Romina le mostró su habitación a Elion, y le indicó de relajarse mientras ella iba a la cocina.
Elion se sentó en la cama, con el bolso en el suelo cuando escuchó un grito.
El chico salió de su habitación buscando llegar a la cocina.
—A... abu... ¡abuelo! —escuchó a su amiga.
Escuchaba sollozos y pedidos de ayuda, él se acercó para ver, logró ver un cuerpo en el suelo, pero su amiga no le permitió ver mucho más.
—¡Elion, llama a la ambulancia! —escucho como le decía mientras se colocaba entre él y la escena.
Minutos después de que Elion hiciera la llamada, llegó la policía y ambulancia, los niños estaban afuera.
Un paramédico y un policía se quedaron con los jóvenes, mientras el resto ingresaba a la casa.
—Niños ¿cómo están?
Ninguno de los dos respondió.
—En cuanto se recibió la llamada, se vino lo antes posible, pero necesitaré que respondan preguntas —preguntó el policía—, ¿está bien?
Ambos asintieron.
—Según hemos podido ver, tú eres la nieta del hombre que va allá —indicó con un lápiz, una camilla cubierta de una sábana.
Romina asintió.
—¿Cuándo fue la última vez que hablaste con él?
Elion mientras tanto era examinado por la paramédico que se quedó con ellos.
—Ayer mi mamá habló con él...
—Y tu madre está en... —esperó el policía una respuesta.
—La ciudad.
—¿Me das su número de teléfono para llamarla?
La chica sacó su teléfono buscando el contacto y entregándolo al policía, este marcó y se llevó el teléfono al oído.
—Buenas tardes, soy el policía Pedro Álvarez, de la comisaría cuatro, ¿habló con la madre de...? —miró a la chica esperando una respuesta.
—Romina.
—¿La madre de Romina? —el policía se quedó en silencio.
Elion estaba bebiendo un jugo que le entregó la paramédico que comenzó a examinar a su amiga.
—No, no están en problemas, sólo la llamamos para que venga lo antes posible, debido a que su hija junto a su amigo encontraron al señor Miguel fallecido, nuestros forenses y paramédicos están viendo el caso —se volvió a quedar en silencio.
»Están bien, se encuentran siendo examinados por uno de los paramédicos para posteriormente ser llevados a un centro de cuidado, dónde recibirán alimento y ayuda psicológica por un tiempo, esto va por parte del departamento de policías y el centro de cuidado—nuevamente se quedó en silencio y asintió con la cabeza.
»No hay de qué, cuídese, los niños están en buenas manos.
El policía le devolvió el teléfono a Romina y se fue a su vehículo.
Pasó un tiempo desde que se fue Pedro.
Elion y Romina se habían quedado en silencio todo ese momento.
Vieron cómo se acercó otro policía.
—Buenas noches, soy Alexander, ustedes deben de ser Romina y Elion —dijo con una sonrisa—. Lamento que ustedes hayan tenido que ver esa escena, pero ahora mismo necesito que me acompañen al vehículo, ya que los llevaré a un lugar seguro, pero allá me deberán entregar unos datos. ¿Está bien?
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Travesía a lo Desconocido
Ficção Adolescente¿Y si los cuentos que tu abuelo te contaba fueran más que solo historias? Romina se enfrenta a esta pregunta tras descubrir a su abuelo muerto. Junto a su amigo Elion, descubre Folgan, un mundo que solo existía en las historias de su infancia. En Fo...