I El comienzo

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Mi nombre es Margareth Salazar, soy una mujer morena, de baja estatura, con enormes caderas, pechos pequeños, cabello por los hombros con unos reflejos color miel y unos hermosos ojos color café.

Soy funcionaria de las fuerzas aéreas. Un día como cualquiera en mi trabajo me dirijo a mi oficina, llego y coloco un poco de música y me pongo hacer los oficios correspondientes del día.

Tocan la puerta.

—Adelante.

— ¡Buenos días Salazar!

— ¡Buenos días mi coronel!

—Salazar, necesito que mañana estés lista para irte a un curso de adiestramiento canino, estás listas con tus maletas a las 1300hrs. Irás con tu compañero Martínez

—Entendido mi coronel, ahí estaré

— Perfecto, hasta mañana Salazar

Cierra la puerta

¡Mierda mierda! camino de un lado para otro, necesito tener todo listo para mañana.

Termino de hacer los oficios en mi oficina y me voy a mi habitación, allí preparé todo para irme al curso, termine y caí muerta del sueño, me despertó la alarma de mi teléfono
Abro mis ojos como platos al darme cuenta que me quedaba menos de media hora para estar lista, pero ya saben soy militar y hay cosas que podemos hacer muy bien, y una de ellas es vestirse rápido en muy poco tiempo. Me vestí y pude estar lista, me voy a esperar el carro que me llevará al curso, cuando estoy en la parada está mi compañero Martínez.

—¡Hola Salazar! ¿Cómo está? Me da un abrazo

—Bien Martínez, que bueno saber que eres tú quien irá conmigo al curso.

—Eres tan privilegiada Salazar, me guiña un ojo.

rio abiertamente

—mira ahí viene el carro

Nos montamos en el carro, después de largas horas de viajes llegamos a una escuela canina, dónde se entrenaban perros Anti drogas.
Llegamos a las instalaciones y nos recibieron 2 sargentos y una teniente, el sargento Rivas, el sargento Colmenares y la teniente Yepez

—¡Buenos días, bienvenidos!

Dijeron todos en una sintonía unisona, necesito que se instalen en sus habitaciones, más tarde le damos las instrucciones.

Martinez y yo nos dirigimos a nuestras habitaciones

— Salazar, arreglaré todo y paso por ti, para que vamos a ver cuáles serán las instrucciones

—Está bien Martínez, yo haré lo mismo, te espero en mi habitación.

Entro a mi habitación y pude notar que era pequeña pero con lo necesario para vivir, con un baño, un armario y un hermoso espejo, empiezo a desempacar y arreglar todas mis cosas, mi teléfono suena, y era mi gran amiga klohe

Llamada entrante, klohe

—Hola preciosa

—Hola klohe ¿Cómo estás?

—Bien gracias, ¿Cómo llegastes?

—Muy bien ya nos dieron la bienvenida, ahorita estoy esperando que mi compañero me venga a buscar para que nos den las instrucciones
  ¿Cómo estás tú? ¿Que haces?

— Que bueno, yo estoy bien esperando a mi amigo Alex para ir al cine

—Ah, tu amigo con la sonrisa bonita

Un amor a medias ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora