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—¿Por qué les dijiste que estabas en una relación? — pregunté tomando de mi jugo. Estabamos almorzando a las cuatro de la tarde. Y era de no creer, pero no tuvimos tiempo antes y había que agradecer que sí estabamos comiendo un sándwich o cualquier cosa.

—Porque estoy contigo. — sentenció mirandome con una sonrisa coqueta para luego tomar con sus dos manos su sándwich de pollo con lechuga.

—¡Hobi! — le miré y casi me trapico con la bebida. — Te pueden oír.

—Te ves linda cuando te sonrojas. — siguió con esa misma sonrisa.

(...)

Ya eran casi las 9 pm y aún seguía en turno. Estaba cansada y creo que mis ojeras se podían ver hasta en mi sombra.

Pasaba la última ronda por las camas 6 y 7 cuando oí a tres enfermeras cotillear con Hobi quien venía con su delantal blanco abierto y su uniforme clinico abajo conversando de algo con ellas.
Él se sentó en la estación de enfermería para ocupar un computador sin fijarse que yo estaba al otro lado del pasillo.

Algo le dijo una de las enfermeras que él la miró y sonrió divertido mostrando esa hermosa sonrisa y esos dientes. Y lo peor de Hobi, esos ojos sonrientes que al verlos sentías que te alumbraba todo dentro de ti.
Ella se sonrojó.

Hobi dejó de hacer lo que hacía en la computadora y se puso de pie. Firmó un papel y se marchó.

Cinco minutos después terminé mi ronda y las oí hablar.

—¡Es esa sonrisa que tiene que me vuelve loca! — dijo una enfermera.

—Lo sé, la primera vez que lo vi sonreír quedé aturdida una semana. — dijo la otra y se marcharon riendo.

Agregué dos pacientes más a mi lista en sistema para mañana con todos los detalles y estaba lista para irme.
Ya habían pasado 40 minutos y ya eran casi las 10 de la noche cuando recibí un texto.

Hobi.
¿donde estás? Yo salí recien hace 30 min.

                                      Estoy muerta. Adiós.

Hobi.
No digas sandeces. Dime para ir por ti.

                                      Voy bajando.

Hobi.
¿Ascensor o escaleras?

              
                                   Ascensor, las piernas no me       
                                  dan para más 😞

Hobi.
Pobrecita mi chica. ¿Qué puedo
hacer por ti? 🥺

                                  Dejar de sonreír. Bye.

Hobi.
Hey!! Why? Contesta!!

Hobi.
Oyeeeeeee!

Hobi.
Ya vas a ver!

Y definitivamente estaba abajo. Con ropa deportiva. Se notaba que se había bañado recién y que llevaba todo en su bolso. Su pelo brillaba, algo se notaba húmedo aún.

—¿Me esperabas? — dije saliendo del ascensor. En el nivel 1. Miré a mi alrededor y
ya había poca gente en el hall principal.

—Pues sí. Osea no habíamos hablado. Entonces antes de irme te hablé a ver si seguías aquí. Sino iría a darte tu beso de buenas noches a tu habitación — susurró en mi oído.

—No te me acerques tanto. Apesto. — dije empujándolo sin casi moverlo.

—No digas tonteras. ¡Ah! Y ¿Cómo es eso que no quieres que sonría?

—Porque te vi sonriéndole a las enfermeras arriba en onco y quedadon flechadas con tu sonrisa. — rodé los ojos y caminé sin mirarlo.

—¿Estabas ahí? — dijo buscando mi rostro.
Su cabello caía sobre su frente y se veía como olía. Demasiado bien.

—¡Aham! — solté.

—Y ¿qué tiene? Así sonrío.

—Ese es el problema. Que sonríes y enamoras. Así que no lo hagas. — no lo miré. Sabía que estaba siendo una nena malcriada. Pero era parte de nuestra relación. Además no hablaba en serio. Bueno, no tanto.

—¿Así que amas mi sonrisa? — se detuvo frente a mí, deteniendo mi marcha. Ya estabamos afuera del hospital.

—No es eso, es solo que la enfermera a quien sonreiste quedó flechada contigo, era nueva al parecer y...

—¿Estas celosa? — sonrió coqueto. Igual que al almuerzo y revolvió mi estómago de revoluciones.

—¡No te creas!

—Yo creo que sí — tocó mi nariz. Callándome —Pero si quieres puedo decirles, que mi novia es celosa y no quiere que sonría más y...

—Deja de decir que soy tu novia, no lo soy...

—¿Quieres serlo? — se puso serio.

Mi pulso se paralizó. Bueno eso no era realmente posible, pero en un mundo animado pudo haber pasado. Y tenía miedo.

—Prometo ser sincero ésta vez, y no dejarte
No me perdonaría dejar al amor de mi vida una vez más. — habló serio buscando mi mirada.

Mis ojos se llenaron de lágrimas. Era mi mayor miedo. —¡Lo prometo! — añadió.
Limpió mis lágrimas con sus pulgares. —Y con mi sonrisa no puedo hacer mucho. Pero te juro que mi cuerpo será todo tuyo. Mi corazón y si quieres mi alma. ¡Tómalo todo! —acunó mi rostro en sus manos tibias y miró mis ojos.

Solo pude asentir. Y él me besó. Vi como cerró sus ojos y me besó. Sentí su boca necesitada sobre mis labios. Y no me importó estar en el estacionamiento del hospital, ni quien nos viera.
Solo éramos él y yo. Otra vez.

—No importa a quien sonrían estos labios, lo que importa es que solo te desean a ti. — susurró para volver a darme un beso corto.

—Hobi... — susurré.

—Te amo. Y no tienes que responder nada hoy.
Solo me basta con que seas mi novia otra vez Eun-ah. ¡Te amo! Y esas dos palabras las traía atoradas hace años. — besó mi naríz y recién soltó mi rostro. Para luego dejarme abrazarlo a mi de la cintura. Puse mi cabeza en su pecho escuchando sus latidos.

—¡Eres mío! — dije sobre su pecho haciendo sonar mi nariz que estaba llorona como yo.

—¡Lo soy! — escuché que dijo y acarició mi nuca con ternura.

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Esta es la recta finaleeee.
!!! Bebes. Comenten. 🫀💜

 🫀💜

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HE - JUNG HOSEOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora