A las diez de la noche con su pijama puesta, la azabache se encontraba en su balcón viendo la hermosa ciudad nocturna, no podía dormir, los pensamientos sobre Félix la abrumaban. La confesión del londinense no podía sacarla de su cabeza ella creía lo que él dijo pero su parte razonable le repetía que Félix no es alguien de fiar, que tal vez sólo la quería usar para conseguir algo y caería como una ingenua de nueva cuenta, pudiendo llegar a perder su prodigio, algo que no puede dejar que suceda bajo ninguna circunstancia.
—Él no puede estar enamorado de mí— pero a su mente llegaron los recuerdos, de como él la cuidó, la protegió, lo nervioso y avergonzado que estaba cuando le dijo que le gustaba, todo fue tan genuino, imposible de fingir pero si en verdad todo fue una mentira debía admitir que Félix es un gran actor como alguna vez lo fue su tía Emelie.
—¿Interrumpo?— como estaba concentrada en sus pensamientos se asustó cuando el chico aterrizó a su lado.
—¿Félix?— no pudo evitar ponerse alerta, no debía caer en el espiral de mentiras de Félix se dijo mentalmente.
—Sí, quería saber si te encontrabas bien— lo observó fijamente tratando de encontrar un indicio de mentira pero lo único que encontró fue preocupación real.
—Lo estoy ¿Y tú?— él elevó una ceja y sonrió de medio lado.
—La verdad no lo sé— el rubio soltó un suspiro regresando a su identidad civil.
—¿Por tí Ladybug perdió los prodigios verdad?— los ojos verdes del joven la miraron fijamente pero no tardó nada en desviar la mirada, ella pudo ver un rayo de tristeza en ellos.
—Sí, yo estaba fingiendo ser Adrien y ella me entregó el prodigio.
—¿Así que no he sido la única a la que se lo has aplicado?— bromeó pero Félix no sonrió.
—Hay varios motivos por los que me debes despreciar pero al menos quisiera explicarte el de los prodigios— Félix tomó una profunda respiración, tomando valor para contarle a su hermosa Fènghuáng lo que jamás le ha contado a nadie.
—Sabes que este prodigio puede crear cualquier ser que tú desees— la azabache asintió sin tener la menor idea de a lo que Félix quería llegar.
—Mi madre no podía concebir, ella estaba muy triste y entonces un día le llegó una extraña solución a mi padre. Él aceptó e hizo uso de este prodigio para que mí madre lograra quedar embarazada— Marinette analizó lo que el chico contó y después de entenderlo se quedó en shock.
—¿T-tú eres un...
—Sí, soy un sentiser Marinette y me pueden controlar con esto— el chico le mostró el anillo que alguna vez fue de su padre pero ahora es suyo, sólo suyo.
—Hay otros como yo pero ellos no saben lo que son y yo quiero ayudarles, quiero liberarlos del control al que están sometidos pero ellos no están listos para saber la verdad, aún no— la joven no sabía que decir o que hacer, jamás se esperó algo así.
—Por eso traicioné a Ladybug, tenía que buscar la forma de conseguir este prodigio, porque la persona que lo tenía no era el indicado para portarlo. No soportaba la idea de que siguiera creando sentiseres para manipularlos, controlarlos, maltratrarlos y después destruirlos como si nada— Félix apretó las manos en un puño tratando de reprimir su frustración.
—Cuando traes a un ser vivo a este mundo acabas teniendo responsabilidades con él, debes protegerle, amarle y ayudarle a descubrir el sentido de su existencia y si le impides eso, es monstruoso— una lágrima solitaria se deslizó por la mejilla del rubio al recordar todos los malos momentos que lo hizo vivir su padre.
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Todo por amor
FanfictionDesde que Félix conoció a Marinette Dupain-Cheng no ha podido sacarla de su cabeza, no sabe que es lo que la hace tan especial para pensar en ella más veces de lo que le gustaría admitir. Sin darse cuenta ya se encuentra siguiendola, preocupándose p...