𝟷𝟶

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𝘓𝘐𝘉𝘙𝘈𝘙𝘠

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Bill sonrió de oreja a oreja al ver como el parque verdoso no estaba tan lleno —¡SE LOS DIJE!— grito como niña, un grito más y me moría del infarto.

Georg señaló la sombra que daba un gran árbol —¿Vamos ahí?— sonrió.

El rubio no dudo un segundo y corrió corrió donde señalaba —¡CORRAN ANTES QUE NOS ROBEN EL LUGAR!— chilló, tropezandose con una piedra en el camino, haciéndolo caer de jeta.

Tom comenzó a cagarse de risa —¿AMOR ESTAS BIEN?— río a carcajadas, acercándose al que se encontraba en el suelo.

Fruncí el ceño —¿Amor?— murmure para mi misma —Próximamente seré el cura de la iglesia para que se casen— pensé, acercándome con el ceño fruncido a causa del sol.

Tom tomó la mano de su amigo y ayudó a levantar a este del suelo —¿Te encuentras bien?— acomodo sus lentes —Mi rubio precioso— fingió voz de niño.

Gustav sonrió de lado —Ay..— dijo, poniéndose bordó.

Bill se metió entre medio de estos dos, separandolos —Suficiente— ignoro las malas caras de sus amigos —Vamos a colocar el mantelito— sonrió.

Señale su bolso —Aquí esta— saque el mantel blanco de su bolso, era grande y tranquilamente podrían entrar unas diez personas.

Extendí el mantel, dejándolo abierto y liso en el pasto. Bill dejó sus bolsos en una esquina, sentándose y largando un suspiro de relajación. Gustav y Georg agarraron la pelota, comenzando hacerse pases tranquilos, no duró mucho porque ya se estaban dando pelotazos. Tom se sentó en canastita en el mantel, se veía tierno, su blusa holgada color blanca, junto a sus pantalones grandes con un color celeste grisáceo, llevaba su gorro blanco que lo hacía ver el doble de tierno.

Me miró de abajo, me encantaba parada agarrando las mangas de mi blusa mangas largas —Amorcito... ¿Te vas a sentar?— habló suave, su voz era música para mis oídos.

Baje mi vista, mirando el rostro sonriente de este —Si, amor— me acerque levemente y me senté a su lado, cruzando las piernas junto a mis manos.

Este miró con atención, comenzando a cepillar con sus dedos mis cabellos color oro, pasaba con suavidad, marcado más mis ondas y sacando esos pequeños nudos que contenía a gracias del viento. Su toque me relajaba, podría dormirme con unos simples masajes de parte de sus dedos.

— ¿Quien se apunta a hacer partidito? — dijo Gus, su voz era agitada y rostro rojizo.

Bill lo miró, estaba a mi lado, colocándose crema en sus delicadas manos —Yo— miro con su ceño fruncido al rubio, el sol no ayudaba mucho.

Gustav sonrió y extendió su mano con su mano, ayudando a levantarlo. A pasos lentos comenzaron alejarse, acercándose al centro del parque. Se encontraba vacío, se le veía cómodo jugar a la pelota ahí, hacer pases largos y bueno, si eres bruto te gusta más.

—Amor...— hablo la voz suave que tanto adoraba, Tom. Este toco mi hombro, colocando mi cabello detrás mi espalda —Eres hermosa ¿Lo sabes?— inclino su cabeza a un lado y sonrió como niño embobado —Estoy muy enamorado de ti... — paso su mano por mi mejilla.

Sonreí inconscientemente, giré mi vista y lo mire atentamente —Yo también estoy enamorada de ti, Tom— una sonrisita de lado se creo en mi. Sentía como mis ojos brillaban a lo hermoso que era.

We are not just friends  .ᐟ  tkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora