Dulce amor 3

874 104 16
                                    

Yuta, estaba algo nervioso, le preocupaba que su querido alumno estuviera pasando por algo triste, que no le permitía rendir correctamente.
—Si fuera ese el caso, me encargaré de ayudarlo en todo lo que pueda —penso Okkotsu.

Mientras seguía revisando algunos materiales para la clase de mañana, sintió como golpeaban tímidamente la puerta de su oficina.

—Pasa, Toge —contesto Okkotsu, algo nervioso.

Toge, pudo sentir el temblor en la voz de su profesor, pero Inumaki no se conformaba con ese hermoso tono tímido, quería averiguar cómo se escucharía la voz de su maestro, pero cuando estuviera excitado por su causa. ¿Se escucharía más grave? Estaba deseoso de saber. Y lo averiguaría hoy mismo.

—Permiso, profesor...Yuta —dijo Toge, colocando una voz más suave, en el nombre de su maestro.
Eso hizo que ha Okkotsu le pasarán dos cosas a la vez. Al escuchar su nombre, con esa voz tan bonita, se le erizaron los vellos de la nuca y algo abajo en su entrepierna se despertó contenta por esa bonita estimulación.

Toge vio a su maestro cruzar las piernas, tratando de ocultar cierta parte ya activa. Primera parte lista, pensó Inumaki.

—Toma asiento —tartamudeo Yuta. Tratando de disimular sus nervios.

—Gracias. ¿Porqué me llamó profesor? ¿Que ocurre? —pregunto haciéndose el inocente.

—Queria saber si estás con algún tipo de preocupación o problema, ya que no te fue muy bien en el control y tu siempre sacas notas excelentes en mi clase.

—Bueno...eso —tartamudeo Toge, pasándose la lengua por el labio inferior, completamente a propósito.

Yuta fijo su mirada en esa linda boca, imaginando como sería besarla o le hiciera cosas indecentes a su parte baja aún más despierta. ¿Que cosas atractivas podría hacer esa lengua tan bonita? —Controlate Yuta Okkotsu—se reprendió mentalmente, es tu inocente alumno, no puedes andar pensando esas cosas.

—La verdad profesor, es que ayer no me sentía muy bien, por lo que estaba distraído —mintió Toge.
—¿Y hoy como te sientes? —dijo preocupado Yuta, no quería que su bonito estudiante sufriera ni el más mínimo dolor.
—Mucho mejor, profesor, gracias por preocuparse por mí. Es muy amable por eso me gusta mucho, profesor Yuta.
—Oh...eres muy amable Toge —respondió Okkotsu, secretamente feliz, por la palabra gustar.
—¿Necesita algo más de mí, profesor?
—Sí, ya que eres mi mejor alumno y nunca fallas ningún examen, te doy la oportunidad de repetirlo, aunque eso sí, debo preparar uno, con otras preguntas. ¿Que te parece?

Toge en ese momento vio la oportunidad de su vida.

—Profesor ¿Puedo sugerir una forma de examen mucho más rápida y menos engorrosa?
—Adelante —dijo curioso Okkotsu.
—Un oral —dijo Toge, con toda la intención de insinuarse.
—... ¿Co-como? —dijo atragantándose Okkotsu.
—Un examen oral profesor Yuta. Soy muy bueno.
—Claro, por su puesto, un examen oral —tartamudeo Okkotsu.

Yuta, estaba por perder la cordura, no aguantaba más, debía calmarse, antes de que terminara por cometer una locura. Necesitaba ir al baño y ocuparse del asunto entre sus piernas de manera urgente o terminaría por devorar a su amado alumno.

—Bueno Toge, mañana en la mañana puedes venir y te hago el examen —dijo Yuta, terminando la reunión con Toge.
—¿Y porque no ahora, profesor Yuta?
—Es...estoy ocupado por el momento —corto Okkotsu.
—Profesor Yuta, quiero hacer el oral ahora.
—...
—Por favor, hágamelo, profesor Yuta —dijo Toge con voz suave, casi suplicante.
—Yo...

Yuta solo quería agarrar a Toge y sentarlo en sus piernas, con los pantalones desabrochados y hacerlo suplicar otras cosas.

—Profesor Yuta —dijo Toge lamiéndose los labios y mirando fijamente a su maestro — le voy a hacer el oral ahora.

Okkotsu, entendió perfectamente lo que su alumno le estaba insinuando.

—Ven, acércate y tomemos el examen ahora mismo.


Continuará.....






Cuentos Yuta x TogeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora