Pueblo Mingyun (Parte 1)

8 1 0
                                    

Al irse alejando de Espinadragón, los chicos se fueron recuperando del helado clima montañoso sólo para terminar adentrándose en una tormenta. Por lo menos en esta ocasión no estaban cayendo rayos, pensó Bennett. Aunque prefirió guardarse ese comentario para sí mismo, pues estaba seguro de que si lo decía, terminaría invocando los dichosos rayos.

—Ten cuidado al caer, Razor. No te vayas a resbalar —Advierte el chico mirando cómo el suelo cada vez estaba más cerca, aunque en realidad se lo había dicho a sí mismo.

Al estar a unos pocos metros del suelo, soltaron sus manos para poder caer con propiedad. Y mientras Razor dio un pequeño giro al tocar el suelo, evitando así cualquier clase de daño, Bennett quiso caer de pie y después apoyarse en sus manos, aunque terminó por caer sobre una zona bastante fangosa que lo hizo resbalarse y tropezar de cara.

—De acuerdo, eso sí me dolió.

Se queja al separar su rostro del lodo mientras trataba de limpiarse los ojos. Razor rápidamente se acercó para auxiliarlo, limpiándole el rostro con cuidado.

—¿Estar bien?

—Ojalá me dieran un mora por cada vez que me preguntas eso —Bromeó con una ligera sonrisa al abrir los ojos— Si, estoy bien.

Al quitarle la gran mayoría del lodo cruzaron miradas, notando como ambos rostros estaban bastante cerca. Sus corazones palpitaron con emoción. Bennett apretó los labios con ligero nerviosismo mientras que Razor solo quiso seguir contemplando sus ojos.

—Ehh... Gracias, Razor. Ya estoy bien.

Con una sonrisa nerviosa, toma sus muñecas y lo separa. Sentía que cada vez era más difícil aguantarse las ganas de besarlo.

—Oh, está bien.

Por su parte, Razor sintió que había incomodado a Bennett al no saber aún identificar bien las expresiones humanas, lo que lo hizo entristecerse un poco.

—Por una vez, no está tan mal que esté lloviendo. Al menos ayudará a limpiarme — Bennett trató de animar el ambiente.

Y cómo era previsible, apenas dijo esas palabras, la lluvia se detuvo y las nubes comenzaron a dispersarse, abriendo paso a los rayos del caluroso sol.

—Bueno, era de esperarse —Suspira. Queriendo cambiar de tema para no terminar por invocar un tornado, de su mochila saca un mapa y se lo muestra a Razor— Considerando nuestro punto de partida, el camino que nos llevó a la cueva y la dirección en la que planeamos.... Estamos más o menos por aquí —Señala el área en el que, efectivamente, se encontraban— De acuerdo a este mapa, por este lado hay un dominio, pero si avanzamos unos cuantos pasos...

Avanzaron hacia el oeste, logrando divisar un pequeño pueblo que se veía bastante abandonado. Bennett guardó el mapa para no perderlo mientras el entusiasmo lo invadía.

—¡Bien! Sólo debemos atravesar este pueblo y estaremos a la mitad del camino.

El aventurero pensó en que podrían acortar camino planeando otro poco, pero pensó en que ya había exigido mucho a Razor. No quería sonar egoísta y verse como mala persona al volver a pedírselo.

—Muchas rocas gigantes.

La voz de Razor lo sacó de sus pensamientos. Al dirigir su mirada hacia donde estaba mirando, pudo disfrutar de la hermosa vista que tenían desde aquel lugar. Considerando que Liyue estaba llena de montañas, seguramente no era la mejor vista que podían tener de aquella nación. Y sin embargo, se sintió orgulloso y maravillado por el paisaje.

—Si. Sin duda es increíble, ¿verdad?

Bennett cerró los ojos y dejó que aquella suave brisa acariciara sus mejillas, gozando de aquella pequeña victoria de haber podido llegar a Liyue. Razor, en cambio, miró a Bennett y se contagió de su serenidad.

「 Nuestra travesía 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora