Kitty, Kiss!! 💋 || ChanJin.

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[Tres años después de Home]

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—Hyung, ¿por qué tengo que usar gorra? Eso no combina con mi atuendo... —se quejaba un pequeñito rubio con un puchero en sus labios sosteniendo aquella prenda negra entre sus manitos.

—Jinnie, ya sabes el porqué y lo siento pero no he podido comprarte ese gorrito que quieres —dijo Jinyoung agachándose para quedar a la altura del niño, colocando una mano sobre su hombro—, es costoso.

—Ya sé... pero, la gorra me maltrata mis orejitas hyung —replicó puchereando.

El chico castaño suspiró y dejó unas cuantas caricias tras las orejas felinas del pequeño, escuchando los ronroneos que eso provocó. Él estaba estresado y Hyunjin estaba estresado, sería mejor que se calmaran para solucionar su problema de una vez por todas, aunque claro, debía ser pronto, antes de que les cierren la tienda de víveres.

—Buscaré otra cosa, estoy seguro que tenía una boina en alguna parte... —murmuró el mayor más para sí mismo rebuscando de nuevo en su pequeño armario.

Hyunjin comenzó a jugar con su colita, peinándola con sus dedos pues se estaba aburriendo un poco. No solía salir mucho con Jinyoung porque éste temía que algo malo le pasase pero, ¿qué le podía ocurrir si estaba junto a él?

El chico era su tutor ahora, como un padre o un hermano mayor si quieren una visión más joven, nada podía pasarle si él lo cuidaba.

—¡Ja! La encontré —Park sonrió victorioso al encontrar la boina blanca y pronto la acomodó sobre la cabeza del menor, asegurándose de cubrir bien sus orejitas—, okay Jinnie, solo debes esconder tu cola bajo el suéter y nos iremos.

Y así lo hizo el rubiecito, después de todo le quedaba algo holgado y si enrollaba su cola al rededor de su cintura, pasaba desapercibida.

—¡Listo!

—¿Estás cómodo? —el pequeño niño asintió—, genial. Vámonos.

***

—Bien, dos kilos de pasta...

—¿Corta o fideos?

—La que tú quieras.

El menor asintió y terminó colocando en el carrito cinco kilos de pasta corta de lazitos —de las cuales Jinyoung disimuladamente sacó tres— porque eran sus favoritas.

Por fin estaban en el supermercado haciendo sus compras del mes, puesto que Park había recibido un poco más de su pago normal y decidió que a parte de pagar el condominio de su apartamento, podían darse el lujo de comprar algunas cositas fuera de su lista de víveres usual; como más carne, por ejemplo, otros condimentos que no sean sal y orégano, juguitos para Hyunjin y seguro no podían faltar...

—¡Galletas! Llevemos éstas hyung —el alma de Jinyoung casi abandona su cuerpo cuando vio el precio de las galletas que Hyunjin le entregó en sus manos, ¿por qué eran tan caras? No podías alimentar a una familia con galletas, y tampoco es que él fuese tacaño sino que realmente no iba a gastar tanto en algo que no les iba a durar ni una semana.

Debía decirle al niño que no y lo odiaba porque él debería tener suficiente para comprarle lo que quiera, pero Jin no lo había elegido así. Lamentable estaban un poco limitados en ese momento.