T/N y Jungkook tienen una relación en secreto. Ambos se ven a escondidas casi todas las noches, engañando a sus parejas. Pero los dos descubren algo que los deja atónitos.
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Definitivamente iba a ir con el. El necesitaba verme y yo a él, así que no lo pensé mucho. Me coloqué la lencería que me pidió y arriba de esta una camisa blanca de Taehyung que había por ahí.
Cuando llegué vi a este apoyado en la barra de la cocina con su torso desnudo. Solamente llevaba el pantalón y en la mano un vaso de whisky. Su abdomen trabajado por el gimnasio y su brazo derecho tatuado lo hacía ver jodidamente sexi. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo apenas lo vi, este hombre me tiene como quiere. Mierda.
-¿por qué no puedes dormir? -pregunté en voz baja mientras me acercaba a él-
-porque te extraño y no puedo dormir sin ti -me agarró del brazo me atrajo hacia el-
-¿que intentabas en la cena jeon? -pregunté curiosa mientras envolvía con mis brazos su cuello- sabes perfectamente que debes tener cuidado con lo qué haces -susurré con una voz seductora-
-no sabes las ganas que te tenia en ese momento -con un tono rauco- quería arrancarte el vestido y follarte tan duro que grites mi nombre -apretó levemente mi cintura haciendo que me sobresalte por el susto-
No le dije nada y solo sonreí. Yo también tenía muchas ganas de coger y la verdad que no podía aguantar ni un minuto más, pero mi plan de provocarlo seguía en pie aún.
Nuestros ojos se conectaron de nuevo y nuestros labios estaban a milímetros de distancia, parecía que pendía de un hilo y yo estaba dispuesta a cortarlo. Las respiraciones de ambos chocaban en nuestras fisonomías, y el aliento a alcohol proveniente del mayor inundaba mis fosas nasales, provocando que cayera en un estado de hipnotización.
-¿te puedo besar? -desvió su mirada y la dirigió a mis labios-
-nunca pides permiso, ¿por qué hoy tendría que ser la excepción? -reí y este no dudo un segundo más para poder besarme-
...... A medida que pasaba el tiempo, sentía como este metía sus manos adentro de mi camisa, y empezaba a acariciar toda mi espalda baja. Con estas empezó a recorrer todo mi cuerpo lentamente y las fue bajando hasta llegar a mi trasero.
El sonido retorcido de nosotros devorándonos y nuestras respiraciones agitadas eran lo único que se escuchaba en la cocina. Ingresó su lengua a mi cavidad bucal mientras la exploraba como si estuviera buscando algo dentro de esta.
De a poco fue despegándose de mis labios y fue descendiendo lentamente por todo mi cuello hasta chocar con la camisa que llevaba puesta. Logré escuchar un suspiro de enfado por haber tenido que parar y solté una risilla. Agarró la prenda y la abrió bruscamente, rompiendo los botones que la sujetaban.
Cuando terminó de sacármela, automáticamente vio mis pechos ajustados por el brasier y no dudó en relamerse los labios suciamente y reír como un lunático. Bajó sus ojos hasta mis bragas y recorrió cada detalle del conjunto de encaje de color negro que llevaba.
-¿este es mi premio de hoy? -volvió a mis ojos y mordió su labio inferior-
-y ese es el mío? -le señalé su enorme bulto-
-obviamente mi amor, si quieres ya te lo doy ahora
