Virus acetona

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Era jueves y yo salía de clase como otro día cualquiera, solo que ese día era diferente, digamos que tenía algo de especial. Ah, sí, era mi cumpleaños. 26 años, qué patético. Siempre odié mis cumpleaños, ese día era odioso para mí. Lo consideraba como que te marcaba una etapa de vida, es decir, te recuerda que cada vez te queda menos tiempo para disfrutar de tu vida. Aunque realmente, no me daba mucho tiempo para disfrutar de eso a lo que se le llamaba "vida".

Cuando llegué a casa y puse los informativos, informaron de que un barco lleno de botes de acetona que venía directo a Corea había tenido un problema y todo su cargamento fue a parar al mar. Y cómo no, a la parte del sur de Corea. "Estamos en 17 de junio, tengi ganas de playa y ahora esto, siempre me pasa a mí lo peor. Realmente la acetona no es tan peligrosa..." — pensé.

(Dos semanas después)

¡Por fin es verano! Playa, sol, arena... Amaba el verano, aunque al invierno mucho más.

Hace una semana que gran parte de la población del sur de Corea se le ha detectado una especie de gastroenteritis, mi madre y mi padre la padecen. Aunque los síntomas no llegan a ser exactamente los de una gastroenteritis. Mi madre y mi padre padecen vómitos, pero lo más raro es que vomitan una especie de sangre negra. Otro de sus síntomas son sus mareos y sus ansias de comer. Por la noche no pueden dormir, están como hiperactivos y cada día va a más. No entiendo por qué yo y mi hermana no tenemos esa enfermedad, aunque nadie sabe lo que es. Ah sí, tengo una hermana... La guapa de la familia, la lista, la que tiene una carrera de derecho... Claro, qué esperar de mí, yo soy la fea, la problemática de la familia. Bueno, eso es caso a parte.

Llevamos ya tres semanas con esto y los hospitales están desbordados, las fuerzas de autoridad han prohibido el acceso a la playa y la enfermedad aumenta a pasos gigantescos. Pero ahora es mucho peor... Mis padres son una especie de sonámbulos, han tenido que ingresarlos en el hospital como a tantos otros. Sus síntomas aterrorizan: comen muchísimo, y cuando no comen se vuelven muy agresivos; les hablas y se te quedan mirando muy seriamente; vomitan a cada instante; su piel está pálida... ¡¿PERO QUÉ ES ESTO?! ¿Por qué a mis padres? Se me parte el corazón cuando voy a verles al hospital, es como si no supieran quién soy... Para colmo duermo sola en casa y yo soy muy miedica, mi hermana se pasa los días y noches con ellos en el hospital, solo viene a comer y a ducharse.

La gente es víctima del pánico, nadie sabe por qué se ha producido esta enfermedad, tampoco se sabe de dónde viene. Los médicos están sin palabras, no tienen respuesta.

Como soy una chica tan entrometida decidí ir yo misma al lugar de los hechos, ya que yo vivo justamente al lado del mar. Sólo quería ver alguna prueba, algo que pudiera darme una explicación, algo que me dijese porqué yo no tengo esa enfermedad y mis padres sí.

Ir a la playa fue toda una aventura. Estaba llena de furgonetas de policías y tiendas de campaña. Lo raro es que no había nadie, pude entrar sin problema. Me acerqué al mar y estaba completamente normal, ni siquiera había restos de acetona.

"¡Ya está, LO TENGO!" "El motivo más coherente para todo esto son los PECES, si si... Los peces. Al ir el cargamento al mar se habrá roto y todos los residuos de acetona habrán quedado en el agua, ese agua está en contacto constante con los peces y los peces de aquí son pescados y llevados a comercios y pescaderías" — me dije a mí misma.

Claro, ahora todo encajaba, menos algo; la acetona simplemente es un compuesto químico que generalmente se usa para quitar pintura o esmalte de uñas, ¿cómo habría podido causar todo esto?

Estuve varios días dándole vueltas a ese tema, se lo conté a mi hermana y ella me dijo que era una estúpida. Pero era la única explicación válida que tenía, mis padres días después de que la acetona llegara al mar comieron un caldo hecho con el pescado de ese mismo mar.

Apocalipsis final | 2YEON adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora