ii. cállate por un rato.

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💌𖥻 ELGANCE
( CHAPTER TWO )
✧— cállate por un rato

              SINCERAMENTE SIENTO que la clase de química ha pasado más lento que de costumbre

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              SINCERAMENTE SIENTO que la clase de química ha pasado más lento que de costumbre. Las palabras del profesor Vargas parecen ser eternas, es como si estuviera recitando un discurso del mismo largo de la muralla china.

Recosté mi cabeza en el hombro de Mariana con aburrimiento, ella no se movió ni hablo, simplemente suspiro. Seguramente estaba cansada igual que yo.

Por otro lado, Camila parecía estar en el cielo. Esa mujer ama química más que a su propia vida, es como si tuviera un talento de nacimiento, nada le sale mal si de ciencias se trata.

—Mira a Camila.— le susurre a Mari. Ella giró su cabeza en dirección a nuestra amiga, segundos después oí su risa.

—Idéntica a una niña de kinder.— dijo con un tono de burla.

—¿Y si le sacamos una foto?— propuse sacando mi teléfono, sin embargo una voz bastante conocida me interrumpió.

—Cállense de una buena vez.— Victoria volteó a vernos con mala cara. —Algunas personas intentamos prestar atención.

—Perdón, Draco Malfoy, no sabía que podías siquiera pensar.— me crucé de brazos.

Solo llevábamos tres días de conocernos y ya éramos como perro y gato.

—¿Ahora te la das de la chica mala sexy?— me preguntó riendo. —Hollywood debería contratarte, princesa.

Logré escuchar a Mariana intentando disimular su risa, le di un golpe antes de devolver mi atención a mi muy interesante compañera.

—¿Ahora te la das de ser la chica misteriosa que solo sabe tirarse mujeres y en la escuela ser una nerd?— cuestione alzando una ceja. —Netflix debería llamarte, tú serie sería un exitazo.

—Claro, si soy una jodía' cabrona en todo lo que hago.— me contestó. Dios esta mujer tiene una autoestima que da envidia.

—Ya cállate de una puñetera vez María Victoria.

—¿Cómo me dijiste?— me preguntó agarrando mi cara, específicamente por mis mejillas, haciendo presión con sus dedos. Que manos.

—María Victoria.—respondí, deletreando cada letra. Ella solo me apretó más fuerte. —¿Tienes algún problema con eso?

—Demasiado.— dijo acortando nuestra distancia. —No sé cómo mierda averiguaste mi primer nombre, pero más te vale que no se repita.

Tras aquella amenaza bastante rara, de hecho, ella solamente me soltó con un movimiento brusco y se dio de vuelta para seguir prestando atención a la clase. Pero como yo no sé medir el peligro aún estando en el, decidí continuar.

Me acerqué a su lugar, posicionándome justo a la altura de su oreja.

—¿Cuales serán las consecuencias?— pregunté coquetamente, por supuesto que lo hacía para molestarla, pero ciertamente no me esperé su respuesta.

—Entonces te follare en todas las posturas existentes y apreciar cómo alabes que lo haga más duro.— contestó suavemente contra mi cuello.

Por supuesto mi mente se tardó unos diez segundos en reaccionar. Justo en el momento que iba a hablar ella continuó al ver mi cara.

—Ahora, aléjate de mi que me da asco estar cerca de ti.— dijo de manera brusca. Que mujer para ser grosera.

—Te puedes ir a la mierda Victoria.— dije regresando a mi lugar obviamente molesta, o más bien con la sangre hirviendo. —Además, te aconsejo que no alardees de algo que no puedes hacer. Tienes cara de ser más virgen que el aceite de oliva.

La oí resoplar, pero la ignore. Devolví mi atención a las explicaciones que el profesor daba. Aún así no podía evitar pensar lo molesto que era todo. Había llegado hace tres días y la escuela entera se había vuelto un jodido manicomio.

Pero más molesto es escuchar como mis amigas se expresan de ella. En especial sobre lo sexy y caliente que es. Ante mis ojos no es más que una mujeriega que solo quiere tener la atención de todas.

Y para aclarar ella fue la que empezó esa extraña conversación, yo solo hablaba con Mariana y ella interrumpió.

—Hey.— Camila tocó mi brazo con delicadeza.—¿Todo bien?

—¿Por qué no lo estaría?— cuestioné mirando con recelo a la rubia platinada a mi lado.

—Pues por tu cara, es como si tu sangre estuviera hirviendo, estás roja.— me dijo señalando mis mejillas, que por cierto estaban calientes.

—Oh, perdona por eso chula, solamente la traumatize un poco.— interrumpió Victoria de la nada. Será que no se cansa nunca.

—¿De que habla?— Camila me miró sin entender nada.

—Solamente le advertí que si seguía jodiendome la puñetera vida la follaría como nadie lo ha hecho.— contestó mientras se levantaba con lentitud, su expresión era pícara. Mantenía una sonrisa de aldo mientras alzaba sus cejas castañas.

—¿Premio o castigo?— preguntó Camila mirándome con diversión.

—¡Camila!

—Hasta tu amiga lo sabe.— soltó riendo.

—Cállate por un rato.— dije mirándola de reojo.













Este capítulo ha sido editado.

Como mismo dije antes, no tengo la más mínima intención de sexualizar a Victoria, solamente es ficción.

Besos <3

𝕰𝖑𝖊𝖌𝖆𝖓𝖈𝖊, young mikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora