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Pov

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Pov. Narradora

Sonidos de ambas pieles se escuchaban en la habitación en la que se encontraban los protagonista, sus pieles se erizaban con cada rose que tenían. Los besos de ambos eran apasionados, como si trataran de mantener el recuerdo del sabor de los labios ajenos; eran su primer encuentro de ambos, pero parecía que ya llevaban tiempo haciendo aquel acto carnal juntos. Los sentimientos se complementaban entre si, era como si fueran destinados a estar juntos desde un inicio.

El alcohol afectaba más fuerte en el ruso cada vez que su excitación aumentaba. Era como si su cuerpo le dijera que dejara de pensar en lo demás y disfrutarás de la hermosa figura que se encontraba frotándose sobre su entrepierna.

Mientras tanto, el blanquirrojo seducía cada oportunidad que tenía hacía el ruso, movía sus caderas y saltaba un poco para que sus pechos un poco rellenos se muevan para calentar a su nuevo cliente. Apenas se separó del beso, se quitó su pequeño polo que solo cubría sus pezones dejando a la vista un pequeño brazier negro con encaje que hacía ver que su pecho sea más relleno. Los frotó son descaro contra el pecho de su amante mientras lamía el cuello de este mientras soltaba frases eróticas ante este.

- Lo estás disfrutando, papi? -Mencionp mientras daba un rastro de besos por el cuello del ruso dejando marcas de su lápiz labial rojo intenso- Estoy bajo tu merced, puedes hacerme todo lo que quieras con tu gran pene~

El ruso solo dio una sonrisa coqueta para luego recostar a su contrario y empezar a frotarse levemente con la pelvis de su contrario, dejandole saber que aquellas palabras lo habían prendido aun más.

- Bebé, eres una tremenda zorra~ Te jodere tanto está noche que quedarás obsesionada de mi y solo querrás acostarte conmigo~ -dijo para luego dejar chupones por el cuello y pecho de su amante, con una mano recoria las curvas de este y con la otra le quitaba de a poco aquel brazier negro tan apretado-

"Dios! Este niño si que sabe cómo me gusta el sexo! Si supiera que con ya sentir el grosor de esa cosa ya me obsecione!" Es lo que pensaba el peruano, frotándose contra el miembro de su contrario para tener más de su contacto.

Pasaban los minutos y nuestros protagonistas ya se encontraban en ropas interiores, el ruso tenía un boxer tan apretado de cómo negro que no solo había resaltar su gran miembro viril, si no también su apretado y buen formado trasero junto con los músculos que se resaltaban en sus piernas. Por el lado de nuestro peruano, el solo se encontraba con una braga que solo cubría su miembro ya erecto, los hilos que contenía aquella única prenda también hacían resaltar sus caderas anchas y bajo la luz de la luna daban una imagen tan hermosa que parecía que su piel brillará como porcelana.

Los dos tenían una vista perfecta de los cuerpos ajenos, no querían desperdiciar ningún momento. El que dio el primer paso fue el menor en estatura, recostó a su amante colocando una mano en el pecho de este mientras hacía un recorrido hasta la bragueta que contenía el boxer, lo abrió y porfin pudo contemplar lo que tanto ansiaba. Esa polla se vea tan jugosa, gruesa y larga como tanto lo había fantaseado, se notaba las venas sobresalirse un poco; "Si así lo tiene el hijo, no me quiero imaginar el padre!" Pensó de nuevo para empezar a oler un poco aquel miembro, encontrándose con un olor muy llamativo que aumento su apetito sexual. Saco la lengua y empezó a lamerlo, su sabor era dulce y un poco salado, lo que le recordó cuando vio horas antes al ruso que bebia piña colada, algo que justificaría su sabor tan dulce. Siguió con su labor mientras escuchaba los gemidos y jadeos de su compañero, sintió el presente ya salir de aquel aparato y sin esperar más tomó un poco de este entre sus dedos, empapandolos bien para luego usarlos para lubricar su entrada. Mientras una de sus manos hacia esa labor, la otra se encargaba de satisfacer los testículos del ruso, los cuales también eran grandes y duras, ya se podía imaginar la gran descarga que estos tendrían dentro suyo, tan grande que lo podrían embarazar con el primer chorro. No dudo más y metió toda la polla en su boca y con respuesta ante esto, el ruso coloco su mano en la cabeza de su amante para recibir más atención.

- Eso es~ ah~ te gusta comerte mi polla~ verdad perra~

- mgh~ ah~ mgh~ -"Si! Me encanta! Me fascina! Es tan hermosa que no quiero separarme nunca de ella"-

Pasaron unos minutos más y la descarga del euroasiático se hizo presente junto también la corrida seca que tuvo el menor, quién ante tal descarga tuvo que tragarse el semen para no ahogarse. Apenas se alejo de aquel miembro viril, no tardo en lamer los restos que quedaban en aquel sitio. Terminando su labor se levantó para porfin quitarse su última prenda, dejando mostrar su miembro aún erecto y con una leve hinchazón en la base por su corrida seca.

- Papi!~ Te necesito dentro~ ahora~ ya no aguanto con este calor~ -suplico mientras se acomodaba sobre el miembro de su amante- Quiero que entre y me llene de tus hijos~

- Так и будет, сука~ Я тебя так наполню, что ты уйдешь отсюда беременной~ -Esa voz tan gruesa con ese asiento hacían que el peruano se calentará más no poder-

Lo que estaba viviendo era algo nuevo, algo que nunca antes lo había vivido con algún otro cliente, ni siquiera con USA que es su cliente estrella por su gran forma de cojer contra la pared y en la ducha. Este niño era el que lo llevaba a niveles muy altos y eso que nisi1uiera había empezado con la mejor parte.

Sentía que las manos gruezas y un poco rasposas del ruso se posa an en sus caderas para empezar a bajarlo sobre su polla, dando inicio al clímax de aquella noche; el blanquirrojo no sabía como sentirse con tremenda polla enterrada dentro suyo, estaba excitado, ansioso, doloroso y un poco incómodo. Tocó su vientre en nonde naturalmente sentía el bulto de donde sobre salía el pene de sus anteriores clientes, pero al no encontrar nada y sentir que ese bulto estaba un poco más arriba lo asustó y excito al mismo tiempo, y eso que solo van por la mitad.

Ambos como si se hibieran leído la mente, se movieron lentamente para ir preparándose para el aumento de velocidad. El menor se apoyaba en el fornido cuerpo del euroasiático mientras que este se aferraba en las caderas del contrario y se reprimía para no soltarse del todo y destrozar aquella entrada con su miembro.

Poco a poco pasaba el tiempo y ya la velocidad había aumentado y esto se reflejaba más en los saltos que hacia el peruano, si apetito sexual estaba por los cielos. Ya no tenía conciencia de lo que asia y solo se dejaba llevar por el placer al igual que su contrario. Esa noche probaron tantas poses como pudieron, hasta se tomaron la libertad se hacerlo en la ducha de aquella habitación. Y cuando ya llegaron a sus últimos minutos ambos se corrieron, uno dentro y el otro en su pecho.

Calleron agotados, no querían levantarse para nada. El que callo dormido primero fue el ruso, ya que esa era su primera experiencia sexual, era obvio que no duraría mucho el estar despierto y que las fuerzas que sacó para mantenerse activo en todas esas horas de sexo en diferentes poses fue causa de la excitación y sobre carga de sus hormonas juveniles.

Mientras tanto el peruano se encontraba pensando en lo que había pasado, le encantó cada momento que paso con ese "niño" como él lo había etiquetado, saco una pastilla anticonceptiva y se lo tomó. Entro al baño, se limpió de forma rápida ya que su cansancio ya empezaba a ganarle, entro a la cama de nuevo y rápidamente se quedó dormido, quedando abrazando a aquel ruso que lo había obsesionado desde el primer momento en que lo vio.

Little Bitch [Rusper]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora