Edad Media: los 5 reinos

Capitulo 1

En la Edad Media, el País se encontraba dividido en 5 reinos, gobernados por 5 familias cada uno.

En el Norte gobernaban los Snow, una familia que vivia cerca del bosque y las montañas, con el rey Hans y la reina Juliet al mando. Tenían 4 hijos: Charlie el mayor y el heredero, Johanna, la segunda más mayor, Lena, la mediana, y el pequeño Eustace.

En el Sur gobernaban los Morgenstern, una familia que vivía en un gran desierto, con el rey Stephan al mando.

En el Centro del País gobernaban los Casterly, la familia con más poder en toda la Edad Media, y sucesores al trono, con el rey Robb y la reina Liliana al mando. Tenían 3 hijos: John el mayor, Margaret, y Matthew el menor.

En el Este gobernaban los Caravel, una familia que vivían cerca del puerto y las costas, con el rey Edward al mando.

En el Oeste gobernaban los Fray, una familia que vivía cerca de in barranco, con el rey George al mando. Tenía 3 hijos: Luke el mayor, Jason el segundo mayor y Peter el menor.

Un día, el rey Robb decidió visitar con su familia a su viejo amigo Hans Snow, por lo que marcharon al Norte con toda su Corte.

El viaje fue largo. Lo primero en verse en el Norte fue el escudo de la familia real. Un escudo dorado con dos espadas en forma de cruz en un fondo rojo.

La Corte fue llegando poco a poco y los últimos en llegar fueron el rey y su familia.
El rey bajó de su caballo y se dirigió con su esposa e hijos a los Snow que estaban frente el palacio.
El rey pasó uno por uno por los hijos del rey Hans.

Luego entraron a palacio y los 4 reyes fueron a hablar de sus asuntos, Margaret y Johanna se pusieron a hablar de cotilleos, mientras Charlie, John, Lena, Matthew y Eustace estaban en el jardín

POV.LENA
Estaba en el jardín sentada a la sombra y apoyada en un árbol, viendo a mi hermano que estaba practicando esgrima.

Me gustaba verlo, todos sus movientos firmes y con potencia con la espada. Sus cabellos cobrizos se movían rebeldes por el viento y sus penetrantes ojos azules fijos en el objectivo. Tras horas y horas de practica, iba mejorando y se hacía más fuerte conforme crecía.

Noté que alguien se acercaba hacia donde estaba y me giré para ver quien era.

- Princesa Lena - Dijo un chico de ojos de ojos verdes y cabellos castaños. Me aparté un mechón de cabello cobrizo del rostro para verlo mejor con mis ojos miel.

- Príncipe Matthew - Sonreí también y se dirigió hasta las dianas, donde sacó su arco, Lo cargó y disparó. Abrí los ojos como platos...¡Había dado justo en el centro! Debió de entrenar mucho, ya que sólo tenía 13 años, como yo.

- Woow... Sois muy bueno... - Dije sonriendo como nunca antes. Matthew se giró para verme.

- Gracias, os veo muy atenta princesa.

- Me gusta mucho ver como mi hermano entrena con las armas, sobretodo con el arco, me encantaría aprender a luchar, aunque mis padres dicen que "una princesa como yo no puede ir por ahí jugando con armas" - Dije imitandolos en lo último.

Matthew rió y extendió su brazo con el arco. - Pues yo os dejo probar. - Dijo sonriendo.

- ¿E-en serio? - Dije emocionada.

- Si, vamos, cogedlo. - me levanté y me puse a su lado. Cogí el arco, me dijo cómo cargarlo y yo lo hice. Se puso detrás mia y puso sus manos sobre las mias para dirigirme. Me puse alto nerviosa pero lo disimulé.

Tensamos la cuerda y apuntamos a la diana.

- ¿Preparada?

- Preparada. - Soltamos la mano que sujetaba la flecha y dió casi en el centro.
Me puse tan contenta que me puse a dar saltitos.

- ¿¡Habéis visto!? ¡Lo he hecho! - dije con una sonrisa de oreja a oreja.

- Lo he visto tranquila - Dijo riendose.

- ¡Gracias gracias! - Dije abrazandole - ¡Por fin he conseguido usar un arma! - Me correspondió el abrazo y seguimos tirando al arco.

Luego nos pusimos con las espadas. Esto me costaba menos porque sabía atacar de ver a Charlie.

- ¡Prepárese para morder el polvo soldado enemigo! - Dije atacandole.

- ¡No tan rápido guerrera! - Dijo chocando su espada con la mia pero yo tenía un as bajo la manga.

Finjí caerme con espada todavía en mano.

¡Ay! - Dije finjiendo dolor y empezé a hacer pucheros.

Matthew se acercó corriendo. - ¿Estás bien? - Dijo extendiendo su mano para ayudarme a levantarme. Cogí su mano con la mia y lo tiré al suelo mientras me ponía en pie y le ponía la espada en cuello.

- Habeis caido en mi trampa - Dije riendo y él estaba impresionado pero se levantó.

- ¡Ahora verás! - Dijo sonriendo desafiante y seguimos jugando durante un buen rato.

Desde ese día, pasabamos mucho tiempo juntos, jugabamos por todo el palacio y Matt alguna vez que otra hacia alguna que otra travesura y su padre le regañaba.
Nos gustaba estar juntos por nos entendíamos, teníamos la misma edad y nos aburríamos porque nuestros hermanos mayores no solían hacernos mucho caso, ya que Charlie tenía 17 y Johanna 15, mientras que John y Margaret tenían 16. A veces, Eustace, mi hermano de 10 años, jugaba con nosotros.

Matt era un chico gracioso y divertido aparte de amable, simpático, atento ágil, rápido, hábil con las armas y muy listo.

Tras un mes en nuestro palacio, volvieron al centro del país.
Fue una despedida triste.

- Nos volveremos a ver... ¿Verdad Matt? - Dije abrazandolo.

- Claro que sí Lena. Y volveremos a jugar y a montar a caballo.

- Y a jugar a los soldados.

- Sí, eso también - Se rió y se dirigió hacia Niebla, su yegua

- ¡Me lo has prometido! - Grité

- ¡Y lo cumpliré! - Esas fueron sus últimas palabras. Porque ese era el día que lo vería por última vez. O eso creía.