Las palabras de su abuelo resonaban en su mente.
“Dare la otra mejilla las veces que sean necesarias, no importa cuánto sangre”
Con ese pensamiento reproduciendolo infinitamente como su canción favorita, tocó la puerta de su hermana mayor.
La sorpresa en la cara de su hermana se vio reflejada en sus ojos y boca abierta.
— Perdón, se que la familia tiene que estar por sobre todas las cosas, el abuelo ya hablo conmigo... Si el— no podía creer lo que estaba diciendo —, si el te hace feliz, yo los apoyaré y— se vio interrumpida al ser abrazada por su hermana mayor.
Un mar sin agua.
Una casa sin personas.
Una tienda sin clientes.
Así de vacío se sentía aquel abrazo, al igual que la falsa sonrisa que la oji azul le dedicó.
— Eva... No sé que decir.
Podría matar dos pájaros de dos tiros.
— ¿Que tal si me cuentas como empezó?
Ambas se adentraron al cuarto, muy bien ordenado y se sentaron en la orilla del colchón.
Fue hace unos meses, talvez mucho menos, yo, te juro que yo no quería que pasara, pero el era tan bueno conmigo que no lo pude evitar.
Mentía... Ella tenía sospechas desde hace un año.
Ha decir verdad, nos tomo de imprevisto, creímos que tan solo era amistad.
¿Y por qué esconderían su amistad, si solo era eso?
El es la persona más inteligente e interesante que he conocido, ambos tenemos muchas cosas en común y hablar con el parecía ser tan fácil, de pronto y sin darme cuenta, caí, el me hace sentir como si estuviera viendo el vacío, un vacío al cual quiero aventarme sin paracaídas, sin pensarlo.
¿Estaba escuchando mal, o había dicho lo que ELLA misma le había dicho a su madre cuando lo conoció?
— Estoy enamorada de el, y se que el lo está de mí, solo espero que entiendas... Y sepas darnos nuestro espacio, hermanita.
El sonido de un golpe seco contra una mejilla resonó.
“Da la otra mejilla, cobarde”
Así fue como sintió aquella frase dicha por su hermana, como una abofetada.
Así fue que dió la otra mejilla.
— Lili, eres mi hermana, por más que no nos comuniquemos mucho, siempre serás mi hermana... Tu y Cam son lo mejor que me pudo pasar en la vida— tomo las manos de la oji azul —, tienes mi bendición, hermanita.
Sorprendiendo a su hermana mayor, los labios de Eva se posaron sobre la mejilla de Lilian, un beso cargado de enojo y resentimiento pero al mismo tiempo con la esperanza de poder pagarle con la misma moneda, algún día.
Con la misma hipocresía con la que la abrazo, ella le dió un beso lleno de malos deseos.
...
Termino de despedirse de su familia, el abuelo le había dado un papel el cual no tenía que leer sino hasta estuviera lejos de ahí.
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El veneno de Eva | +18
RomantikQuién diría que una pequeña mentira desataría un terremoto de emociones. - ¿Cuántos años tienes? - ¿Eso importa? - Mucho Guardo silencio para después decir - veintitrés ... - Hermanita, ven, deja te presento al tío de Adrien ... - No dijiste que t...