El camino del mal

Graduacion

5 años después...

Sasuke

La prueba fue demasiado fácil, la técnica de clones de sombra ya la he dominado de hace tiempo. Ahora llevo el símbolo de Konoha en mi frente que llevo con orgullo como hermano menor del Hokage.

—¡mi bebe ya es todo un ninja —Mamá me abraza dándome unos besos en la mejilla.

—¡Mamá me avergüenzas!—le reclamo. Me suelta y miro alrededor para percatarme si alguien se esta burlando.

—Bien hecho Sasuke —felicita mi padre que se encuentra de brazos cruzados.

Asiento hacia su dirección y veo a mi hermano acercándose, se me estruja el estomago.

—Felicidades Hermanito —dice serio.

Pero luego pasa su brazo por alrededor de mi cuello para revolverme el pelo mientras ríe a carcajadas.

—¡basta Itachi! —suplico.

—esa no es la forma en que se comporta un Hokage —reprende nuestro padre.

Itachi me suelta sonriendo y lo miro con molestia. Me gusta que me preste atención aunque sea solo por molestar. Antes de ser Hokage ya tenia muy poco tiempo para mi y ahora es peor. Hace un mes recibió el título convirtiéndose en el Hokage más joven que ha tenido Konoha, a pesar de eso nadie duda de su sabiduría y habilidades; es un orgullo para los Uchiha y algún día yo también lo seré.
Con todo los problemas de la aldea que tiene que solucionar a penas lo veo, que este aquí me da mucha felicidad. Nunca lo admitiría en voz alta.

Me distraigo al reconocer entre la multitud una coleta negra, es Hinata. Mi rival en la clase, obtuvimos el mismo promedio, aunque yo siempre he tratado de competir con ella, parece no darse cuenta o solamente no le toma importancia. Se ha dejado la banda puesta alrededor del cuello, es una buena elección a mi parecer.

—¿que miras hermanito? —pregunta Itachi mirand hacia la misma dirección que yo—. Oh, ya veo... —Sonríe con burla— ¿te gusta la niña Hyuga?

—¡No! —me doy la vuelta alejándome.

—Mi hermanito esta enamorado —canturrea y siento mis orejas arder.

—Chicos compórtense —nos reta Fugaku—. Itachi recuerda tu posición.

—Lo siento padre —Me disculpo aunque no he hecho nada. Itachi lo ignora como siempre.

Frente a mi aparece una niña de mi clase, la del cabello rosa, y tengo ganas de suspirar con fastidio pero me contengo.

—Felicitaciones Sasuke —Dice con esa voz melosa.

—Gracias —digo simplemente y mi madre detrás de ella frunce el ceño con advertencia—. Igualmente... —en ese momento me doy cuenta que no recuerdo su nombre. Desde lejos la llaman, creo que es su madre— Sakura.

Sonríe con felicidad y se despide para salir corriendo.

—eres todo un galán —molesta Itachi a mi espalda.

Las niñas siempre han estado fastidiándome con sus cartas de amor, sus chocolates, siguiéndome a todas partes... Lo único que me importa en estos momentos es superar a mi hermano y convertirme en el mejor Hokage.

Hinata

Solo escucho ruido a mi alrededor, las personas no dejan de abrazar y decirles palabras de aliento a sus hijos como si graduarte de la academia ninja fuera lo más alto que lograrán en sus vidas.

—Bien hecho hija —dice mi padre con una sonrisa de orgullo.

—si, claro —respondo.

Todo me parece sin sentido, nada tiene importancia. Solo sigo las ordenes de mi padre, ya ni si quiera me esfuerzo pero parece contento. Cada vez que le doy una paliza a Neji soy aplaudida y él me odia, se que me detesta pero no hace nada.
Recuerdo los días en que podía sentir el miedo cuando los niños me molestaban, el día en que él me defendió.

—Felicitaciones hermana —dice una vocecita a mi lado.

—Gracias Hanabi —le doy unas palmaditas en la cabeza y sonríe. Ella es la única razón por la cual sigo aquí.

La personas a mi alrededor comienzan a abrumarme así que camino para salir de aquí. De reojo ve un destello amarillo y volteo con rapidez pero solo es un girasol que alguien lleva en su mano.
Puede que haya pasado el tiempo y que todos lo olvidaran pero yo no puedo hacerlo.