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Días después.

Sus prometidos le habían dicho la noticia a la familia estos celebraron en una fiesta entre los más allegados habían gozado bastante, arlet y luna había secuestrado a Carmen pidiendo detalles de todos, está solo se rió por las ocurrencias de sus amigas.

A pesar de que las tres son mujeres ocupadas siempre sacan tiempo para compartir.

Carmen piensa en todos los acontecimientos que ha tenido en los últimos años en su vida, no podía imaginar el giro que ha dado. Muerde su labio y mira la cajita que tiene en sus manos.

Ya había dejado que su hija descanse espiritualmente ahora es tiempo que descanse en un hermoso lugar y puedas jugar libremente.

Aprieta un poco la cajita y se levanta, llama a sus chicos y estos al ver la cajita ya saben de qué se trata solo caminan detrás de su mujer, atrás de los edificios que viven hay una vegetación espléndida y grande, hay animales libres y es muy segura.

Los tres entran un poco profundo hasta llegar a un bonito lago, encuentra esas hermosas rosas que había plantado meses atrás, con una pala saca un poco de tierra y pone la cajita en el lugar echa todo la tierra con su mano aplasta la tierra y pone una pequeña estaca en cruz con el nombre de su princesa.

─Ahora mami no está sola cariño, ahora podrás descansar en paz y ser libre, no te preocupes por mami estos chicos atrás mío más tus hermanitos me cuidarán, en ocasiones te visitaré… te quiero mucho mi princesa Briana.

Carmen comienza a llorar siente que se ha quitado un gran peso de encima, siente que por fin podrá dejar libre a su hija, ahora es tiempo de seguir luchando por su felicidad junto a su familia.

⬤⬤⬤⬤

El día que se casaron fue una pequeña boda  pero hermosa a sus ojos, todos sus queridos amigos estaban ahí, los emperadores, sus amigas y maridos con sus hijos, los comandante supremos también estuvieron.

En fin había sido una hermosa noche de bodas, sus maridos la sacaron a bailar así como también disfrutaron su día, esa ocasión nadie se sentó excepto dos personas que decía pocas palabras y nadie pudo hacer que bailen hasta los emperadores disfrutaron la noche.

Alguien que principalmente gozo fue su niña Briana nunca la había visto sonreír y carcajea tanto, ella fue su niña de flores así como también de los anillos.

Su niña había cambiado bastante ya puede salir aún no por mucho, carmen trato de conversar para que tenga su propia casa pero lo que se negaron fueron los emperadores cosa que sorprendió bastante.

Carmen solo mira con ojos acusadores al par de hermano importandoles poco que son de la realeza, al final no dijo nada ya que su niña es quien tiene la última palabra.

Está al final aceptó quedarse en el Palacio real, trato de indagar un poco pero Briana nunca le dijo nada en fin solo dejara que su niña sea ella misma.

Se ríe por todos sus pensamientos, está sentada en una silla muy cómodamente sobando su barriga de 4 meses que parece un embarazo de 7 meses.

Sus chicos la consiente bastante, ahora que lo piensa se casó cuando tenía dos meses de embarazo solo se notaba  un pequeño bulto en el vestido.

Sonríe al sentir varias patadas de sus niños, suspira agusto con su vida solo puede ser feliz, aunque la felicidad no existe solo existen momentos que te hacen sonreír, llorar y desear que sigan pasando.

Solo puede decir que está en el momento correcto de su vida.

Mira el cielo estrellado estaba distraída cuando sienta a sus hombres a su lado.

─¿Todo bien morena? ─pregunta Alexis.

─Si… todo está perfecto, ustedes son perfectos, los amos.

Los gemelos sonríen, besan los cachetes de su mujer y bajan hacia la hermosa barriga de su mujer y la besan.

─Nosotros te amamos más.

Fin.



Mi Dr. (Saga Agencia Intergaláctica II) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora