02: Martes

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La mañana se me hizo tan corta que por primera vez deseé que las clases duraran más. El tiempo parecía estar en mi contra pues mi noche de descanso tampoco fue muy buena, aun me sentía cansado al levantarme, lo atribuí al no haber comido nada aparte del cereal con leche del desayuno el día anterior.

Fui el último en entregar el examen, no porque no supiera, la verdad es que venía bastante fácil, fue más bien porque no quería salir y encontrarme de nuevo con Earth.

Khao había abandonado el aula hace bastante tiempo, así que de nuevo me encontraba caminado sólo después de pasar trayendo mis cosas al casillero.

Sin ninguna prisa fui hasta la cafetería saludando a quien se me cruzara por el frente, intentando retrasar lo más que podía mi encuentro con Earth, pero al parecer todos estaban demasiado ocupados pues se despedían después de unos minutos. Suspiré un poco frustrado al no tener más escapatoria, avancé hasta la última mesa al fondo del casino, la que está junto al ventanal.

—¿Qué hay? —saludé, sintiéndome estúpido al momento por haber escogido esa frase.

Dejé mi mochila en el piso y me apoyé sobre la pared fingiendo naturalidad, me metí a la boca el bombón que Neo me entregó para calmar los nervios. Logrando enojarme pues no estaba seguro de saber la razón de mi nerviosismo. Siendo sincero, no entendía por qué estaba actuando de esa manera.

—¿Qué tal el examen? —Mark fue el primero en hablarme. Levanté los hombros restándole importancia. Voltee hacia la ventana jugando con el dulce en mi boca, el manto grisáceo de ayer seguía allí.

—Pensamos que para el último día podríamos ir a Friday's... ¿Qué opinas? —me pregunto Khao. Como siempre, todos estaban sentados menos yo.

—Eh... sí claro, está bien —respondí casi que automáticamente, no queriendo voltear a la mesa y encontrarme con la mirada de Earth, sabía que estaba viéndome desde que entré a la cafetería.

—¿Sabes qué es? —indagó Neo. Haciendo caras para que volteara a verlo.

—¿El qué? —le pregunté, viéndolo de reojo con el ceño fruncido para que dejara de hacer el payaso.

—Friday's, ¿sabes qué es? —me explicó con una sonrisa. Me crucé de brazos ladeando la cabeza, fije mi vista en el cielo haciendo memoria. La verdad era que no, no tenía idea de lo que era.

—No... Pero enseguida me dirán que es —dije volteándolos a ver y poniendo mala cara. Khao empezó a reírse, tapándose la cara con el libro que tenía en la mano.

—Earth, explica —le dijo dándole un codazo al mencionado. Ya que estaba sentado a su izquierda.

—¿Qué? ¿Por qué yo? —protestó dirigiéndole una mirada ceñuda al bajito.

—Solo hazlo, que a ti te queda mejor —el tono con el que habló Mark era sarcástico, aunque yo no le veía la gracia al asunto.

—Eh... pues... es una fiesta —divagó Earth.

—¿Y cuál es el problema? —pregunté viendo de nuevo hacia la ventana.

—Ah... pues... —todos empezaron a reír, y al no escuchar a Earth defenderse, pues este no era de quedarse callado ante nadie, volví a preguntar, esta vez molesto.

—¿Qué tiene? —al voltearlo a ver, su cara me confundió. Estaba rojo hasta las orejas intentando ocultarse tras el libro que antes tenía Khao.

—¡Es una fiesta gay! —gritó Mark entre risas. Abrí la boca incrédulo, viendo como el rubio intentaba parar de reír.

—¿Están de broma? —le pregunté cuando al fin dejo de hacerlo, no sé ni en que tono lo dije.

—No —la voz de Earth sonó más grave de lo normal, estaba molesto. —¿Tienes algún problema contra los gays? —me preguntó cruzándose de brazos.

—¿Debería?

Apreté los dientes por haber dudado en que contestar, imitando su postura rápidamente, teniendo una batalla de miradas. Por unos segundos todos quedaron en un incómodo silencio, incluso los que estaban alrededor nuestro, cosa que me molesto. Dedicándoles una mirada arritada al resto, regresé a ver a Earth.

—Eh... bueno... mañana hay examen y tenemos que estudiar. Así que me retiro —habló Khao, recogiendo sus cosas para meterlas en su mochila. —Mix... ¿Vienes conmigo?

—... Claro —tarde unos segundos en contestarle, no queriendo ser el primero en desviar la vista. Tomé mi mochila y caminé al lado de Khao, despidiéndome con un gesto de los tres restantes en la mesa.

Mi hermano podría ser lento para algunas cosas, así mismo podría ser el único en darse cuenta de otras, y en este momento agradecía eso. Mordí el bombón con furia, ya que aún lo tenía en la boca, y tiré el palito al suelo.

En total silencio caminamos hasta el piso que compartíamos dentro de las instalaciones de la universidad, lo cual agradezco, no estoy seguro de poder contestar sin ser grosero. Entramos a la habitación, lancé mi mochila a la cama y saqué mis apuntes sentándome sobre la misma. Khao, quien se había mantenido en silencio todo el tiempo, habló solamente para que me exaltara aún más.

—¿Me contarás lo que paso? —me preguntó acomodándose sobre su cama.

—¿Cuándo? —contesté fingiendo desinterés viendo mis apuntes, pero apretando las hojas en mis manos al recordar a Earth y al tipo en su aula.

—Lo que viste... —dijo eso en un susurro, notando la tensión en mi voz, que de no haber sido porque a esa hora la mayoría de los estudiantes estaba en la cafetería o las afueras de sus facultades, no habría escuchado.

—¿Dónde? —aparté la mirada de las hojas para dirigirla a mi compañero, buscando con la mirada intimidarlo para que dejara el tema.

—¿En el salón de Earth? —preguntó casi con miedo. Ni para menos, pues mi gesto sereno cambio a uno de molestia.

Chasqueando la lengua, pasé una mano por mi cabello desordenándolo, ¿qué no entendía que no quería hablar de eso?

—Creo que ya lo sabes, ¿para qué debería decírtelo? —contesté en cambio, por el motivo que fuera, no podía ni mencionar la escena.

—No… ¿qué? —tartamudeo, encogiéndose en su lugar—, no, yo no...

—¿No lo sabes? —pregunte sarcástico—, conveniente, ¿no?

—No... No sé de qué hablas —respondió, empezando a morderse el labio inferior como cada vez que se ponía nervioso.

—¡Oh! Vamos hermanito, ¿Friday's? no puede ser coincidencia —dije con fingida voz de asombroso.

—No... No sé —murmuró, mordiéndose con más fuerza el labio.

Perdiendo los estribos ante tan mala actuación, tiré mis apuntes a un lado, me baje de la cama y caminé hasta la suya, sin dejar de mirarlo, me paré enfrente a él.

—Dime Khao, ¿de quién fue la idea de ir a una fiesta gay? —lo tomé por los hombros entrecerrando los ojos, buscando presionarlo para que hablara. Cuando apartó la mirada, supe que había ganado.

—¡Fue Earth! —dijo en un grito. Deje escapar una risa sin ganas.

—¿Aún quieres saber lo que vi? —le pregunte regresando a mi cama. —Usa la imaginación.

Saqué mi móvil de la mochila y lo puse a cargar, me dejé caer de espaldas a la cama leyendo así los apuntes, intentando concentrarme en eso y nada más. Me sentía molesto, demasiado enojado, cuando a mi parecer no tenía motivos.

El celular empezó a sonar a mi lado, lo tomé desbloqueando la pantalla viendo las notificaciones de todas las llamadas perdidas de Earth, mi sangre volvió a hervir al recordar esa escena. Las quité de mi pantalla, puse el móvil en modo avión y conecté mis audífonos poniendo música a todo volumen.

Si Khao me habló, salió o hizo algo el resto de la tarde, no lo supe, me enfrasque leyendo los apuntes hasta que me quedé dormido.

Siete『Amor unilateral 1』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora