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Ahreum notó los rayos de luz incidir sobre sus párpados, despertándola de su profundo sueño. Frotó sus ojos para devolvérse a su realidad; creía que el sueño de anoche había sido tan caprichoso que era imposible que alguna vez fuera realidad. Baekhyun, quien tenía el mundo al alcance de sus manos, nunca posaría sus ojos, y mucho menos sus labios, sobre Ahreum.

"Al menos fue un sueño lindo", pensó.

Ahreum se sentó sobre la cama para estirarse, pero notó que no estaba en su habitación; la suya no era tan espaciosa y mucho menos tenía acabados lujosos. Miró a su alrededor y supo que ni siquiera se trataba de un lugar que haya visitado antes.

El dolor de cabeza era su sentencia por anoche beber más de lo que podía permitirse; observó sus manos y notó como estas temblaban ligeramente a consecuencia de su resaca. Antes de que pudiese continuar inspeccionando su estado, escuchó como la puerta se abrió.

El corazón de Ahreum se aceleró ante la figura que tenía frente a ella. Baekhyun vestía una holgada pijama de cuadros y su cabello estaba totalmente alborotado, llevaba consigo una bandeja con un vaso de agua y un empaque de pastillas efervescentes.

— Hola, Ahreum — saludó el rubio sin antes tragar un poco de saliva. Se había asomado a la habitación tan sólo dos minutos antes y había visto que Ahreum continuaba profundamente dormida.

La sorpresa había silenciado a la castaña y sólo pudo ondear ligeramente su mano en respuesta. Tal vez se había equivocado en pensar en que lo sucedido sólo se había quedado como un sueño.

Baekhyun dejó la bandeja en la mesa de noche junto a ella, posteriormente tomó asiento en el borde de la cama lo más alejado del cuerpo de la más joven.

Uh, ¿Dormiste bien? — Ahreum asintió lentamente. — Anoche bebimos demasiado, traje un poco de medicación por si tienes malestar por la resaca.

Ahreum continuaba observándolo fijamente sin siquiera musitar alguna palabra, Baekhyun sentía que su mirada era una exigencia, debía dar una respuesta.

Suspiró —. Te quedaste dormida, era demasiado tarde y no creí prudente mandarte en taxi a casa estando inconsciente, te traje cargando a mi habitación de visitas. No te preocupes por más, porque mis últimas fuerzas las ocupé para poder llegar hasta mi habitación a dormir.

Lo último había provocado alivio en Ahreum, al menos las cosas no habían escalado a más. La mitad de la cama estaba intacta al igual que su vestimenta; a excepción de la gran sudadera que llevaba encima, no notó nada fuera de lugar. Podía confiar en la palabra del rubio.

— No sabía que no eras de Seúl — agregó.

— ¿Cómo lo supiste? —cuestionó en respuesta Ahreum. No recordaba haberlo mencionado durante la noche.

— Después de tu primera botella, comenzaste a hablar con dialecto. — Baekhyun rió ante el dulce recuerdo, ¿por qué todo lo que hacía ella se sentía tan tierno?  — No te dije nada porque no quería que dejaras de hacerlo, ¿eres de Gyeongsang?

Ahreum asintió —. Sí, de un muy pequeño pueblo a las afueras de Andong, me crié en la zona rural.

Andong por sí mismo ya era un lugar aislado de las grandes urbes debido a las montañas que lo rodeaban, lo que lo ayudaba a mantener el folclore y el color de la tradicional Corea. Ahreum se había criado en las afueras de la ciudad, aquella repleta de vastos campos trabajados por familias agricultoras, como lo era la familia Ahn.

Cuando Ahreum había sido aceptada en la universidad de Seúl, la noticia conmovió a sus padres y sus abuelos; se sentían orgullosos de la única pequeña en la familia.

angels like you | baekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora