Me caí en su mirada.. llámalo amor, obsesión, o adicción, pero la sensación de sumergirme en ese abismo oscuro que eran sus ojos color café, fue algo consumidor.
Si él pudiera... si el tan sólo pudiera entender la forma en la que yo lo miro, tal vez todo sería más fácil. Pero es imposible, porque ¿cuándo tú has visto a un demonio deambulando por los cielos?
Dicen que las obsesiones que te queman a fuego lento, dejan cenizas que te ahogan en mares de resignación.
Es una ley pero... soy adicta a romper las reglas.
