So, I Married an Anti-fan » jaywon

004

Jungwon despertó cuando sintió su rostro
ardiendo debido al sol. Observó las cortinas
abiertas y también una taza de café sobre la mesa.

Entonces, Jay no mantenía los tres pies de
distancia cuando Jungwon dormía. Una pequeña risita salió de los labios de Jungwon; observó la habitación suponiendo que Jay seguramente estaría en el baño o el salón de estar. Tal vez había ido a caminar solo, dejándolo solo.

— ¡¿Jay?! — llamó abriendo la puerta del baño, no encontrando a nadie dentro. Suspiró.

Lavó rápidamente su rostro y se embutió en un
suéter gris por encima de su camiseta blanca básica y salió de su habitación en el hotel.

Debido a que habían ido a Fiji de luna de miel,
Jungwon se encontraba realmente feliz con solo
poder observar el océano azul. Se olvidó de  buscar a Jay, caminando cerca de la orilla del mar.

De repente empezó a recordar a su hermana
Yoojin. Pensó que ella estaría muy feliz si fueran a ese lugar juntos.

— ¡Oye! — Jungwon escuchó la voz de Jay, volteandose hacia el sonido. Vio al tipo acercarse a él con semblante molesto. — ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Regresa a la habitación, ahora!

— ¿Por qué? — preguntó mientras trataba de cubrir su blanca piel con el suéter, debido a que el viento soplaba fuertemente.

— La frase "por qué" no existe cuando estés conmigo. Sólo sígueme. — Jay caminó, dándole la espalda a Jungwon.

ÉI sabía que el más bajo lo seguía, porque
cuando solian salir antes, Jungwon nunca había
rechazado una orden de parte de Jay.

— Tan frío. — escuchó a Jungwon susurrar.

— No actúes como una niña débil. Eres un hombre joven fuerte. — siguió su camino hasta que se percató que Jungwon no lo seguía. Cuando volteó a ver a Jungwon, encontró a su nuevo esposo parado sobre la arena como una piedra.

— Idiota.

Jay dejó escapar un suspiro, regresando por Jungwon. Cuando estuvo lo suficientemente cerca como para poder ver su rostro, descubrió que los ojos de Jungwon estaban llenos de lágrimas.

— ¡Yah! ¡¿Qué sucede?! — chilló, tomando bruscamente los hombros del más bajo. Jay solía irritarse cuando alguien lloraba frente a él.

— ¡Tú, imbécil! No me toques. — Jungwon golpeó la mano de Jay que se encontraba en su hombro y se echó a correr.

— ¡Corre! ¡Fuera de mi vista! — gritó apretando sus puños. Ni siquiera sabía por qué estaba enojado y con qué estaba molesto. Pateó una pequeña piedra lejos de él y observó en dirección donde Jungwon había corrido. — Sí. Es por el hecho que ahora es mi esposo.

Decidió ir en busca de Jungwon, tomando el
mismo camino. Odiaba cuando los rayos del sol
caían sobre su hermoso rostro. Se odió por estar
buscando a Jungwon sin una razón aparente.

— ¿Dónde está el pequeño idiota? —  miró a su
alrededor, pero no había rastros de Jungwon, ni siquiera era capaz de ver su sombra.

— ¿Es ese Jay? — detuvo sus pasos cuando escuchó la voz de una mujer. Asintió sonriendole. Ella corrió hacia él, lucía nervioso.

— Creo que he visto a tu esposo.

— ¿Eh? ¿Dónde está? Dime.

— Está allá. Creo que algunos tipos están acosandolo.

— ¡¿Acosandolo?! — no esperó por su respuesta, corriendo al lugar que la mujer le había indicado. Sí, él también vio a su esposo.

La espalda de Jungwon estaba pegada a la pared del edificio y tres hombres estaban ahí, sosteniendo el suéter de Jungwon.