#8 ¿Conclusión?

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—A ver, a ver, ¿qué pasó? —Preguntó Camila, que no entendía porqué los Entrenadores daban el problema como solucionado.

—¿Qué fue lo que no entendiste? —consultó Honrey.

—¡Todo! Digo, ¡nada! No entendí nada.

Estaban en la casa de Camila, al atardecer, tomando la merienda. La madre de la adolescente también estaba ahí y tampoco comprendía qué había pasado.

—A ver, déjenme a mí —dijo Firwe —. Empecemos por los Quagsire. Ellos vienen al centro del pueblo porque están reclamando su territorio, un espacio que les pertenecía desde siempre. Nuestro padre estuvo investigando por su parte y nos contó que todo este pueblo era un extenso lago que fue achicándose a medida que las construcciones ganaban lugar.

—Pues sí, recuerdo que de niña el lago era mucho más grande. Incluso jugábamos en las partes menos profundas —recordó la madre de Camila.

—Por lo tanto, que se aglutinen en el centro y utilicen Danza Lluvia, es en verdad, una forma de intentar recuperar algo que era suyo —concluyó Firwe, la primera idea.

—Hasta ahí lo entiendo perfectamente —dijo Camila.

—Shh... déjalo seguir —pidió Jeslín, que tampoco había entendido nada de lo que había pasado.

—Ayer, cuando comprendimos eso —continuó Firwe —con mi hermano y Shera nos preguntamos cómo podríamos solucionar el problema. Y lo cierto es que no hay solución. A ver... ¿cómo hacés para devolverle, a los Quagsire, un territorio que está completamente edificado? No se puede. O la menos nosotros tres no podemos hacer nada.

—Probablemente habría que reubicar toda la población de Quagsire en otro lago, afectando el ecosistema entero. Habría que estudiar los territorios, los Pokémon que habitan en cada zona. El lago ya es irrecuperable. Por decirlo de otro modo, es muy complicado ayudar —agregó Shera.

—Entonces —retomó Firwe — como para nosotros es imposible ayudar, a la larga, no íbamos a poder detener al Alcalde. En algún momento la población se volvería en contra de los Quagsire y le daría a la policía la legitimidad que necesitan para violentar a los Pokémon sin que nadie los cuestionase.

—El verdadero problema, entonces es "¿cómo salvamos a los Quagsire?" —dijo Honrey.

—No podemos llevarlos a otro lugar. No pueden volver a su lago. No podemos dejar que la policía les haga daño —enumeró Firwe —. Así que había una sola solución para nosotros.

Hubo un silencio largo.

—¡Ya dí la solución, weon! —le gritó Jeslín, enojada por el suspenso.

—Dilatar el problema. Volverlo eterno. Hacerlo irresoluto. Meter tantas trabas que nunca se resuelva —respondió Firwe. Ante la duda, explicó mejor —en todos los países donde existe una Liga Pokémon, la Liga Pokémon tiene problemas con el poder legislativo y ejecutivo. O, dicho de otro modo, el Alto Mando y los Líderes de Gimnasio siempre terminan teniendo problemas con los políticos y el gobierno. Una disputa de poder muy grande. Para intentar solventar ese problema, nació una ONG internacional llamada Orden Ciclónica.

—La misión de la Orden Ciclónica es ser mediadora entre los problemas que se generan entre el gobierno y la Liga Pokémon —explicó Shera.

—Pero —volvió a hablar, Firwe —era obvio que habiendo ya pasado un tiempo desde su fundación, esta Orden Ciclónica ya perdió el rumbo. Hoy en día es una ONG en extremo burocrática.

—No resuelve nada, solo está ahí, causando más problemas —dijo Honrey.

—Pero si la policía ya hacía problemas, y los Quagsire ya eran un problema, ¿por qué meter a otro grupo para causar más problemas? —preguntó Jeslín.

—Por eso mismo. La Orden Ciclónica tiene mucho peso internacional, tiene un manejo increíble de medios de comunicación, desde las redes sociales hasta medios más tradicionales, como la radio. Su presencia lo único que hará será embarrar el problema, volverlo eterno, irresoluto —repitió Firwe.

—El problema nunca se resolverá, el alcalde se peleará con la Liga Pokémon, luego se peleará con la Orden Ciclónica, habrá escándalos y otras cosas. Y en medio de todo eso, los Quagsire serán intocables, porque para hacer lo más mínimo deberán pedir permisos y deberán evitar las cámaras y las acusaciones de la Liga Pokémon. Em... se vuelve todo muy confuso —dijo Shera.

—En otras palabras, al volverlo un problema imposible de resolver, le das meses y hasta años de tiempo a Shera para que piense una solución —sonrió Firwe, poniéndola una mano en el hombro a Shera.

El Líder sabía que tenía un problema gordo que solucionar de allí en más.

—No lo siento como una solución —dijo Camila. Jeslín coincidió con ella.

Pasó una hora más. La ciudad se volvió un desastre. Shera se sintió cansado con anticipación. Y llegó el momento de la despedida.

Ya en la calle, mirando desde lejos el tráfico atascado y oyendo un griterío lejano, Firwe y Jeslín se montaron en la Arcanine dorada, y Honrey se subió a su Charizard.

Shera y Camila estaban en la puerta de entrada de la casa.

—¿A dónde van ahora? —preguntó el Líder de Gimnasio.

—Ya hacia el sur. Creo que lo mejor es abandonar el país antes de seguir teniendo problemas —dijo Firwe —. Pasaremos por la Región Arbór de nuevo, para dejar a Jeslín, y luego nosotros dos volveremos a la Región Fluvia. ¿Vos qué vas a hacer, Shera?

Shera comenzó a caminar hacia el centro de la ciudad.

—Seguir trabajando como líder. Espero que nos volvamos a ver.

—Y se va así no más... —comentó Jeslín.

—¡Cuidate, Shera! ¡Ya tendremos nuestra revancha! —le gritó Honrey —. Nos vemos, Camila, ¡espero que seas una gran Entrenadora! —finalizó, y se elevó en su Charizard.

—¿Ya hablaste con tu madre sobre ser Entrenadora? —le preguntó Firwe a Camila —. Te lo pregunto porque cierta chica aún no le ha dicho a su mamá —agregó, mirando a Jeslín.

Jeslín se atragantó con su mango.

—Hemos hablado —respondió Camila, con mucha duda.

Firwe se lo pensó un momento porque quería darle un consejo útil. Luego de tartamudear un poco, hiló las palabras y comenzó:

—Los Pokémon son criaturas que tienen poder real, son capaces de ayudar y también son capaces de hacer mucho daño. Nosotros, los que entrenamos Pokémon, nos adueñamos de ese poder. Es por eso que la Liga Pokémon siempre tiene conflictos con el gobierno, porque somos Líderes, Élites y Entrenadores que tenemos un poder enorme, uno que podría apoyar revoluciones, conflictos civiles y otras causas. Yo creo que cuando uno se hace Entrenador, debe ser consciente de eso, debe ser consciente que tiene poder. Y es importante que con nuestro poder hagamos lo correcto, ayudemos a las personas, ayudemos a los Pokémon. Salvar a los Quagsire era deber de Shera, porque es el Líder de Gimnasio encargado de este pueblos y las ciudades vecinas. Pero mi hermano, Jeslín y yo ayudamos igual porque para nosotros es nuestro deber hacerlo. Si los que tenemos poder no hacemos lo correcto, pues... el mundo sería un lugar bastante horrible.

—Honrey te está esperando —indicó Jeslín.

—Perdón, perdón. No era necesario que me escuchases decir todo eso. ¡Que te vaya muy bien, Camila!

—¿Quién ganó en su combate? —preguntó Camila —. Ustedes dos y Shera estuvieron en la Liga Agua Cristal. ¿Quién ganó? ¿Quién fue campeón?

Firwe sonrió y respondió:

—Shera estuvo en primer lugar durante todo el torneo... hasta que se encontró con nosotros dos.

Arcanine aceleró. El Charizard se alejó.

Camila, luego de analizar un rato lo que había escuchado, entró a su casa y gritó.

—¡Mamá! ¡¿Me preguntás de nuevo qué significa ser Entrenadora?! ¡Tengo respuesta nueva!

Lo que pasó en Pueblo MetztliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora