CAPÍTULO 9

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Me quede boquiabierto, ¿el chico con el que intimé anoche y el que me hizo tocar el cielo, es un ángel? Como no me di cuenta, bueno lo disimulaba muy bien, pero eso no cambia las cosas, ahora la pregunta del millón ¿Porqué me lo dice ahora? ¿Porqué no me lo dijo cuando intimamos? ¿Qué pasará si el Gran Jefe se entera? Y lo peor de todo ¿Lo podría perder? No me puedo imaginar vivir sin él, los días son más luminosos, más agradables y más tranquilos, gracias a él vuelvo a sonreír, ¿Qué pasará cuando el Gran Jefe se entere? Dios perdóname, hazme lo que quieras pero no me lo quites, te lo suplico.
-!!!QUÉ¡¡¡ ¡¿PORQUÉ NO ME LO DIJISTE ANTES?! ¡¿ESPERATE A QUE AMANECIERA PARA CONTARMELO?! - le dije muy enojado, no quería gritarle pero ne dio rabia que me guardara ese secreto
-Perdóname, sé que debía habértelo contado antes de intimar, pero no quería perderte sin antes marcarte como mío, para que nadie más te lastime como hizo aquél maldito de tu ex-novio, eso no era ni novio, solo te utilizó para ganar una maldita apuesta, y tu no te diste nunca cuenta, hasta que llegó y te violó con todas sus fuerzas y se llevó lo que yo esperaba de ti, por suerte no se llevó tu amor y tus besos - con lo último que me dijo soltó una sonrisa.
-¿Qué pasará ahora? - dije yo apenado por la respuesta
-Esperar a que vengan los dos ángeles guardianes del Gran Jefe, ellos dirán qué será de mi - dijo él muy triste, se le notaba en su voz, me abrazó y esperamos a los ángeles, cuando me abrazó unas grandes y fuertes alas blancas como perlas salieron de su espalda, eran gigantescas y llenas de plumas, largar y blancas, de su brazo salió una especie de tatuaje tribal, negro como el azabache, sus ojos se volvieron marrón claro, se veía tan guapo como estaba, pero prefiero al Onán humano. Oímos la puerta abrirse y vimos a mi tía y a Katherine entrar se quedaron boquiabiertas cuando vieron a Onán con esas enormes alas blancas, empezarmos a hablar, hasta que comprendieron que debían irse para cuando llegarán los dos ángeles guardianes del Gran Jefe. Ellas se marcharon dejándonos solos.
-¿Cuando vendrán? - pregunté yo
-En poco, tranquilo - me dijo abrazandome por la cintura acercandome más a él. La habitación se iluminó dejando ver a dos siluetas con alas blancas y armaduras doradas, llevaban pantalones blancos y blusas blancas, en la armadura tallado tenían al Espíritu Santo, y detrás de la armadura una capa roja como la de los antiguos romanos espartanos, uno de los ángeles era moreno con el pelo negro azabache, un poco más alto que el otro ángel, el otro ángel era más bajito 3cm menos que el otro, tenía pelo castaño oscuro, y su piel era mas blanca, con un poco de moreno. Ambos se dirigieron hacia nosotros y cargaron con Onán, dejando ver todo su cuerpo ante ellos, se lo llevaron y yo empecé a llorar, no quería que me separan de él.
-Te amo Giovanni...... Y siempre lo haré... - dijo él con voz quebrada, dios mio no ke hagas nada te lo suplico, se cerró aquél portal que los llevaba al cielo. Me levanté y me vestí rápidamente, tenia que haber un modo de llegar al cielo, antes de que el Gran Jefe le haga algo a Onán.

{\Mi Angel,Mi Salvación /}(Giovannán)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora