Avanzando sin poder

16 5 0
                                    

Lluvia... Amo la lluvia, ¿lo sabéis verdad? Antes de que todo esto pasara, me encantaba quedarme en casa viciándome al 'Call Of Duty' esas tardes que llovía, mientras dejaba la persiana abierta y las gotas de lluvia se posaban de vez en cuando sobre mi brazo...  El olor a lluvia es mi preferido, sin duda. ¿Sabéis por qué? Porque cada vez que llueve, el olor es distinto. Y según en el sitio que llueva, percibes unas sensaciones u otras. Pero... ¿y esas veces en las que solo llueve en tu interior? En fin, ya me entendéis.

- Mina, ¿dónde has dejado mis pertenencias?

- Están guardadas en la trastienda, Jeongyeon. No te preocupes. ¿Para qué las quieres?

- No, nada... solo quería saber que estaban bien. ¿Harías el favor de traerme mi revólver? Es el gris.

- Está bien. -dijo levantándose- 

Me sentía tan debilitada... Parecía que mi cuerpo pesaba el doble a lo que estoy acostumbrada a soportar. Necesitaba comer, y a la vez tenía ganas de vomitar. Quería levantarme, pero ni siquiera podía mover la pierna hacia arriba.

Echaba de menos a Nayeon, echaba de menos a Jin... e incluso echaba de menos a Jhon. ¿Qué había sido de Wonho? Ese hombre confió en mí después de lo borde e insensata que fui en su armería, y encima nos ayudó, le tenía que dar las gracias, tenía que hacerlo.

- ¡AAAAAAAH! -se oyen disparos-.

- ¡¿MINA?! ¿¿MINAAAA?? -dije intentando levantar mi cuerpo-. 

Mis esfuerzos eran en vano, me levantaba y volvía a caer. 

De repente, un grupo de zombis -atraído por los disparos y gritos- empezó a golpear la entrada de la tienda.

- ¡OOH, MIERDA, MIERDA, MIERDA! -grité. -¡MINAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Apoyé mi mano derecha en el suelo, y poco a poco fui levantándome. Me puse de rodillas, no podía sostener mi cuerpo.

Un zombi salió de la trastienda y empezó a correr hacia mí.

- ¡NOOOOO! -dije mirando hacia todos lados buscando algún arma.

El zombi se tiró sobre mí. Sostuve su cuello con mi mano derecha, la izquierda estaba completamente dormida. Lo tenía tan cerca de mí... creo que nunca había visto a uno de ellos tan de cerca, o al menos no me había parado a pensarlo. 

Todo su pelo era grisáceo y, en algún que otro punto, blanco. No tenía cejas, ni pestañas. El cráneo hacía una especie de movimientos raros, algo así como tics en la parte trasera. Su cabeza tenía muchos cortes, supuse que había sido atacado por alguien, o que era tan sumamente tonto que se golpeaba él mismo la cabeza contra la pared. Sus ojos eran horror, no tenía mirada, no tenía vista... sus pupilas se dilataban todo el tiempo, su córnea era grisácea, con algunas rayas rojizas de sangre. 

Su rostro en sí, estaba cuarteado de piel seca, muerta y rota. 

-el zombi cayó al suelo tras un disparo-

- ¡OH, MIERDA! -dije. - Mina, ¿qué ha pasado? ¿Estás bien?

- Tenemos que irnos. ¡Están saliendo de todos lados!

- Apenas puedo moverme... y por la entrada es imposible salir.

- En la parte trasera de la trastienda hay una puerta que da a una galería del centro-comercial, ¡vamos!

Mina me dio mi revólver y cogió todo lo que había en la tienda de Sana y suyo. Puse mi mano izquierda sobre su cuello y empezamos a caminar lo más rápido que mi cuerpo me permitía.

Que alguien me explique por qué siempre pasaban cosas de este estilo... Es decir, los zombis acaban ocupando nuestro lugar siempre. 

Si os dais cuenta, cada vez hay más y más de esas cosas, porque cuando llegamos a Busán apenas veíamos uno o dos por día... el mundo ya no era para humanos.

Apocalipsis final | 2YEON adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora