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Segunda parte de " 30 Días OTP MANSTER "
🚨 : Esta parte se enfocará en contenidos para adultos, algunos de estos contenidos puede llegar a perturbar algunos lectores , si no eres de leer este tipo de fanfic's, por favor, ve a otro l...
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Mandy.
Maldición. ¿El debe hacer esto, ahora? No puedo creer que haya aceptado, el me había tentando, el sabía mis puntos débiles. Solo empezó con un dulce saludo, después empezó a tratar de llevar las cosas por otro lado ¿Cómo se le ocurre hacer esto en pleno trabajo? Chester pierde la cabeza a veces, el solo me llevo al almacén del castillo y empezó con su malditas cosas.
– Te voy a matar si alguien se entera. - (Decía mientras me quejaba, el solo seguía besando suavemente mí cuello) - ¿Porque.. porque ahora?
– No podía esperar, lo siento mucho mí princesa. - (El paso su lengua por todo mí cuello, se me había erizado la piel) - Además, se que no te quejas tanto en el interior.
– Cállate, Chester. - (El empezó a besar y succionar a mí cuello) - Detente, me dejaras marcas.
– ¿Y? Total, tienes tu capa, cubre casi por completo tu cuello. - (El siguió dejando chupetones, dejaba suavemente escapar ciertos gemidos) - ¿Puedo? - (El intento desabrochar mí camisa, lo detuve)
– Espera. No sé si debamos, no sabemos el tiempo que tenemos para después recibir un cliente. - (Chester beso mis labios, como quería que me callara)
– Descuida, seré rápido. - (Deje de detenerlo, el solo subió mí blusa dejándome en sostén, el empezó a besar suavemente mí pechos) - Son perfectos, los adoro mí dulce princesa.
– Agh. Cállate, me estás avergonzado. - (El sonrió y continuo)
Chester empezó a dejar más chupetones en mí pecho, pude sentir cada marca que quedaría por varios meses, el seguía lamiendo y chupeteando, el placer estaba por consumirme por completo, estaba demasiado excitada, perdería la cabeza pronto, el lo sabía. Y se detuvo.
– ¿Que, que paso? - (Pregunté aún extasiada, Chester sonrió)
– Pues, se acabó. - (El volvió a bajar mis blusa, déjame como una completa ilusa) - Te lo prometí, sería rápido.
– Oh. Bien, bien... - (Me levanté de aquella caja donde me encontraba sentada, solo acomode mí cabello y mí capa) - Pues, bueno. Más vale que te apures con tu erección, cálmate y vuelve al trabajo, ahora. - (Me fui y cerré la puerta del almacén)
– Ay princesa, como te gusta mirar abajo ¿eh?
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Pues, aquí el primer intento Veamos cómo nos irá en los demás, gracias por leer
