#14. Marinette tiene novio

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ADVERTENCIA: Este capítulo contiene una escena de violencia hacia un menor de edad que algunos lectores pueden encontrar perturbador, por favor proceda a leer con precaución.

Félix se encontraba leyendo con rapidez el libro que hace una hora le había entregado su padre, constantemente observaba el reloj, le habían dado un límite de tiempo y todo su pequeño cuerpo temblaba levemente porque apenas iba por la mitad, debía apresurarse o sino sería castigado.

—Cariño, deberías comer algo, no es bueno para ti que te saltes las comidas— escuchó la dulce voz de su madre, como deseaba responderle amablemente y con cariño porque ese era el trato que ella merecía, pero no podía, estaba obligado a ser cruel con ella.

—Lárgate y no me molestes, estoy ocupado, no puedo comer hasta que termine de leer el libro— contestó y quería golpearse, se odio a sí mismo cuando vió la triste expresión de su madre que rápidamente desapareció, ella era tan buena escondiendo lo que sentía.

—Está bien mi amor, búscame cuando quieras comer— Amelie se dió la vuelta y se encaminó a la cocina, pequeñas lágrimas rodaron por sus ojos, sabía que Colt lo había obligado a actuar así con ella pero eso no quitaba que doliera, aunque lo que más le dolía era saber que su pequeño hijo no podía comer hasta que cumpliera lo que le ordenó Colt, odiaba tanto a ese miserable, a veces el deseo de poner veneno en su comida era tan tentador.

Félix había avanzado diez páginas más cuando escuchó la puerta abrirse y cerrarse segundos después, esos pasos lentos, pesados que reconocería donde sea hicieron que la piel se le erizara, el deseo de huir era grande pero el terror lo era aún más, estaba paralizado en su silla sin poder mover un solo músculo de lo tenso que estaba.

—¿Ya terminaste de leer?— su primer instinto fue cerrar el maldito libro y mentir pero él no le creería, él lo obligaría a decirle la verdad y le iría peor.

—Me faltan 82 páginas— su voz tembló, sonaba tan patético, se despreciaba tanto a sí mismo.

¿Por qué el libro tenía que tener tantas páginas? ¿Por qué el tiempo pasó tan rápido? ¿Por qué no pudo leerlo en el tiempo establecido?

—Te faltan 82 páginas— aunque la voz de Colt sonaba tranquila, él sabía bien que eso era una mala señal y que no le esperaba nada bueno.

—Te di un límite de tiempo y ya se acabó Félix— el rubio tembló y sintió las lágrimas agolparse en sus ojos, las contuvo, a él no le gustaba que llorara, no cuando aún no le había hecho nada.

—Papá...

—¿Te di permiso de hablar?— negó y bajó la mirada, sintió a su estómago gruñir de hambre, tal vez esa era la razón por la cual no pudo terminar de leer el libro en el tiempo establecido, no lo habían dejado desayunar, por leer el libro tampoco pudo almorzar.

—Cuando te doy una orden lo único que tienes que hacer es cumplirla ¿Es tan difícil para ti? ¿Te gusta hacerme enojar?— jadeó cuando su padre lo agarró con fuerza del cabello y lo hizo mirarlo.

—¡Responde!— el pequeño Félix de 10 años se sobresalto por el grito, no sabía porque aún reaccionaba así, ya debía estar acostumbrado.

—No, no, perdón papá— contestó inmediatamente, pudo ver los ojos cafés de su padre, lo miraban con desprecio y odio.

¿Qué había hecho para merecer esto? ¿Por qué su padre no podía amarlo? ¿Ser un sentiser era tan malo?

—¿Y entonces por qué no puedes cumplir una estúpida orden? Te cree para que seas mejor que los humanos comúnes, tienes habilidades únicas y aún así eres una maldita decepción ¿Crees que no puedo desaparecerte? Si no me sirves, te destruiré y crearé un nuevo Félix ¿Eso es lo que quieres?— el terror lo invadió, su padre solía amenazarlo con que lo destruiría cuando no hacía algo bien, no le tomaba importancia hasta que descubrió que era un sentiser, que era alguien que podía ser reemplazado si no cumplía lo que se le ordenaba.

Todo por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora