SIN PLUMA NI PAPEL: Inspiración del pensamiento.

ASTILLADO RECUERDO:

Mi soledad muchas veces me invita a escribir poesía, historias o pensamientos que gritan por mi en el silencioso mundo en el que vivo. En una de esas madrugadas frías de invierno, desperté de un sueño profundo con el sabor de la nostalgia y el sentir de un conocido pero olvidado perfume, donde mi recuerdo revivió.

En ese instante sentí la necesidad de reflejar mi sentimiento y comencé a escribir mentalmente, no poesía, sino una especie de declaración a un astillado espejo donde me observabas o al menos mi desesperación te veía, un fantasma dispuesto a desafiar mí capacidad de conversar.

¿Cómo es posible que tú presencia en mis sueños consiga más tiempo que tus aparicione física? Se perfectamente que el sufrimiento es el pensamiento que me desgarra cuando te escucho, cuando te veo, cuando te siento pero ya no estás aquí.

Mentirme es recurrente y tantas veces lo conseguí que ya no hay refugio en el perdón. Trataré de vender mi alma al mejor postor o tomaré algún veneno que me quite este dolor, ya no sé si el amor es un capricho o una sensación, si se oculta en los recuerdos o en el corazón.

No sé si cada canción está dedicada o solo es una certera puñalada, tampoco sé empatizar conmigo mismo, porque ya no me queda optimismo. Al parecer la dicha y la agonía van de la mano y es la más bonita rosa enterrada en la tierra de la hipocresía, reflejando la impureza de la musa y las palabras que llegan como llovizna en una prosa poesía.

Decir adiós es un dolor o un alivio, solo depende del momento y el destino. El sufrimiento es como una leve lluvia por la ventana que suena como tú voz suave y se ve como tú triste mirada. No significa nada la realidad, cuando prefería un final feliz, un te amo eterno y un beso cada amanecer, el sabor de ese instante donde el décimo beso es exacto al centésimo.

Mí corazón parece a punto de explotar y en realidad está gritando tu nombre, al final solo es un sueño más donde despertar duele, el silencio envuelve el frío cuarto, la lluvia acompaña mi llanto y ese reflejo roto desapareció hace un tiempo atrás dejando un espacio vacío en mí.