♯ʜᴇᴀᴛʜᴇʀ ៹ sᴏᴏɢʏᴜ

❆ ϙᴜɪɴᴛᴀ ɴᴏᴛᴀ

Casi acababa Diciembre, era el último día de clases antes de iniciar vacaciones navideñas.

Beomgyu pensó que ésto lo ayudaría de cierta manera, pues ya no vería a esa chica por al menos un mes y tal vez en sus semanas de descanso lograría superarlo.
Kai lo apoyaba, un tiempo sin estrés puede ayudar a cualquiera.

De verdad deseaba poder superarlo, tantas noches de insomnio, tantos días llenos de lágrimas, tantas comidas saltadas por no tener apetito alguno, tanto tiempo sintiendo su pecho comprimido y su corazón punzando. Beomgyu quería acabar con todo ésto, pero no sabía exactamente cómo lograrlo.

– Las vacaciones te harán bien. – sonrió el mejor – Te invitaría a pasar las fiestas en casa, pero éste año estaré con la familia de Tae. – su sonrisa creció.

– Lo sé. – soltó una risa ronca – Está bien Kai, no te preocupes.

– Hey, pero ni creas que te librarás de mí, te llamaré cada noche ¿de acuerdo? – el mayor asintió con una muy leve sonrisa.

¿Es normal que sonreír te cause dolor?, para el pelinegro ya era algo habitual, y ese hecho lo ponía peor.

Trató de estar bien, de mantenerse positivo por un día, en serio trató. Hasta que una sola escena interrumpió sus intentos, ya fallidos en sí mismos, deseaba no haber volteado justo en ese instante, y se quedó allí paralizado suplicando a la tierra que lo tragara de una buena vez.

Soobin se había quitado su suéter negro, el mismo que tiempo atrás le había prestado a Beomgyu, y ahora se lo estaba colocando con delicadeza a Heather. El acto fue seguido por un beso, que incluso desde afuera se veía lindo, y la gente que los miraba susurraba cosas como "ellos son la pareja perfecta".

– Me tengo que ir. – espetó Beom pocos segundos después de que la melosa escena terminó.

– ¿Por qué tanta prisa?, ¿estás bien? – preguntó desconcertado, por ver su celular se había perdido de la situación.

"A éstas alturas ya no deberías cuestionar eso, sabes perfectamente que no estoy bien", pensó, aunque decirlo no lo ayudaría a irse rápidamente del lugar, más bien lo frenaría.

– Sí, estoy bien. – mintió – Recordé que vería a una profesora para arreglar mi última calificación, es todo. – volvió a mentir.

– Vale... Te veo al salir ¿de acuerdo? – asintió – Suerte.

Beomgyu salió casi corriendo de allí, importándole poco o nada que la gente lo viera como si estuviera loco. Incluso Soobin lo vio, pero creyó que su despistado amigo había olvidado algo en su aula y por eso corría, dejándolo pasar de largo.

Definitivamente el pelinegro no vería a Kai al final del horario, quería huir a su departamento y no ver a nadie en mucho tiempo.
Pensó que no se llevaría más cosas tristes a casa, pensó que lograría salir ileso al menos por un día.

Se equivocó.

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¿

Era necesario Soobin?
¿Tenías que darle justamente ese suéter?
¿Era obligatorio besarla frente a todos?

Apuesto que no lograrías siquiera imaginar cuánta impotencia y dolor me causaste aún sin planearlo. Sé que tú no me lastimarías a propósito, pero... Joder, en serio lo estás haciendo sin saberlo.

Te lo agradezco, creo que éste Diciembre tenía que empeorar otro poco.
Y ahora pasaré las vacaciones viendo esa escena en mi cabeza irremediablemente, llorando con más sentimiento que antes, gritando entre cuatro paredes que te amo y que debí ser yo quién te tuviera.

Aunque... Los demás tienen razón, ustedes son la pareja perfecta. Se nota a kilómetros de distancia que poseen el hilo rojo del destino, que encajan sin dificultad alguna.
Creo que conmigo no hubiera sido así ¿verdad?

Tú y yo teníamos muchas diferencias siempre, y me parece que así no es como una pareja perfecta debe ser.
No hubiera durado aunque hubiera pasado ¿cierto?

Soobin... Le diste a ella tu suéter, ahora ella puede sentir tu perfume inundar su nariz, ella puede sonreír y jugar con las mangas por ser tan grandes, ella puede besarte en agradecimiento.

Es sólo un montón de poliéster, pero era especial para mí por más patético que suene.

Y ahora, Heather lo tiene.

Espero tengas una feliz navidad y un hermoso año nuevo a lado suyo. Porque ten por seguro... Que yo no lo tendré.

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