Tres días habían pasado desde aquella reunión.
Taehyung podría asegurar que jamás había sentido un celo tan fuerte como el que acababa de terminar.
Yoongi había ofrecido su ayuda, pero el Omega se había negado, lo único que podía hacer era sentir como su lobo llamaba al lobo de Jeon, implorando que fuese por él.
Su cuerpo ardió durante esos tres días, cada vez que se tocaba cerraba sus ojos para imaginar que era el alfa azabache quien estaba recorriendo su cuerpo, gemía su nombre descontrolado.
Yoongi se encargó de desocupar esa parte de la mansión para que nadie escuchara a su esposo implorar por otro hombre, sería un desastre que alguien se diera cuenta de la farsa que habían llevado durante años.
Una vez todo había acabado, tomó un baño y salió decaído de la habitación en busca de su esposo, el cual encontró en la sala, completamente absorto en sus pensamientos.
—Yoongi— lo llamó.
El pálido se levantó de inmediato hacia el Omega, revisándolo, escaneando que se encontrara bien, escucharlo romper cosas dentro del lugar lo había mantenido bastante intranquilo.
—Ya pasó todo Tae —dijo acariciando su mejilla.
—No pasó Yoon, sentí que me volvía loco, aún ahora después que mi calor pasó, siento que perderé la cabeza si no lo veo otra vez —su voz se quebró.
El alfa se sentía desesperado al igual que él, también necesitaba ver al pelirosa, pero era imprudente presentarse ahí sin una invitación, aún así no se quedaría esperando mientras Taehyung sufría y él mismo sentía morir por la lejanía de su Omega.
—Lo solucionaré Tae —dijo apresurado— Te quedarás aquí, yo resolveré esto.
El Omega lo observó irse, mientras un mal presentimiento comenzaba a formarse en su interior.
Al llegar a la mansión Jeon, no fue necesario presentarse, todos lo reconocían desde la fiesta y le dieron libre acceso, ambas manadas eran aliadas.
Se aproximó a la entrada y encontró a Jimin saliendo del lugar, el cual lo observó sorprendido de verlo frente a él.
—Un placer volver a verlo, Omega Jeon ... vine porque debo hablar con su esposo —dijo serio.
—Bienvenido Alfa Min, me temo que no será posible.
Mi esposo se encuentra indispuesto — habló simple — dígame que necesita, le ofreceré un café.
Alfa y Omega fueron hacia la cocina de la casa, el personal tenía un día de permiso y no se encontraba ahí.
Jimin sirvió una taza de café junto con unas galletas que él mismo había preparado y se sentó frente al Alfa.
—No daré Rodeos Omega, ambos sabemos lo que pasa aquí.
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Bendita casualidad Kookv/ Yoonmin (Finalizada)
Short StoryHubo un tiempo donde las parejas destinadas, fueron solo un mito. Dónde encontrar a tu pareja de vida, esa que la diosa luna había creado para ti, no era nada más que leyendas, viejas historias que contaban los lobos, solo recuerdo de lo que alguna...