#7 Combate definitorio

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El Mimikyu de Shera se escabulló de una esquina a la otra y evitó cada ataque del Galvantula del Entrenador rival. Se escondió detrás de un árbol, corrió en círculos mientras la gran araña eléctrica intentaba alcanzarlo, saltó y pasó por debajo de las vallas policiales, rodeó un auto de policía, y logró entre otras artimañas evasivas.

Galvantula, harto de perseguir al pequeño Pokémon y contra las órdenes de su Entrenador, se detuvo y disparó electrotela repetidas veces. Gracias a esto, Mimikyu tuvo tiempo para frenar y apuntar.

Los Pokémon intercambiaron ataques. En lo que Mimikyu quedó atrapado bajo una tela electrificada que limitó su movimiento, dos auras de fuego rodearon a la araña, provocandole graves quemaduras en el cuerpo.

—¡Que no se te acerque! —ordenó Shera.

El Pokémon fantasma reveló una gran garra oscura por debajo de su disfraz y la preparó amenazante: si bien estaba atrapado, no sería fácil acercársele.

—¡Rayo! —gritó el entrenador oponente.

El impacto golpeó por completo a Mimikyu, sin causarle daño a costa de que el armazón de su disfraz se quebrase. Al desarmarse su trajecito, el Pokémon pudo escabullirse entre los agujeros de la tela eléctrica, pasó por un agujero y se acercó a Galvántula. Frente a frente, lo atacó repetidas veces con Garra Umbría.

Galvantula retrocedió herido.

—¡Ahora! —gritó Shera.

Mimikyu desapareció en la nada, y, de sorpresa, apareció con un Golpe Fantasma que dio en el blanco.

Galvantula cayo al suelo, intentó levantarse, pero las patas se le resbalaron, no podía seguir luchando. Antes de que el Entrenador regresase a la araña a su Pokéball, una enorme sombra atravesó el suelo y emergió delante de Mimikyu.

—¡Bola Sombra! —gritó ese Entrenador.

La sombra emergida era un Gengar muy veloz y poderoso que, con un solo ataque, debilitó al Mimikyu de Shera.

—¡Ey! ¡Culeado tramposo! ¡Eso no es una pelea justa! —gritó Jeslin, llena de ira. Firwe le puso una mano en la cabeza y le murmuró que guardase silencio.

Algunos agentes de policía vitorearon. El Alcalde no disimuló su sonrisa. Honrey jugaba con la Pokéball de su Charizard, si estallaba otra pelea como la de la noche anterior, él ya estaba listo.

Shera regresó a Mimikyu a su Pokéball y miró fijo al Gengar que tenía delante. En un principio el Líder de Gimnasio solo pelearía para ganar, pero ahora iría aún más lejos. Lanzó una Pokéball al aire, y en lo que Metagross salía de ella, activó su Mega Pulsera.

Una poderosa aura rodeó a Metagross y lo hizo mega evolucionar. Al aterrizar al suelo, rodeado de una poderosa fuerza psíquica, lo hizo con su nueva forma.

Antes de que el Entrenador rival pudiese dar una orden, Mega Metagross le dio un poderoso cabezazo al Gengar, con lo que lo dejó mareado y lo hizo retroceder. Luego, Mega Metagross cerró los cuatro puños y lo molió a golpes, utilizando Puño Meteoro repetidas veces.

Gengar no soportaría más que eso y fue regresado a su Pokéball.

Shera obtuvo la victoria.

El ambiente se puso tenso y hubo un largo e incómodo silencio. Era obvio que el alcalde no dejaría que el Líder siguiese estirando más el problema que los policías podían resolver con violencia.

—¿Y si nos calmamos un poco? —se metió Firwe, en medio de todo el asunto —. A ver, escuchen... a menos que quieran quedar mal delante de la Orden Ciclónica, no les va a quedar otra opción que colaborar con nosotros.

Todos los presentes voltearon a mirar hacia la dirección que indicó Firwe con un dedo. Allí estaba una mujer de avanzada edad, acompañada de camarógrafos y guardaespaldas.

Lo que pasó en Pueblo MetztliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora