No me alejaré | MaxNat

Seguir adelante

Nat

Después de la primera cita con Max nos comenzamos a conocer mas y entre mas pasaba tiempo con él lograba ver el gran ser humano que era, mi  corazón no dejaba de latir como loco cada vez que lo tenia cerca, nunca me había enamorado y no sabia muy bien como es que eso debería sentirse, pero una noche mientras nos despedíamos se acerco y me dio un beso al principio me asusté porque no sabia que hacer pero poco a poco me comencé a relajar y deje que me guiara y sin duda fue la mejor sensación del mundo, cuando nos separamos supe con certeza que estaba irremediablemente enamorado.

Llegado el día de mi graduación y como Max lo dijo estuvo ahí junto con NuNew y Zee, cuando los vi apoyándome sentí que ellos en verdad se habían convertido en mi familia y una extraña paz me atravesó y hizo que él dolor que sentía por todo lo que había pasado comenzara a disminuir. 

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Fui con James y NuNew a comprar muebles, poco a poco habíamos logrado tener una amistad y aunque me costaba confiar en las personas ellos lo hacían fácil, luego de un largo día fuimos a un restaurante para poder cenar, mientras ellos ordenaban yo fui al baño no tarde mucho y cuando salí me quedé helado al ver a Nan mi hermana frente a mi.

—Cómo es que te pueden dejar entrar aquí. — Dice con un tono de disgusto, trato de ignorarla y seguí mi camino pero no me lo permite. —Pronto Max se dará cuenta de quién eres y de echara a la calle como el perro que eres. —Sus palabra son duras pero ya no me afectan de la misma manera.

—Tu y tus padres ya deberían de superar que él me quiso a mi y no a ti, que gracias a mi tienes lo que tienes porque la casa donde vives la compró mi madre y los regalos que te a dado tu padre son los que mi prometido compró para mí. —La enfrento y le digo lo que siempre quise decir.

—Eres un.. —Siento que su mano se levanta y mi valentía se va y no pudiendo evitar encogerme y cerrar los ojos.

—¡Ni lo pienses! —Escucho la fuerte voz de NuNew y lentamente abro los ojos y veo como la tiene sostenida de la mano. —Nat ya no está solo y más vale que desde ahora andes con cuidado porque si por tu estúpida cabeza vuelve a pasar la idea de hacerle algo te las verás conmigo. —Chilla por qué NuNew la sujeta con más fuerza. — Y creme no quieres tener problemas conmigo. —NuNew la suelta y ella no puede hacer nada más y solo se aleja.

—¿Estás bien? —Me pregunta en un tono amable totalmente diferente al que acababa de usar.

—Lo estoy. —Respondo aunque no puedo evitar abrazarlo.

Cuando terminamos de comer NuNew recibo una llamada y su rostro cambio totalmente, nos apresuramos a llegar a casa y cuando llegamos me acerque a Max.

—¿Qué pasa? —Pregunto y en su rostro se refleja lo tenso que esta.

—Nat, tu padre iba a ser capturado a estado asiendo malos manejos sobre la empresa que era de tu madre y con la denuncia sobre lo que te hizo era seguro que fuera a la cárcel, pero justo cuando estaban apunto de agárralo escapó y tuvo un asiente en su auto al parecer está muerto. —Lo escucho y simplemente no puedo sentir nada, es extraño podría estar feliz pues sus maltratos por fin abrían terminado o triste porque apresar de todo era mi padre pero simplemente ninguna emoción llega a mi. — Nat ¿Todo bien? —Pregunta ante mi silencio.

—No siento nada. —Soy honesto. —Mucho tiempo trate que me quisiera hice todo lo que dijo, pero con el tiempo deje de esperar algo de él, yo no siento nada porque él haya muerto, ustedes me dan demostrado más cariño del que el alguna vez me mostró. —Explico y Max me toma de las manos.

—Y lo seguiremos asiendo. —Asegura y me envuelve en sus brazos.

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Mi vida cambio drásticamente, decidí seguí adelante Max, NuNew y Zee se convirtieron en mi familia, después de terminar de decorar la casa de Max me mudé a sus casa y aunque al principio me solía sentir incómodo, con el tiempo logré hacer de ese lugar mi hogar, nuestra relación progreso, sin duda ya nos conocíamos bastante y aunque aun no lo habíamos dicho directamente estaba seguro que el amor existía.

 Mientras trabajaba en la empresa de Max en la gran oficina que compartía con NuNew ya que casi nunca la usábamos, los gritos me quitaron la concentración y no me quedo mas que salir para ver lo que pasaba.

—¡Dónde esta! ¡Dónde esta ese maldito! —Grita mi Nan furiosa.

—¿Qué haces aquí? —Pregunto extrañado atente su gran enojo.

—Allí estás eres un desgraciado, no te basto con matar a mi padre si no también ahora nos quieres dejar en la calle. —Reclama he intenta acercarse pero los guardias la detienen.

—¡Sáquenla de aquí!— Ordena Max y regresa a su oficina.

—Me puedes explicar de que hablaba. —Lo sigo en busca de respuesta.

—Nat siéntate. —Lo obedezco y me quedó en silencio esperando su respuesta. —Tu madre dejó un testamento en cuanto cumplieras la mayoría de edad la casa y la empresa se te tenían que entregar, pero tú padre no lo hizo en cuanto cumpliste la mayoría de edad tu padre comenzó a desviar el dinero que por derecho te pertenece, ahora que está muerto las cosas tienen que regresar a ti. a tu madrasta y hermana no les corresponde absolutamente nada de lo que tienen ahora.—Aclara y logre entender en enojo de Nan.

—¿Ahora que pasará con ellas? —Pregunto porque me siento mal por ellas.

—Eso ya no es de nuestra incumbencia. —Espeto no muy feliz por mi pregunta, pero al mirarme se relaja. —Bebé pronto lo que te pertenece te será regresado y si con eso decides ayudarlas estarás en todo tu derecho. —Como siempre trata de comprenderme y aun me cuesta creer que el hombre al que amo sea tan maravilloso.