- ¿Por qué haces esto? ¿Qué culpa tengo yo? Sólo quería algo de ayuda, no podía cargar con todo ese peso yo solo, soy una persona que no le ha hecho daño a nadie, yo solo quería volver a estar bien, volver a sonreír y volver a tener una vida en paz, desenvolverme en algún trabajo o estudiar algo que me motivara, no sé qué te hice a ti, no sé por qué estás haciendo esto. - Fue lo que dijo Jeremía antes que el cuchillo se clavara en su corazón. Fue un movimiento rápido, casi imperceptible, fue como si su asesino llevará años planeando y practicando esta acción.
El dio su última exhalación al caer al piso, mientras miraba el techo blanco de la habitación inmaculada, la sangre brotaba del corte limpio y certero que había recibido en el pecho y éste comenzó a manchar de un rojo carmesí el suelo de baldosas lisas de blanco brillante casi aperlado. Los únicos testigos del crimen eran los pocos muebles que la pequeña habitación albergaba. El verde de los ojos de Jeremía comenzó a apagarse y éste fue desvaneciéndose de este mundo terrenal, ya no quedaba nada más que su cuerpo inmóvil pero aún tibio.
Las pisadas cautelosas de su asesino se aproximaron a él para comprobar que ya estaba hecho y que el ya no estaba en este mundo, con sus manos enguantadas, dejó el cuchillo en un lado y tocó su garganta buscando pulso en la vena yugular. Había visto suficientes casos de asesinatos como para saber que debía usar guantes y así no dejar huellas ni rastros de lo que hizo.
Una vez comprobada la muerte del joven, tomo la mano de él para posicionar el cuchillo y que pareciera que él se había quitado la vida. Sería un poco complicado desarrollar un posible suicidio en esas condiciones pero ya vería como arreglárselas, de todas formas no sabían que estaba allí, pero si sabían que el chico andaba rondando el lugar y también sabían que él estaba muy mal emocionalmente, que se autoflagelaba y que no tenía muchas ganas de vivir después de todo lo que había sufrido, la muerte de su novia fue el detonante de todo, la muerte fue a causa de un atropello por la negligencia de un conductor ebrio, el cual también falleció en el acto, que el hombre iba a 120 kilómetros por hora, siendo que en los carteles claramente decía que el máximo de velocidad eran 60, pero como estaba tan ebrio no se fijó en eso, en la zona donde fue el accidente había un semáforo, el cual estaba a favor de la joven dando verde. No se pudo hacer mucho con el caso en tribunales, solo pagar el funeral de la joven por parte de la familia del conductor, funeral el cual fue un desgarrador acontecimiento para todos ya que era una joven tranquila y muy esforzada.
Jeremía no fue el mismo desde ese entonces, sufría pesadillas imaginando el cuerpo destrozado de su novia fallecida, una y otra vez, a veces el imaginaba que ella venía por él, diciéndole que juntos irían a un lugar mejor, dónde todo sería más lindo y brillante, donde había paz, la misma paz que el sentía cada vez que se hacía cortes en los brazos. Una vez él se hizo unos cortes muy profundos lo cual provocó que lo llevasen al hospital. Cuando despertó había una enfermera la cual le había estado hablando mientras dormía, al parecer ella no se había dado cuenta de que el joven en la camilla había despertado
-yo a tu edad también perdí a alguien muy importante - decía la enfermera
-pero me puse a pensar que querría esa persona para mi vida y esa persona hubiese querido que yo saliera adelante y cumpliese mis sueños y metas, pero, sobre todo, que viviese en paz hasta que llegase mi momento de partir a mi siguiente vida-Y llegó el momento en que Jeremia partía a su nueva vida ¿Se habría ido en paz? Nadie lo sabría nunca, lo último que sabrían de él, es que lo encontrarían con un cuchillo clavado en su pecho y solo en aquella habitación, no había cámaras allí que grabarán aquel acontecimiento, no se podría confirmar un suicidio, pero con el historial de salud mental del joven, nadie negaría que fue un suicidio, así que no abrirían el caso en una investigación con la policía, solo darían aviso a sus padres de que su hijo fue hallado muerto por sus propias manos en aquel lugar.
Este sería el último caso de muertes a causa del asesino que todos desconocían, bueno, casi todos.
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habla con Sara
Mystery / ThrillerSara tiene 28 años, trabaja como psicóloga en un hospital privado, lleva ejerciendo apenas 2 años luego de haberse graduado con honores en su universidad, ella es una persona que aparenta mucha seguridad y demuestra e inspira confianza, el problema...