Después del largo recorrido que he pasado llorando hasta casa de Míriam siento un alivio, porque sólo quiero llegar, encerrarme en lo que me den por habitación y llorar más de lo que ya he hecho. Porque si no hay algo para calmar todo este dolor que siento en el pecho ¿Qué mas da que llore toda la vida?
Cuando bajamos del coche Míriam coge las maletas en las que está mi ropa que he cogido cuando fuimos a mi casa. Se veía tan vacía.. Y el dolor me invade aún más cuando pienso que estará igual de vacía todos los días desde ahora que no está mamá.
Míriam me ha dicho que estaré en su casa el tiempo que mi padre esté en el hospital y todo lo que haga falta, aunque no sé si preferiría estar con ella o sola en casa; no digo que no me guste estar con ella, todo lo contrario ya que es una de las personas más importantes de mi vida, será de gran ayuda tener a alguien que me pueda escuchar, simplemente, quiero tener un tiempo a solas donde pueda desahogarme.
Cuando entro por la puerta veo a Daniel que me da un cálido abrazo y dice-Mell.. Palabras no tengo para que puedas sentirte mejor pero, sabes que siempre estoy para ti cuando necesitas hablar con alguien o cuándo necesitas ayuda, siempre lo he estado, y siempre lo estaré.
-Lo sé Daniel, lo sé. Lo sé..-Se me caen aún más las lágrimas.
Veo a Jimmy detrás de Daniel que me mira con ojos llorosos, esperando a darme un abrazo, sé que será tan cálido como el de Daniel, ellos siempre están para mí. Son más que mis primos, son mis hermanos.
-Oh, mi niña.. Sabes que te quiero no Mell?- Me coge la cara y me da un beso en la frente.
- Yo también te quiero Jim, os quiero a los dos- con esto último Míriam me coge de la mano y me indica que la siga.
-Ven cariño, te enseñaré tu habitación.
Llegamos al final del pasillo y me enseña lo que será mi y habitación.
-Sabes Mell? No quiero que te alojes en el cuarto de invitados, ésta será tu habitación, no la ha ocupado nadie y, cuando te vayas a casa con tu padre, esta habitación será siempre tuya.
-Gracias Míriam, gracias por todo.
Me mira y se le caen las lágrimas-No sé realmente cuánto es el dolor que sientes, pero sé que duele, sé que es muy difícil todo esto para ti y también para tu padre así como también lo es para mí, para Jimmy y Daniel, para Marc y para todos Mell, pero sé que tú sufres más, y sólo quiero darte lo mejor que puedo.
-Siempre me has dado lo mejor Míriam, siempre has estado junto a mí y realmente te lo agradezco, solo por favor necesito un tiempo a solas.- Digo y asiente con la cabeza.
-Está bien cielo, si necesitas algo me lo dices.
«La necesito a ella Míriam, la necesito a ella.»
Cuando Míriam me deja a solas en la habitación, la observo cuidadosamente, es un poco de mi estilo y le agradezco por no pintarla de color rosa.
Me tumbo en la cama, ni siquiera me he cambiado de ropa desde que he salido del hospital, tengo muchas cosas en la cabeza como para pensar en qué ponerme ahora mismo. Cojo el móvil y pongo mi canción favorita mientras cierro los ojos, canto en sollozos y grito en silencio- ¿Esta vez cómo Mell? ¿Cómo lo vas a superar? No puedes decir que lo superaremos como siempre lo hemos hecho porque esto es muy distinto a lo demás. Es más doloroso que cualquier otra cosa.- Noto las lágrimas que caen por mis mejillas mientras cojo la almohada, quisiera que esto fuera un sueño y mañana por la mañana despertar y sentir un gran alivio de que realmente no está pasando. Que realmente no se ha ido. No podré borrar esto de mi memoria, porque ni el tiempo curará éste dolor. El tiempo no cura nada, solo te acostumbra a la idea de que algunas cosas cambian y que debes aceptarlo.
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Hola a todos :)
Quería deciros que gracias por leer y votar por ésta historia y que si me va bien, subiré capítulos todos los viernes.
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