𝟷𝟾

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𝘚𝘏𝘌'𝘚 𝘔𝘐𝘕𝘌, 𝘐𝘋𝘐𝘖𝘛

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10:53am —Día siguiente.

Pov's Tom.

Abrí mis ojos al movimiento de la sábana. La luz que entraba en la habitación causó un estallido de dolor en mi cabeza. Trataba de tener conciencia de mi alrededor, hasta por fin abrir los ojos.

Pude verla a Jess, durmiendo boca abajo, dejando su pequeña espalda descubierta, siendo tapada por mechones de su pelo oro. Veía ciertos moretones, no tan morados pero doloroso para las zonas.

Había sido una noche larga, y me arrepentía de todo lo que había hecho.

La ira me ganó, con solo pensar que otros podían llegar a tocarla ocasionó un sentimiento de odio, no hacia ella, nunca podría sentir eso. Si no, por toda la gente de su vida. Solo quería ser yo, yo la única persona que este en su vida, ella solamente me necesita a mi.

Tomé mis bóxers que estaban tirados a un lado de la cama. Me los coloque con delicadeza, intentando no despertar a la menor de al lado. Fue envano, esta terminó despertándose, largando quejas adormilada.

— Mmh... ¿Amor? — habló con su voz grave, no era grave, al contrario, era suave, música para mis oídos.

— ¿Si? — mire con atención su rostro hacer expresiones dolorosas.

— Estoy antojada de algo dulce... ¿Tú no? — preguntó, recién de levantaba y pensaba en comida. Aún que lo pienso, y yo también quería algo dulce.

— Si... — mire el techo — ¿Sabes que quiero?

— Donas... — hablamos al mismo tiempo. El sentimiento del shock me hizo saltar de la cama, mirándola con mi boca abierta a la par en par. Estaba conectado a ella, lo sabía.

Esta sonrió levemente, todavía con su carita dormida. Se veía demasiado tierna, cálida y suave. La abrazaría y no la soltaría nunca más.

Me abalance a ella, abrazándola con delicadeza. Intentaba no lastimarla más de lo que ya estaba. Depuesto de la locura que me agarro a la noche, viniendome dentro de ella unas dos veces y creo que me quedo corto, causando que casi se desmaye encima mio, no quería volver a tocarla ni hacerle daño.

Por un tiempo. Y pido perdón, no me peguen.

Me levante de la cama, en busca de mi ropa para ir y comprar donas. Quería ser de esas parejitas de ancianos, quienes comen y toman el té a la tarde. Amaba, adoraba, me veía así en un futuro con mi futura esposa, quien se encontraba desnuda en la cama con esas sábanas blancas, resaltando su lindo color de piel.

Sonreí, terminando de colocarme las tenis — Iré a comprar — agarre las llaves y mi billetera — Espérame aquí — mire con pícaros — Y desnuda — sonreí ladino, esta rodeó los ojos.

Largue una carcajada, caminando hasta la puerta de salida. Salí del departamento, bajando las escaleras con rapidez. La suerte siempre estuvo de mi lado desde que Jessica se volvió mi novia, había una panadería a pasos del edificio, eso me facilitaba demasiado, no me funcionaban las piernas.

Camine las veredas con ese suelo sementoso, algo dañado, fácilmente te tropezabas y caías de jeta al suelo como le paso a Gus, pobre.

Llegue a la panadería, era color pastel, daba muy buena vibra. Como dije anteriormente, LA SUERTE ESTABA DE MI LADO. No había tanta gente, así que no tendría que esperar una súper fila para comprar donas. Aún así, estaba la típica señora que compraba todo y tardaba siglos. Cosas de impaciente, quería hacerla a un lado y comprar las donas para mi novia. Lo siento señora, no me interesa sus quejas de los precios, gracias.

We are not just friends  .ᐟ  tkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora