♯ʜᴇᴀᴛʜᴇʀ ៹ sᴏᴏɢʏᴜ

❆ ᴛᴇʀᴄᴇʀᴀ ɴᴏᴛᴀ

– ¿Por qué no sólo se lo dices?, tal vez te sorprenda su respuesta. – animó un pequeño castaño.

– Kai ¿qué no lo ves? – señaló con discreción a unos metros de ellos – Son pareja, y no interferiré.

– Beom, hazme caso, inténtalo. – el pelinegro rodó los ojos con cansancio de escuchar lo mismo – Yo así conseguí novio.

– Si, la enorme diferencia es que a Tae sí le gustabas y su pareja era a conveniencia de su familia, no tuvo problemas en dejarla por ti. – casi escupió las palabras.

– Te recuerdo que el problema no es conmigo, para de hablarme en ese tono. – borró su sonrisa de hacia unos segundos.

– Lo lamento... – sus ojos comenzaban a quemar, sabía que de seguir hablando del tema, lloraría sin remedio – Es que... No estoy bien...

– Te entiendo Beom, pero tú entiéndeme. – lo abrazó sin aviso previo, conocía tan bien a su amigo, que aún si él cubría su cara entre sus manos, sabía en qué momento sus ojos desbordaban tristeza – Odio verte así...

– Perdón... – articuló entre sollozos lastimeros – Lo amo Kai... Duele no poder tenerlo...

– Encontrarás a alguien mejor.

– No quiero encontrar a otra persona, quiero a Soobin. – limpió bruscamente sus mejillas.

– Beom... – decidió seguir con el abrazo y callar, ninguna palabra sacaría a ese chico rubio de la mente dolida de Beomgyu.

– Gyu ¿qué te ocurre? – llegó el mencionado anteriormente, de la mano de su novia, y su mirada detonaba preocupación y confusión – ¿Por qué lloras?

– Yo... Por nada. – respondió rápidamente forzando una sonrisa que no mostraba dientes – Todo en orden Binnie...

– No puedes mentirme. – suspiró – Dime qué pasó.

Beomgyu culparía totalmente a Heather, pero no era esa clase de persona, y aunque lo hiciera, sonaría bastante patético y sin sentido.

– Eh, fue culpa de Kai. – el mencionado mostró una cara de confusión total – Me torció el brazo jugando y me dolió.

Realmente eso había sido lo primero y más "coherente" que había pasado por su cabeza, no podía confesar que su llanto era causado por la pareja frente a él.

– Ay Kai, déjalo en paz. – soltó una pequeña risita – No me gusta verlo llorar.

Soltó a la chica pelinegra que iba con él y abrazó a Beom, dando pequeñas caricias en el brazo "lastimado" y sonriendo con ternura. Heather sólo mantenía una expresión serena y totalmente libre de celos o cosas similares.

– ¿Estás mejor? – preguntó ella con ternura.

Incluso Kai tragó duro al escucharla dirigirse a Beomgyu, una conversación entre ellos no sería mala desde el punto de vista de la demás gente... Pero Beomgyu tendría que contenerse para no volver a llorar en ese momento.

– Sí... Gracias Heather. – forzó nuevamente una pequeña sonrisa, recibiendo el mismo gesto en respuesta.

Ella y Soobin, al cabo de unos segundos se fueron, dejando a un chico un poco más roto que antes, con los ojos ardiendo y las manos temblorosas, implorando que sus clases acabaran para encerrarse en su habitación y romper en llanto cuántas veces quisiera.

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Ella me habló.
¿Ese era tu plan Soobin?, supongo que sí, de no haberlo sido no nos hubieras juntado.

Tal vez pensaste que sería lindo que nos lleváramos bien, ella tiene la disposición por lo que veo. Pero yo no. Y no porque sea egoísta o antisocial, es porque cada vez que me dirija la palabra, sé que una grieta más se abrirá en mi corazón. Y no quiero... No quiero que me duela más.

Quisiera decirte de frente que la razón de mi llanto sin control es ella, eres tú, son ustedes. Pero prefiero mil veces decirte excusas estúpidas a herirte con la verdad.

Entiéndeme un poco... Me es muy difícil aceptar la situación en la que me has puesto, simplemente no puedo mantener una sonrisa abierta al verte con ella.

Porque yo te amo, y no como mi mejor amigo, sino como mucho más que eso. Te amo como no logras imaginarte, y lo seguiré haciendo hasta que mi corazón pare de latir.
¿Ves por qué duele tanto?, porque yo te amaré toda la vida, y Heather te tendrá toda la vida, según presiento.

Enorme diferencia...

Aunque... Realmente me gusta verte sonreír y ver qué ella te trata bien, es una gran alegría que le otorgas a mis ojos heridos.

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