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Duele.

Cuando Jungwon despertó de su profundo sueño, lo primero que sintió fue dolor.

Abrió los ojos y observó el lugar, tratando de reconocer en donde estaba, pero desafortunadamente, el dueño del lugar se hizo presente. Jungwon fue el único en sorprenderse.

— Jay...Park Jay...

— Sí, soy yo. También soy tu ex.

— Deja de decir eso así como así. Estoy muy confundido en este momento. ¿Por qué estoy en tu habitación y por qué mi cuerpo entero está adolorido?

— Es por eso que solía llamarte idiota en el pasado. Estás aquí porque yo te traje, tu cuerpo duele porque estuviste fuera de tu auto por un largo tiempo y te desmayaste.

— Como sea, gracias. Me voy.

Jungwon tomó su bolso y estaba a punto de irse cuando una idea llegó a su mente. ¡Debería dejar una cámara escondida en la habitación de Jay!

— Ahm... Pero primero, quiero tomar una ducha.

— Ya sabes en dónde está el baño. ¿Qué? ¿Quieres que te cargue hasta ahí y nos duchemos juntos?

— Tú, estúpido idiota. Se donde está, pero debo hacer algunos asuntos personales así que deberías marcharte sin que te lo pidan.

— Ahh, está bien, lo haré. Cuida bien de ti y no
ensucies las sábanas de mi cama o tú las lavas.

Jay malinterpretó sus palabras, ladeando
una sonrisa a Jungwon, quien estaba con la cara tan roja roja como la de un tomate antes que éste se marcharse y lo dejara solo en la estancia.

Jungwon estaba avergonzado por los pensamientos pervertidos de Jay, sin embargo, tomó rápidamente su cámara espía, colocándola a un lado del interruptor de la luz. Él sabía que todos los interruptores eran un simple accesorio, porque Jay solía dormir con todas
las luces encendidas.

Se metió al baño, tomó una ducha rápida y ahí fue cuando todo el problema empezó. No tenía ropa extra y se arrepintió de haber tomado ese baño.

— Oye, chico allí adentro... ¿Terminaste con tu ahm...? Voy a entrar.

Jungwon estaba solo con un albornoz cuando
Jay entró. Estuvieron en una relación anteriormente, así que desnudo, medio desnudo, en toalla o en bata no era tan vergonzoso para ninguno de ellos. Jay comprendió rápidamente la situación, dándole a Jungwon un cambio de ropa limpia, luego, dejó el cuarto otra vez.

Mientras se cambiaba, Jungwon pensó que si el
viejo Jay hubiera sido un poco más paciente y menos egoísta, seguramente ellos seguirían en una muy acaramelada relación.

Jungwon salió de la recámara y observó a
Jay en el salón de estar con una taza de café y otra con leche caliente; sonriendo con el
pensamiento que Jay seguía recordando su desayuno favorito.

Como Jungwon, Jay le echó un vistazo mientras salía de la habitación. En el cuerpo de Jungwon, la ropa de Jay era gigante y el perfecto hombro de Jungwon quedaba expuesto quedaba expuesto a la vista.

Cuando el asunto salió a relucir, Jay había
visto suficiente y estaba demasiado aburrido
como para ver la piel de Jungwon ahora. Como
el primero en romper el paquete de virginidad de Jungwon, fue Jay, él había observado lo suficiente de todo, cada centímetro del cuerpo de Jungwon ya había sido visto por él.

— Por cierto, esas noticias....

Jungwon empezó la oración, no obstante
Jay se mantuvo calmado, por lo que simplemente tomó asiento frente a él, sujetando la taza de leche.

Podía sentir la mirada de Jay sobre él.

— ¿Por qué actúas así? ¿Por qué me miras así?

— No te hagas la idea equivocada, idiota. Solo estoy distraído.

— Como digas.

Jungwon tragó su leche mientras Jay estaba ocupado en su móvil. Ambos escucharon el timbre sonar, sobresaltando a Jungwon, no obstante Jay ni se inmutó.

— Wonie... ve abrir la puerta. Estoy ocupado con las noticias.

— ¿Acaso soy tu sirviente? — se quejó, sin embargo, fue hasta la puerta.

Jay estaba esperando porque ambos Jungwon y su manager aparecieran en el salón, pero ninguno apareció. Cuando él llego a la puerta, su mandíbula cayó exageradamente.

¡Malditos medios!

Vio a su manager, quien estaba rodeado
de paparazis. Pudo a ver muchos flashes y
camarógrafos enfocándolos a Jungwon y él.

— ¡¿Qué mierda?!

Jay cubrió su boca con la mano y maldijo.
Jungwon lo escuchó, pero era incapaz de moverse siquiera un poco en ese instante.

                                       
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Jay estaba sentado.

Jungwon estaba abatido.

El manager estaba desorientado.

Los tres se mantuvieron de la misma manera la mitad del día, así como la noticia de última hora en cada noticiero y noticiario era:

El rostro de Corea del Sur, Park Jay, atrapado en una cita en casa con su novio.

— Jay, la agencia dice que aceptes.

— ¿Aceptar qué?

— Casarte con tu novio.

— ¡Hyung! ¡Él no es mi novio actual! Él es mi ex.
¡E-X, ex!  — Jay respondió molesto y Jungwon no pudo evitar sentir como esas palabras le golpeaban duramente.

Por supuesto. Jungwon no era el novio o novia
actual de Jay. Era la verdad, pero dolía.

— Y es mi anti-fan. — continuó Jay con su explicación sin percatarse de la situación de Jungwon.

—  Iré a explicarles todo. Les diré que anoche
olvidé las llaves de mi coche adentro de él y me
senté afuera por siete horas hasta que ya no
pude soportar el frío, por lo que le pedí ayuda a
Jay. Me desmayé y el cuidó de mí. Eso es todo.

— ¿Crees que ellos te van a creer?

— Por supuesto. ¿Por qué no lo harían? Es la verdad.

Jungwon incluso se cruzó de brazos y se levantó de su asiento. Su hombro quedó expuesto aún más y Jay pilló a su manager echándole un vistazo a ese lugar.

— ¡Aham! Bien, Jungwon. Necesitamos hablar.

Jay tomó a Jungwon de la muñeca y lo llevó hasta su habitación. Sabía que Jungwon ni siquiera se había percatado del asunto.

— Bien. Si quieres decirles la verdad, hazlo. Estoy bien con eso.

— ¿Me trajiste hasta aquí solo para decir eso? Estás completamente loco.

Lo eres tú, idiota.

Jungwon salió nuevamente del cuarto, dirigiéndose hasta la puerta principal y poniéndose sus zapatos que estaban en la entrada. Jay lo siguió junto al mánager; abrieron la puerta, observando a la multitud otra vez. Jungwon se impuso valientemente ante ella, empezando su discurso.

— Todos quieren saber y ahora, les diré la verdad. No es como ustedes creen, en realidad dejé mi auto... auch...

Jay se sorprendió cuando alguien haló la
camisa gigante que Jungwon usaba, dejando la
lechosa piel blanca de su hombro a la vista.

Lo más importante, algunas marcas rojas que
estaban ahí en su piel.

Jay se maldijo en su mente. Su manager lo
mataría por mentirle, pero la verdad era que nada había sucedido entre ellos la noche anterior.

— ¡¿Ch-Chu-Chupetones?!

La multitud gritó. Jay haló a Jungwon de
regreso a la residencia.

Solo había una manera de resolver el problema.

Casándose con Jungwon.


So, I Married an Anti-fan » jaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora