Ray se sentía cansado, anoche había llegado tarde a la casona por estar buscando unos activos pedidos por Frederic, los cuales no encontró en ninguna parte del mercado negro, al parecer estaban siendo muy cotizados y el chico no entendía por qué eran tan importantes, él quería sólo acostarse a dormir para volver a salir el día siguiente a beber, pero su mentor le pidió si podía dar un "recorrido" a dos humanos de la Tierra, no pudo negarse aún a regañadientes.
En la mañana se levantó, duchó y colocó algo cómodo para el largo día que tendría enseñándoles el reino a un par de niños. A Ray no le gustaba cuando las personas pasaban preguntando cosas, y más cuando para él son cosas tan obvias, sin pensar en que para otros quizá no lo sean, por lo que ya se imaginaba lo estresante para él, que sería este día.
Se dirigió a la cocina para hablar con Livana, y distraerse de sus pensamientos al respecto de los niños y su desastrosa misión de ayer.
¡Livana! ¿qué tal? —le preguntó el chico.
—Ray, sabes que no debes de entrar a la cocina, puede llegar a ser peligrosa —respondió la mujer entre burla y gracia mientras lavaba algunas frutas—. Es bueno verte levantado, ¿estás listo para el recorrido que deberás darles a los jóvenes terrestres?
—Justo vine para olvidarme de eso y poder marcharme, además, me siento, no sé, enojado por no haber encontrado los activos que me pidió Frederic.
—¿No los encontraste o simplemente te dedicaste a beber?
—No le eches la culpa a beber, primero los busqué, no los encontré, y ahí recién me fui a beber.
—Entonces, hoy tenías planeado seguir bebiendo, pero el amo Frederic te pidió darle un recorrido mostrando las cosas de este reino a los terrestres —Livana volvió a tocar el tema.
Ray suspiró, en serio no quería hacerlo.
—Sí —terminó por decir de mala gana.
—No creas que te aburrirás, te aseguro que te llevarás más de una sorpresa —comenzaba respondiendo mientras dejaba de lavar la fruta y miraba al chico—. No te creas superior por saber cosas que ellos no, eso no es bueno, debes poder explicar y enseñar si quieres ser a futuro como el amo Frederic.
—Está bien —dijo Ray entornando los ojos—, igual me dijo que la chica tiene mi edad, y el chico es dos años menor, por lo que no debería ser tan tedioso como cuando cuidaba a esas sanguijuelas.
—No puedes llamar sanguijuelas a un grupo de niños de seis años, además, nadie te obligó a cuidarlos, tú te ofreciste sólo.
Ray sintió escalofríos de sólo pensar en lo que habían hecho esos niños, pero Livana tenía un punto, estos terrestres no serían como esos malcriados, sino más grandes, más maduros, más todo; o por lo menos eso esperaba.
—El amo Frederic también dejó diez mil yudanes para que pagues lo necesario —dijo Livana antes de sentenciar—. Ahora ve al comedor, que el desayuno estará listo en poco.
Ray sonrió y salió de la cocina y se sentó en una de las sillas del comedor, a esperar. Le gustaba cuando sabía que tenía dinero para gastar a su libre disposición, sólo que esta vez debería preocuparse por los jóvenes que le seguirían.
No había pasado más de quince minutos cuando por la puerta del comedor, ingresó un chico. «Él debe de ser Elion» pensó Ray al verlo, para tener 14 años era bastante alto, pero demasiado delgado, Ray sintió que de un solo abrazo, se desarmaría.
El chico se sentó junto a Ray, quién le sonrió.
—Buenos días —dijo Ray volteando para quedar de frente al chico—, tú debes ser Elion, del reino de la Tierra.
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Travesía a lo Desconocido
Teen Fiction¿Y si los cuentos que tu abuelo te contaba fueran más que solo historias? Romina se enfrenta a esta pregunta tras descubrir a su abuelo muerto. Junto a su amigo Elion, descubre Folgan, un mundo que solo existía en las historias de su infancia. En Fo...