cuáles no tenía control deellas.
Inmediatamente, me quité la camisa quedándome en ropa interior, en uninstante, me lancé al mar oscuro, dispuesta a darlo todo por él. Traté debuscarlo, pero solo veía negro y cuanto más tiempo pasaba sentía que menospodía respirar. Cuando saqué mi cabeza a la superficie, empecé a llorardesesperadamente. Hasta que sentí que algo pasó cerca de mí por atrás. EraFran. Inmediatamente lo abracé llorando, él estaba a salvo, inesperadamente, envez de alegrarse por haberlo rescatado, empezó a reír. Puso su mano en micachete y me empezó a besar.
"¿Ves qué si podías?" Me dice continuando a besarme, yo me alejo. "Ya va.¿Planeaste todo esto?" ¿Le pregunto sin poder creer lo que había hecho, En quécabeza cabe hacer algo así?
"Mhm" me dice muy seguro y tratando de volver a besarme, no lo dejé.Nunca había sentido tanta ira en mi vida, no era rabia si no traición, sentía comosi me había traicionado. Ahí mismo le di una cachetada. Me lance en el marcuando no quería, se hizo el ahogado y me hizo sentir como si me iba a moriry no le importo nada. Que bien !
"IDIOTA" Le grito volviendo al yate. A lo que me subí, Fran subió detrásde mí. Pensé que se disculparía, pero estaba muy distraído para hacerlo. Mecubrí de nuevo poniéndome la ropa que cargaba "Vaffanculo." Murmuro. Francomienza a reír. Así como si todo le pareciera como un juego, como si le dabagracia todo lo que había sucedido. "Llévame a casa." Le digo seriamente. Franriéndose suavemente agarra su camisa y camina hacia mi dejándola en su mano.Fran se acerca tanto a mí que me recordó al día en el que jugamos gira la botella.Puso sus manos en mi cintura para que no allá espacio entre los dos quehaciendo miles de explosiones en mi cabeza. "O si no que" me dice con unasonrisa. Si la situación fuera diferente lo hubiese besado sin pensarlo. Se veíaincreíblemente bello, pero no voy a caer en sus juegos, no así.
"O si no me voy nadando" le respondo a su pregunta anterior,demostrándole mientras que no estaba jugando. Fran a este punto sabía queestaba hablando en serio y que no era juego, así que no peleó conmigo. Cuandonos bajamos del yate, no quería irme con Fran, solo caminé a casa llorando.
"Hija. ¿No crees que es un poco tarde?", me dice mi madre que estabaesperándome frente a la puerta.
"No quiero hablar ahorita" le respondo tratando de no llorar, yéndome 39rápido hacia mi cuarto.
"Amore mio, ¿Qué tienes?", me dice atrás de la puerta. No le respondí, Nopodía... No ayudaba que justo estaba sonando la canción "Ahora que puedo"en mi cuarto, que solo me hacía sentirme peor, Esa era la canción que siempreescuchaba cuando estaba en los estados unidos. Lo único que podía hacer eneste momento era abrazar mi almohada y dormir. Con la esperanza que todo searregle solo. Apenas acababa de llegar y ya había abandonado a mi mejor amigo,caído por un chico como Fran y hecho un desastre de mis vacaciones.
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Hasta El Final
RomanceAmara, una joven recién graduada con el sueño de convertirse en escritora, regresa a Amalfi en busca de inspiración y a reencontrarse con su pasado. Sin embargo, lo que comienza como una búsqueda de creatividad se transforma en un verano lleno de so...