CALMA:

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Sentado al solcito de la mañana, en el patio silencioso, acompañado únicamente por una canción suave y un jugo de naranja frío. Paz, al fin paz en mi corazón, el mundo a mi alrededor quizás se derrumbaba pero no importaba.

Mi rostro levantado y la mirada hacia las pocas nubes que acariciaban el cielo, o simplemente fijo hacia la nada. Cálida caricia, fresca bebida, suave poesía y absoluta tranquilidad...

El momento justo donde todo se pone en pausa y hasta la suave brisa se disfruta. Calma en el corazón, en la mente, sentimiento, el alma y hasta en las lágrimas.

Luego de días frustrantes, donde todo parecía ser el propósito final de la vida, donde cada camino me llevaba a mi cuarto y al encierro, un mar de sensaciones atrapado en un frasco pequeño, frágil y a punto de estallar.

A veces el dolor te enseña, a veces la calma llega sola y te sorprende con una sonrisa por un chiste que te contó una nube pasajera y al darte cuenta que solo se trataba del momento se agradeces el gesto...

El aroma a flores de "Lampranthus multiradiatus" que esperan ansiosos la primavera y del "Citrus Reticulata" despidiéndose del invierno, me reconfortan al saber que no es tanta mi soledad y que la realidad aún está ahí.

Domingo de tranquilidad, sin gritos, chismes, ni rumores, nada de risas, juegos, ruido, bromas mal intencionadas, tampoco dedos apuntando hipócritamente, ninguna razón disfrazada, o lágrimas encerradas... Paz, al fin paz...solo paz.

Música suave:
"Los Cafres"

SIN PLUMA NI PAPEL: Inspiración del pensamiento. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora