habla con Sara

Capitulo 2

Parte 1

pasaron un par de días desde la muerte de Agni y Sara recordaba a la chica a cada momento; y consigo recordaba todo lo que esta le contaba en las sesiones.

su muerte fue un poco fuerte para todos, en especial para la gente que la encontró cuando estaba en el hogar, ya que la encontraron colgada en las duchas con unas finas tiras de sábanas ,que ella misma preparó para lo que sería el final de su vida y el inicio de una secuencia de muertes.

parte 2

se despertó sin saber qué día era y eso en ella era bastante raro y anormal, ya que siempre contaba los días o miraba el calendario que colgaba en el closet de su acogedora habitación, el cual iba tachando con un plumón de color rojo a medida que el tiempo iba pasando, pues tenía la necesidad de mantener un orden con sus cosas, por ejemplo, llevar la cuenta de los días que pasaban y planear lo que haría durante el día. esto último lo acostumbraba a hacer durante la noche anterior antes de dormir, ya que tampoco le gusta irse a dormir sin tener todo bajo control para lo que sería un nuevo día.

cuando pequeña su psicóloga le enseño a ser ordenada con sus acciones

-Si no puedes controlar tus emociones, por lo menos trata de control tus acciones, esto servirá para cuando seas adulta y sientas deseos de hacer cosas malas, estarás tan concentrada en mantener un orden con todo lo que haces, que no podrás ser capaz de pensar o hacer daño ni a ti ni a nadie de los que te rodean-

muy equivocada no estuvo con ello, le sirvió bastante lo que dijo aquella vez, pero lo bueno es que, con el tiempo aparte de controlar sus acciones, también aprendió a controlar sus sentimientos y emociones.

-hoy no será un día normal- miro a su gato y esta le sonrió al felino buscando consuelo en él, pero siendo consciente de que eso no era lógico o posible. se dispuso a levantarse de la cama, haciendo a un lado a Spark, se quitó las mantas de encima y contemplo un poco su habitación.

la habitación era de un azul eléctrico con un gris claro a modo de contraste, pintado paralelamente de este, la habitación contenía una escritorio con una pequeña lampara encima, no había nada más que papeles de sus pacientes y bolígrafos a medio usar, algunos abiertos ya sin tinta que había olvidado tirar anoche cuando hizo limpieza, también había uno o dos estantes repletos de libros, la mayoría de psicología y otras de ciencias, también estaban los que uso en la universidad y otras ramas de la psicología, como por ejemplo psicología cognitiva, educativa o social. había también algunas notitas pegadas en la habitación a modo de recordatorio de cosas puntuales y en el suelo había una alfombra que cubría todo.

Sara bajo de la cama y sus pies descalzos tocaron la suave y peludo alfombra de color negro, estiro los brazos y dio un largo bostezo. cuando miro la hora, maldijo en voz alta y se apresuró en hacer su rutina matutina, que básicamente consistía en ducharse, vestirse de la manera más pulcra con su ropa limpia y planchada, preparar su comida y la comida de Spark, cepillarse dos veces los dientes, sacar las llaves de un colgador para finalmente despedirse de su gato y dejar todo bien cerrado, normalmente habría revisado dos o tres veces si todo estaba en perfecto orden y bien cerrado pero iba demasiado tarde para ello así que se tuvo que conformar con revisar una sola vez. tomo su bicicleta y emprendió rumbo hacia su trabajo. 

Parte 3

Al llegar a su trabajo se encontró con Rosmeri en su despacho, iba vestida con un pantalón café, una polera negra con azul y su bata blanca abierta en el pecho, lo que indicaba que no había dormido bien al igual que ella

-hola, buenos días- Sara intentó sonreírle para darle ánimos, a ver si cambiaba su expresión, ya que se le hacia un tanto incomodo trabajar con alguien que incluso sin estar cansado, no trabajaba al cien por ciento y como llevaba trabajando dos años junto a Rosmeri, sabía que ésta cuando estaba cansada le dejaba todo el trabajo, no era con algo que no pudiese cargar, pero ese día el cansancio era algo un tanto serio con el cual tratar, así que, si podía hacer que su compañera trabajara un poco para no ponerle más peso encima, lo intentaría de manera de sutil, para que funcionara y no terminara en un triste fracaso