𝟷𝟷

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𝘠𝘖𝘜...

—————

Corrimos con rapidez debajo la lluvia, yendo en dirección a un techo que nos cubra. Nos íbamos a enfermar después de esto.

— ¿Estas bien? — pregunté tentada, el sonido de la lluvia era fuerte, casi gritamos.

Tom apoyo sus mano en las rodillas, me miró con el ceño fruncido — ¡Me estoy cagando, pendeja! — chilló.

Reí a carcajadas — ¡Tenemos que llegar a casa! — retrocedí, saliendo de ese pequeño techo que nos cubría las cabezas.

— ¡Jessica, no! — grito, corriendo detrás de mi, debajo la lluvia.

Lo mire sonriente, sentía como estaba empapada, mi ropa chorreaba y chorreaba de agua. Con cuidado tome su mano, me sentía protegida en su agarre. Corríamos, pisando los grandes charcos de agua, salpicandonos el doble y embarrandonos peor.

La lluvia es hermosa, y más lo es cuando la pasas con ESA persona.

No tardamos mucho en llegar a casa, entramos todos empapados. Nos esperaba un buen resfrío. Tom tomó mi mano, corriendo en dirección al baño. Comenzó a sacarse la ropa mojada, tirandola en el suelo. Yo seguía tentada como tremenda esquizofrenica.

— ¿Te encuentras bien? — reí y comencé a sacarme la ropa mojada igual que el.

Negó con la cabeza rápidamente, bajando sus bóxers con lentitud — Nunca más te voy a acompañar a comprar medialunas — fingió una sonrisa y se metió a la ducha. Extendió su mano hacia mi.

Rodé los ojos, sacándome las últimas prendas de ropa, para dejarlas en el suelo y poder meterme junto a él. Este giró las canillas dejando caer el agua caliente que tanto necesitábamos. Me movió de lugar, robando mi turno y metiéndose el debajo el chorro de agua.

Le di un suave empujón a un lado, dándome espacio para poder bañarme — No te bañas tu solo ¿Sabes? —

Rodó los ojos — Vete a la mierda, amor — sonrió con inocencia.

Agarro el gran pote de shampoo, comenzando a leer las instrucciones del producto, mientras estaba debajo el chorro note como este ponía el pote enfrente de su nariz, fue tierno y a la vez gracioso, tremendo miope. No mentira, perdón.

Terminamos de bañarnos después de unos largos minutos de peleas y golpes. Para colmo tiramos el producto de Bill que usaba para sus lindos y parados pelos. No fui yo, fue Tom.

Fui a paso trote con la toalla que rodeaba mi cuerpo entero hacía mi habitación. Entre en ella y me coloque lo más cómodo, ni siquiera me puse pantalón, tenia pensado dormir. De un salto caí a la cama cansada, había sido un largo día, lluvioso y húmedo. Extrañaba a horrores mi dulce cama.

La puerta se abrió con lentitud, logrando que giré mi vista en dirección al sonido, y ahí lo vi, a Tom en bóxers, sonriendo amplio, como si nada le importase.

— Muévete — chilló a lo bajo, metiéndose entre las sábanas — Dormiré aquí — sonrió, tapando la mitad de su cara con la frazada.

Fruncí el ceño — Hey, no, ve a tu habitación — señale la puerta.

— No, no, no... Te aguantas, rubia hueca — largo una risita malvada, dándome la espalda para entrar en sueño.

Abrí mi boca indignada, sin decir más, me metí entre las sábanas junto a él. Este parecía dormirse rápido, ya se escuchaban los pequeños ronquidos que este hacía.

Mire mi reloj "22:54pm" Era temprano, aprovechare a dormir.

3:06am...

De nuevo esa tos, haciéndome despertar e ir al baño para toser esa maldita sangre. Ya me estaba hartando, me despertaba casi todas las noches, causando insomnio y que al final me termine durmiendo a las cinco de la mañana.

Limpie mi boca y trague un poco de agua. Salí del baño para ir a vasos vagos a mi habitación. No sabía que hacer, Tom dormía y yo bueno, ni sueño tenía.

Me acerque al escritorio, mirando a un punto fijo, pensando seriamente lo que me pasaba.

Estos últimos día me he sentido fatal, hasta el punto de no poder bailar más. La tos seguía, no tanto pero se que seguía ahí, algo ya preocupante para mi. Quería minimizarlo, pero temía al riesgo de mi carrera.

Tome iniciativa, sentándome en la aburrida silla de mi escritorio, abriendo la tapa de la laptop. Un pequeño dolor de cabeza sentí al ver la pantalla con ese brillo. Largue un suspiro pesado, moviendo el mause con pereza, entrando a los archivos de fotos de mi perro. Pero me sorprendió el recibir el correo de una persona desconocida. Desde la última vez, los números desconocidos ya me daban miedo.

Entre, sentía que ni corazón se pausaba unos segundos, como mis ojos veían nublado detrás el vidrio de los lentes.

"Muy buenas tardes, Jessica Johnson.

Somos la marca Gucci, estamos interesados en tu talento, investigamos y tienes buen movimiento de baile. Nos gustaría que bailes en nuestra pasarela de modelaje.

La fecha de inicio es el 24/12.

Nos encontramos en New York City.

Esperamos su respuesta, Jessica. "

Esto se fue el carajo.

Baje la tapa de la laptop al ver como Tom se movía, largando pequeñas quejas.

— Amor, ven... — hablo dormido, abrazando el oso de peluche que había puesto yo entre medio.

Reí y volví a mirar la pantalla. Esto era la oportunidad de poder ser lo que yo quería ser. Jessica Johnson, bailarina profesional.

Pero... El dejarlos a los chicos me angustiaba demasiado, esta oportunidad era para mi, y se que ellos tienen sus cosas, sus conciertos, sus entrevistas, sus ensayos. No quería ser una molestia en sus vidas de banda famosa.

Mis manos temblorosas se colocaron en el teclado de la laptop. Esto era hoy o nunca.


"Hola, muchas gracias por la invitación

Acepto la propuesta"


















































































➪ 𝖙 𝖆 𝖙 𝖚

𝗣𝗲𝗿𝗱𝗼́𝗻 𝗻𝗼𝘃𝗶𝗮𝘀 𝘀𝗶 𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗿𝘁𝗶𝘁𝗼, 𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗹𝗹𝗲𝗻𝗼, 𝗹𝗼 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗼 𝘀𝗲 𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗲𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗺𝗮́𝘀.

𝗦𝗼𝘆 𝗱𝗲 𝗰𝘂𝗺𝗽𝗹𝗶𝗿 𝗽𝗿𝗼𝗺𝗲𝘀𝗮𝘀, 𝗺𝗲 𝘁𝗼𝗰𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗮𝗰𝗲𝗿𝗹𝗮𝘀.

★ ¡𝑽𝑶𝑻𝑬𝑵 𝒀 𝑪𝑶𝑴𝑬𝑵𝑻𝑬𝑵! ★

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