Capitulo 4

183 13 0
                                    

POV.LENA
Estaba cenando con mi familia y la de Jason. Tener que pasar toda la vida con él iba a ser más una obligación que no pensaba correr.

Mañana mismo me escaparé. No puedo soportar más que me obliguen a coser, actuar como una señorita, alejarme de las armas... "Esa vida se acabará mañana mismo para mi." Pensé.

Terminé de cenar y me fui directamente a mis aposentos dónde la sirvienta me desmaquilló y me puso el camisón. Se fue y me acosté pensando en la escapada que realizaría de madrugada.

Al día siguiente me levanté más temprano de lo normal y me vestí con una ropa vieja de Charlie: pantalones algo ajustados oscuros y un poco desgastados, una camisa un poco ancha con puños de cuero, un antigüo chaleco marrón con un ancho cinturón y la cinta para transportar mis armas. También me solté el pelo que me llegaba por la cintura y me lo corté hasta quedar por encima de esta, por el pecho. Me puse la capa, me colgé el arco y salí de palacio mientras todos dormían.

POV.MATT
Salí de la posada y cogí las riendas de Niebla, mientras iba camindo a pie. Sin duda había una enorme diferencia de la posada a palacio... Pero por lo menos dormí bajo un techo. Fui a las a fueras del reino del Norte para ir hacia el bosque cuando oí que alguien me llama.

- ¡Eh! ¡Espera! ¡El encapuchado! - Por la voz era una chica. Me dí la vuelta y la miré. Me sorprendí al ver quien era.

- Participastes en el torneo de ayer, ¿verdad? - Dijo la chica, Lena, jadeando por el cansancio.

- Así es alteza... - Dije haciendo una breve revenrencia con un moviento de cabeza.

- Oh, venga ya, no me hables de usted, nos conocemos desde hace tiempo - Dijo quitándome la capucha - ¿verdad Matthew? - Sonrió y me quedé más sorprendido de lo que ya estaba.

- ¿C-cómo sabías que era yo?

- Es fácil, por un moviento de espada y porque eres zurdo. - No dejaba de sonreír.

- Me pillasteis...

- Nos conocemos muy bien y desde hace tiempo. No hace falta que me hables de usted.

- ¿Y que haces aquí y así vestida?

- Me he escapado. Y esta ropa es de mi hermano, por eso me está un poco grande, ¿te gusta? - Dijo dando vueltas sobre sí misma haciendo que el aire se impregnara de su aroma a coco.

- No está mal. - Sonrió.

- ¿Y tú? ¿Qué haces aquí?

- Principalmente por echar laxante a la comida y porque me castigaban continuamente. Me harté de estar siempre en mi cuarto encerrado. Asi que me escapé. - Guardamos silencio unos segundos pero fueron interrumpidos por carcajadas de parte de los dos.

- Te prometí que nos volveríamos a ver, ¿no? - Sonreí.

- Y ya veo como lo has cumplido. - Sonrió también.
No sé cómo, pero acabamos viajando juntos, como si el destino hubiera querido que nuestros caminos se encontraran y uniesen.

Edad Media: los 5 reinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora