Capítulo 105: La hija adoptiva de la viuda (parte 5)

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La Señora Wang Fang y la Señora Xiao Fang casi se desmayan cuando escucharon sus palabras. – ¡Esposa derrochadora! ¿Hay alguien como tú? Las partes deliciosas no se le dieron primero a tu familia, sino a los extraños. Da Ge Er está a punto de casarse, así que quería darle algunos buenos suplementos. De lo contrario, ¿cómo puede producir un heredero para la familia? Tú....

Wang Da Shan notó algo. De hecho, notó algo extraño desde que el cuarto tío entró para hablar por la segunda nuera.

– ¡Está bien! ¡Que tienes que decir sobre esto! El cuarto tío es un anciano. Deberías respetarlo –, regañó Wang Da Shan.

La Señora Wang Fang todavía estaba afligida, pero Wang Da Lang recordó algo y le guiñó un ojo a su madre. Entonces, la Señora Wang Fang se aclaró la garganta y se rindió. –Olvídalo. Solo dáselo. La próxima vez, si hay algo como esto, recuerda enviárselo primero a tu familia. ¡Si necesitas arreglarlo, hazlo conmigo!– Incluso si era un favor, tenía que hacerlo. ¿Por qué debería dejar que esta pequeña perra sea una buena persona?

Wang Da Lang bajó la cabeza y tosió cuando vio a su madre hablar durante mucho tiempo. No dijo nada al respecto.

La Señora Wang Fang recordó algo y dijo: –Niña mayor, ve a mi habitación y busca la aguja y el hilo–. Luego, le dijo a Li Su: –Date prisa. Te has demorado mucho tiempo. La Mansión del Bordado nos está instando.

Li Su se burló por dentro. –Madre, olvidé decirte que tengo la mano herida. Me temo que no puedo usar aguja e hilo durante este tiempo–. Levantó las manos y deshizo la tela, revelando sangre.

La Señora Wang Fang y Wang Da Lang se sintieron un poco apretados. – ¿Cómo se pusieron tus manos así? ¿Vas a morir?

Aunque la Señora Xiao Fang estaba molesta porque su esposo estaba nervioso por la esposa de Er Lang, también sabía que este nerviosismo no tenía otro significado. Después de todo, en los últimos años, el dinero que la familia gastó en comida fragante y picante lo ganó la costura de la esposa de Er Lang. Sin estos ingresos, no podrían hacerlo. –Todavía tengo algo de medicina en mi habitación, así que date prisa y llévate un poco.

Li Su sonrió. –Madre, incluso si mis manos mejoran, no planeo seguir haciendo costura.

– ¿Qué dijiste? Si no haces ningún trabajo de costura, ¿qué comerán ustedes dos?– La Señora Wang Fang dijo enojada.

– En los últimos dos años, he estado cosiendo todos los días. Apenas tuve tiempo de descansar, pero aún teníamos hambre. Madre, siempre dijiste que mi artesanía no era buena y que el costo de la costura era caro y que no podía ganar mucho dinero. Dado que ese es el caso, tendré que pensar en otra forma de mantenerme–, dijo Li Su en voz baja.

La Señora Wang Fang estaba tan enojada. Ella se quedó sin palabras.

Wang Da Lang también se mostró reacio a dejar ir estos ingresos, por lo que sonrió y dijo apresuradamente: –En realidad, estaba a punto de contarles sobre esto a mi hermana menor. Aunque su costura no es muy exquisita, encontré muchos puntos de venta que admiran la artesanía de mi hermana menor. Pagaron mucho. Una bolsa por cinco cobres y un velo por ocho. Si mi hermana menor puede bordar una escritura budista como la última vez, ¡pueden venderlos por un par de liang de plata!–. En realidad, las escrituras budistas que la esposa de Er Lang pasó medio año bordando se vendieron por un total de 50 taeles de plata. Recolectó 30 taeles de plata para disfrutar de la vida. Los 20 taeles de plata restantes fueron enviados a casa.

Li Su se rió. Esta familia estaba persuadiendo a la dueña original como si fuera una tonta. Primero, la dueña original fue persuadida para que vendiera a su hija, luego vendió su vida por ellos. Cuando la dueña original perdió su utilidad, la habrían echado a patadas.

Llámame la Madre de la Transmigración RápidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora