Edad Media: los 5 reinos

Capítulo 10

POV.MATT
Cuando salí de los aposentos de Lena, estaba feliz. Ese beso había sido impresionante, por supuesto, no era mi primer beso, sino el del bosque con Lena, pero había sido el mejor beso de mi vida. Pero cuando fui al gran salón donde nuestras familias estaban planeando todo, me informaron, mi felicidad se vió reducida.

Me dijeron que las tropas de los Fray, Morgesterm y Caravel, estaban ya preparadas, de echo, se estaban acercando.
Al ver mi cara mi padre se acercó a mí, e intentó tranquilizarme, me contó cómo iba nuestros ejércitos. También me dijo que teníamos mucha más artillería que nuestros enemigos, pero aún así estuve intranquilo el resto del día.

A la mañana siguiente, me desperté algo cansado. No había parado de dar vueltas en la cama toda la noche. Lo primero que pensé al despertar fue que debía ir a ver como estaba Lena. Pero primero debería bajar a desayunar.

Al llegar al comedor me llevé una gran sorpresa. Aparte de que llevaba mucho tiempo sin ver la sala con tanta gente (porque cuando nos juntamos las 2 familias se llenaba por completa), Lena estaba allí, sentada al lado de su hermana pero... ¿Qué hacía allí? Aún no se había recuperado, no debería estar allí. Debería estar reposando en la cama, pero no dije nada.

- Buenos días. - Dije, y al verme, a Lena se le iluminaron los ojos.

- Buenos días. - Respondieron la mayoría.

Me senté en mi sitio de todos los días, que por casualidad, estaba frente a Lena.

- ¡Hola! - Me susurró con una sonrisa.

- Hola - Respodí del mismo modo y nos quedamos mirando.

Llegaron los sirvientes con las bandejas del desayuno y comenzamos a desayunar. Nuestros padres y hermanos mayores estuvieron hablando de la batalla que habría, y que tendríamos que luchar todos los hombres. Desde mi padre hasta Eustace, el cual tenía sólo 14 años y estaba en entrenamiento (aunque no era totalmente seguro que fuera a la batalla)

Nuestras madres y hermanas estaban hablando de lo de siempre: vestidos, joyas, leyendas, viajes...

- Matthew... - Dijo Lena.

- ¿Sí?

- Eustace lo ha visto todo - Dijo mirando su plato sonrojada.

- ¿Qué? - No sabía de que hablaba.

- Cuando ayer me cambiastes las vendas y nos... Besamos... - Susurró más sonrojada. Se le veía tan guapa y vulnerable...

Me quedé callado, algo rojo también.

- Nos vió - Repitió

- ¿Cómo es posible? La puerta estaba cerrada.

- No del todo.... - Explicó - ¿Te arrepientes?

- ¿De qué?

- Del beso...

- Yo... - Me sonrojé, no sabía como contestar.

- Comprendo... - Dijo cabizbaja y me pareció ver algo de tristeza en sus ojos miel.

Se levantó y se fue.

Oh Dios, lo había estropeado todo al dudar le había dejado claro que no la quería tanto como ella pensaba. Realmente ella me quería. Y por nada en el mundo me arrepentía de ese beso.

POV.LENA
Con esa duda lo había entendido todo. Él no me amaba. Ese beso no le importó nada. Salí al jardín, tenía que respirar aire fresco y pensar con claridad, pero cuando llegué me percaté de que alguien me seguía. Sabía que era él.

Me volví y cuando iba a decirle cuatro cosas, me cogió de la barbilla y me besó apasionadamente. Me dejé llevar y nos separamos por la falta del aire.

Se acercó a mi oído y me susurró:

- Te quiero... Y no, no me arrepiento de ninguno de nuestros besos.

- Pero...

- Por favor, perdóname por el daño que te he hecho, lo siento mucho. No sabía como responderte adecuadamente - Entonces entendía que mis suposiciones eran erróneas.

- Te quiero.

Sonrió y nos sentamos en uno de los bancos y hablamos hasta que llegó John.

- Matt, te necesitamos para terminar de planear y organizar. - Dijo el recién llegado.

- Ya voy John... - Me miró algo triste. - Adiós Lena.

- Adiós señorita Snow. - Se despidió John.

Me quedé sola en el jardín, pensando. En un princípio lo que había entre Matt y yo era un secreto, hasta que pasara la batalla. Pero esa era la cuestión. ¿Y si no volvía de las guerra? ¿Y si lo mataban? Nada más pensar en eso me agustiaba, pero también me preguntaba: ¿Cómo era posible que hubiera pasado tan poco tiempo con Matthew desde hacía 4 años y sintiera cosas tan fuertes por él?

En realidad esa pregunta no me importaba tanto. Al fin y al cabo, el me había demostrado que sentía lo mismo por mí.

POV.MATT
¿Por qué mi hermano me tenía que separar de Lena cuando más agusto estaba? Maldito John...

- ¿Hay nuevas noticias?

- Las tropas ya casi están aquí. Sólo les queda traspasar el bosque. - Contestó serio.

- ¿¡Qué!? ¡Están más cerca de lo que pensábamos! - Me alteré.

- Sí, por cierto, ¿cuánto hace que no practicas con la espada? Porque deberías estar practicando para la batalla en vez de pasar las horas con esa muchacha.

- ¿Y qué hay de malo? Practico casi todas las tardes desde que volví.

- Está bien, está bien... No hace falta que te pongas a la defensiva.

- Lo siento, es que estoy inquieto por la batalla.

- ¿Por la batalla o por la chica Snow que te pone nervioso? - Dijo mi hermano sonriendo pícaro.

- ¿Qué? ¿Y por qué iba a ser por ella?

- Te preocupas demasiado por ella y tienes cosas más importantes de las que preocuparte.

Me sí por vencido. Mi hermano no iba a entrar en razón, así que le seguí por el pasillo callado hasta que llegamos a la sala. Nada más entrar Charlie dijo:

- Matthew, las tropas ya han llegado al reino. Han formado un campamento y pueden atacar en cualquier momento. Debemos prepararnos para luchar pronto y resguardar a las doncellas del castillo.

- John, Charlie, preparad el ejército. - empezó mi padre - La guerra comenzará al amanecer y Matthew, ve con Eustace a ocuparos de avisar a todas las doncellas.

- ¡Sí! - Contestamos todos a la vez y nos dividimos.

Avisamos a las reinas que estaban tejiendo, a Margaret y Johanna que estaban juntas en los aposentos de la primera, y finalmente a Lena, que seguía en el jardín.

- Lena - dijo Eustace - Debes entrar a palacio y resguardarte con las demás.

- ¿Por qué?

- Porque al amanhecer atacaremos a las tropas enemigas. - Contesté.

- Está bien... - Se levantó y la acompañamos hasta la sala del trono donde estaban las demás y nosotros nos fuimos hasta nuestros aposentos.

Esa noche no dormí nada al pensar que podía morir y no volvería a ver a mi familia, a Lena. Sólo la eterna oscuridad.