Él frío príncipe Min

열둘 (yeoldul)

Ahora me tocaba servir al rey así que me dirigí donde la señora Lee.

—Buenos días señora Lee.

—Señorita Park Eun-Ji ahora le toca a servir al rey así que acompañame por favor.

Nos dirigimos donde estaba el rey el cual pabellón Jibokjae la señora Lee tocó la puerta.

—Adelante.

Ambas pasamos adentró.

—Mi rey ella es Park Eun-Ji y le servirá en todo.

—Muy bien.

La señora Lee se fue y me quedé ahí a solas con el rey la verdad se hizo un silencio incómodo.

—Muchacha todos estos libros que ya leí ponlo en su sitio.

—Si mi rey.

Algunos de los libros eran pesados y su puesto estaban muy alto la verdad fue una tarea cansada.

—Listo mi rey.

Y así pasó una semana ayudando al rey con libros, con reuniones, llevándole su comida y limpiando su habitación.

☆☆☆☆☆☆

En ésta semana y la última me tocaba servir al príncipe Yoon Gi. Pasó lo mismo que antes la señora Lee me presentó al principio solo que el príncipe ya me conocía como : la chica de los postres ricos.

—Lo que tu vas hacer para mi es fácil: prepararme la comida en especial tus ricos postres, preparme la tina para cuando quiera bañarme, limpiar mi habitación y lavar mi ropa.

Suspiré.

—Como usted diga príncipe Min.

Lo primero que hice fue preparle un montón de postres en el desayuno, almuerzo y merienda.

—Haces los postres más deliciosos de todos.

—Gracias por su cumplido príncipe Min.

Me sorprendi a recibir ese cumplido.

Lo segundo que hice es limpiar su habitación y lavar su ropa.

—Tendrás cuidado ya antes se ha perdido cosas y además esas telas son delicadas y finas.

—No se preocupe tendré cuidado.

Y lo último que hice fue prepararle la tina para que se bañé, tuve que preparle el agua tibia con sales de bañó y pétalos de bañó.

—Listo príncipe Min.

—Te puedes retirar pero no muy lejos ¿entendido?

—Si príncipe.

No pasó ni una hora que me llamó. Pero me soprendi a verlo todavía en la tina.

—¿Ne....necesita algo príncipe Min?

—Un masaje.

—¿Qué?

—Que me hagas un masaje en mis hombros.

No lo podía creer yo dándole un masaje a éste infeliz y todo por conseguir un trabajo aquí y empezar con mi venganza. Pero la verdad estaba un poco tímida a verle un poco de piel al príncipe y hacerle el masaje.

Su piel era suave.

—Éso es suficiente ya te puedes retirar.

Estaba apunto de irme cuando me dice—pasame mi bata de bañó.

—Tenga príncipe.

—Gracias ahora ya te puedes marchar.

☆☆☆☆☆

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