Kitty, Kiss!! 💋 || ChanJin.

💋Can't sleep💋

Hyunjin se encontraba en medio de la cama matrimonial de sus padres en su forma felina, dando vueltas por toda la superficie sin poder conciliar el sueño.

Estaba de mal humor, oh por supuesto que lo estaba... ¡Había intentado de todo y aún así no podía tomar su merecida siesta de cuatro horas!

Había encendido el ventilador del techo -cuyo sonido solía relajarlo- pero no se dormía. Le dijo a Alexa que reprodujera música tranquila a un volumen moderado e igual, la melodía no lo arrullaba. Y la cama se sentía particularmente incómoda ese día.

Todo era horrible, Hyunjin creía que podría llorar de la frustración. Así que en un último intento por descansar se volvió a su forma humana y se vistió para buscar a alguno de sus papás que suponía estaban en la sala.

Se colocó unos bóxers blancos y un suéter color rosa que le cubría hasta la mitad de los muslos, además de sus medias cortas con diseño de Llamas y salió de la habitación. Inspeccionó todo a su alrededor puesto que se hallaba muy silencioso y cuando llegó a la sala de estar, consiguió a Chan viendo una serie en la tablet con sus audífonos puestos, los cuales quitó a penas sintió su presencia en el lugar.

-JinJin, creí que estabas durmiendo.

Hyunjin negó suavemente con su ceño algo fruncido. -¿Dónde está Jinyoung hyung?

-Con Jae appa; fueron a hacer las compras ¿No los escuchaste salir?

-No... -el pequeño hizo un puchero desganado. Su esperanza de quedar dormido gracias a los mimos de sus mayores se había esfumado por completo.

-¿Estás bien? -preguntó Chan intentando acercarse a él.

-¿...Te importa? -respondió tajante y cruzándose de brazos dando unos pasos hacia atrás.

Chan hizo una línea con sus labios y después habló; -Te ves cansado y enojado... más de lo usual.

Hyunjin volteó a verle con molestia pero suavizó su expresión mientras se mordía el labio inferior. -Lo estoy. No puedo dormir y eso me pone de mal humor -murmuró con su voz quebradiza porque las ganas de llorar ya lo estaban venciendo. Chan le observó haciendo una mueca con sus labios, pensativo, y entonces, después de unos segundos su rostro se iluminó en una expresión emocionada

-Creo que podría ayudarte a dormir.

Los ojitos de Hyunjin brillaron a la par que movió sus orejitas gatunas al oír eso -¿Ah si? ¿Cómo?

-Tengo una idea pero solo lo haré si aceptas.
¿Le iba a hacer caso a Chan? ¿El híbrido que dormía de las maneras más extrañas posibles? Hyunjin lo pensó recordando con algo de gracia como el mayor, estando en su forma animal, solía tomar siestas sobre el refrigerador, en el borde de las puertas, o en ocasiones en la mesa con rejillas que tenían sus hyungs para colgar ropa dentro del apartamento.

¿Qué tal si no funcionaba? Pues, solo tendría que resignarse a no poder descansar y probablemente descargue su molestia con Chan.

Pero ¿y si sí lo hacia? Podría desconectarse del mundo y así librarse del molesto alfa que siempre quería estar atrás suyo. Sería como matar dos pájaros de un tiro.

Definitivamente, era su recurso más desesperado.

Así que soltando un pesado suspiro y con una mirada al contrario le dijo: -Bien, dejaré que me ayudes.

Chan sonrió contento y le tomó de la mano para dirigirse a la cocina. Buscó una olla pequeña y sacó el envase con la poca pero suficiente cantidad de leche que quedaba del refrigerador, vaciando su contenido allí.

Hyunjin por su parte se había ido a sentar en la barra mientras veía a su mayor encender la hornilla y batir un poco la leche con algún sustituto de azúcar y un toque de canela y vainilla. Cuando estuvo lista, tomó un agarradero y la sirvió en una taza con cuidado de no quemarse. El rubiecito le veía con una ceja alzada ¿Leche tibia era su magnífica idea?

Aunque no le convencía del todo, tampoco cuestionó nada y entre sus manos tomó la taza hasta que en unos minutos se bebió todo. Restregó sus ojitos con sus manos hechas puños y bostezó. Ahora se sentía llenito y con sueño.

Mientras tanto, Chan se encaminó a su habitación en busca de la manta más esponjosa, cálida y suavesita que tenía.

Volvió a la sala con ésta y se recostó boca arriba a lo largo del sofá, llamando al omega con un gesto de su mano. El menor se acercó confundido ¿Ahora qué pretendía el alfa?

-Ven Jinnie -dijo el castaño mientras abría y cerraba sus manos en dirección al contrario como si de un niño exigiendo su peluche favorito se tratase. Hyunjin se sorprendió al entender lo que quería. Y sinceramente, se sintió algo nervioso.

No es como si no se hubiera acurrucado antes con Chan, pero podía contar las veces que había sucedido con los dedos de una sola mano y siempre, en su forma felina. Por lo que esta sería la primera vez que se acurrucaban así, y lo peor de todo -en la mente de Hyunjin- es que no le desagradaba la idea.

Con lentitud y algo de dificultad, posicionó una pierna a cada lado del regazo de Chan. Sentándose allí, comenzó a inclinarse hasta que literalmente todo su peso descansaba sobre el alfa. Conectaron sus felinas miradas durante unos segundos en los que Hyunjin apoyaba sus delicadas manos en el pecho del mayor, quien le brindó una sonrisa de labios sellados cargada de cariño mientras las mejillas del menor se encendían en carmesí. Al final, fue Hyunjin quien rompió el contacto visual y se terminó de acomodar, posando su rostro con lentitud sobre el hombro ajeno y un suspiro tembloroso escapó de sus labios.

Cuando Chan comprobó que su Jinnie estaba cómodo, tomó la suave manta y los cubrió a ambos lo más que su limitada movilidad le permitió, posicionando más tarde su diestra sobre la espalda del pequeño, repartiendo caricias con calma y esmero. Mientras, su otra mano viajaba a los finos mechones color crema para dejar más caricias y mimos tras las orejitas gatunas de Hyunjin.

Una sonrisa de satisfacción se plasmó en su rostro cuando los ronroneos gustosos del híbrido encima suyo se hicieron presentes, ¡era tan tierno! Y observó como de a poco, los brillantes ojitos color miel se empezaban a cerrar, hasta que la respiración pausada y tranquila le avisó al alfa que su pequeño había caído en los brazos de Morfeo.

Unos minutos más tarde, contagiándose de la tranquilidad que desprendía Hyunjin, él le siguió.

Y no cabe duda que para Jaebeom y Jinyoung fue una adorable sorpresa encontrar a sus pequeños durmiendo juntos de esa forma.

escrito: [17-19/03/21]
publicado: [12/05/21]