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- ¿Seguro que estarás bien? - Eunbi le hablaba desde el marco de la puerta con la gabardina vino cubriendo elegantemente su cuerpo y la cadera recargada en la madera.

- Humm... - El sonido ambiguo hizo eco en el estudio semivacío.

- Si necesitas algo ya sabes dónde encontrarme - Eunbi le dedicó una última mirada antes de darse la vuelta y abandonar la habitación, no mucho después se escuchó el sonido característico de las ruedas de la maleta sobre el piso de madera.

Había un correo a medio escribir frente a él. Oficialmente el curso había terminado dos semanas atrás y Yoongi le había contestado a todos y cada uno de sus alumnos.

Bueno, no a todos.

Es sólo que... intentar hablar con él era difícil. Siempre lo había sido, durante la duración de los seminarios había notado que ese chico tenía potencial y Yoongi estaba frustrado de no poder ponerle un rostro al nombre, ya que siempre el chico ponía excusas para no videollamar con él en las asesorías. Ahora entendía el por qué.

Saber quien de todos sus 12 alumnos era Jimin no fue difícil, era el único con un apellido coreano entre un mar de extranjeros.


"Estimado Dr. Lee", o debo decir "Dr." Park Jimin:

Es mi deber informarle que su suplantación de identidad ha quedado al descubierto, no se preocupe, no daré aviso a mis superiores. Su secreto está a salvo conmigo.

Sin embargo, debo pedirle que abandone mis clases de inmediato, sé de primera mano que mi campo de estudio no es su especialidad así que de la manera más atenta le solicito no nos haga perder el tiempo a ambos.

Debo felicitarlo por su investigación. Sus resultados me dejaron muy satisfecho y si de otra persona se tratase, me hubiera interesado realizar una colaboración. Le sugiero ponga ese mismo empeño en alguna actividad que usted disfrute. Será mejor aprovechado su talento.

Me despido de la misma manera que con todos mis alumnos.

Disfrute sus vacaciones y felices fiestas.

Dr. Min Yoongi."

¡Listo!

Ahora podría presumir que había puesto el punto final a una historia inconclusa.

Ahora podría seguir con su vida. Empezando por llenar los espacios vacíos que había dejado Eunbi al irse.

Ahora, ¡al fin! Podría seguir.


***


El timbre sonó, eran las diez de la mañana. Yoongi se levantó molesto del sillón, llevaba tres días durmiendo en él, incapaz de entrar a su habitación vacía.

El sonido le perforaba el cerebro, a su paso iba haciendo a un lado botellas de soju vacías. Abrió la puerta sin molestarse en verificar primero quién era.

Y se arrepintió por ello.

Frente a él estaba Jimin. Con las manos en los bolsillos de una chamarra abultada, con un ridículo gorro en la cabeza y balanceando su peso entre un pie y el otro, sobresalía sobre su hombro la funda de la guitarra.

Just Friends? [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora