Trabajar en la empresa de Asociación de Voleibol de Japón es estresante, ahora suma tener un jefe insoportable con mal humor. Y sólo para empeorar más la situación...Tener que fingir una relación amorosa con dicha persona.
Hinata Shoyo sólo quería s...
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Sorpresivamente salir con Kanna y Natsu fue...Agradable. Las dos no paraban de hablar acerca de lo que veían en la ciudad, en especial Kanna, cada podía decía lo mucho que cambió desde la última vez que vino. Natsu compraba cosas de recuerdos en las tiendas, tales como collares, llaveros, pulseras, etc.
Lo único que le parecía extraño era la confianza en la que conversaban con él, tanto así que Kanna le contó parte de la infancia de Shoyo.
— Le gusta bailar mucho desde niño, ponía una cancióncualquiera y ya estaba moviendo las caderas como un muñeco de Navidad.
Y seguidas de anécdotas más de Shoyo corriendo por toda la casa desnudo por no querer bañarse o haciendo un berrinche en el centro comercial para obtener un peluche de Vabo-chan.
Lo que más le llamó la atención fue cuando mencionó que Shoyo practicó en sus primeros años de adolescencia deportes que incluyeran un balón, el único que le convenció y ganó su corazón fue el voleibol. Ese detalle definitivamente tenía que guardarlo.
Llegaron al hotel después de cuatro horas de caminata, Natsu no esperando para tomar un vaso de agua gratis del hotel y tomarlo como si fuera la primera vez que lo prueba.
Kanna posicionó la mano en su hombro para darle un apretón amistoso. — Gracias por acompañarnos, fue lindo conocerte mejor — Y le regaló la sonrisa más maternal que ha podido apreciar.
El corazón de Tobio dio un vuelco ante el gesto, sintiéndose su interior cálido ante la ráfaga de un posible nuevo vínculo que le haga bien en su vida. Pocas personas tienen el privilegio de mantenerlas cercas, de querer que sean parte. Y Kanna simplemente tuvo que sonreírle para hacerle saber que cualquier roce que haya tenido con Shoyo, quedó en el olvido por enseñarle la verdadera persona tranquila que esconde.
Tobio carraspeó porque sólo estaba acostumbrado a ese gesto por parte de Miwa y Kazuyo*. Lo único que atinó a hacer fue asentir y susurrar un "fue un placer" para retirar la leve timidez. Aparte de que no quería pasar vergüenza con Natsu regresando a ellos diciendo lo diferente que sabía el agua de aquí a la de Japón.
Hay muchas dudas que tienen consigo mismo respecto a ellas dos, ¿por qué no lo han cuestionado de haber escogido a Shoyo como esposo? Lo tratan como si lo conocieran desde años, un amigo que no veían.
Y le aterra un poco...No, le aterra pensar que ellas han visto a través de él, lo suficiente para darse cuenta lo vulnerable que es, las palabras afectandole más de lo que cree. La percepción de sí mismo siendo en parte negativa, exigiéndose hasta el cansancio para hacer un trabajo perfecto, teniendo como consecuencia alejarse de los demás.
Paren, no es momento para que sus estúpidos sentimentalismos salgan a la luz. Además, Kanna sólo estaba siendo amable, ¿qué tiene de extraño eso? Está creándose un escenario ficticio para llenar el vacío emocional que tiene. Sí, definitivamente es eso y no porque las dos hayan visto más allá de su seriedad.