epilogo

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Nadie fue a verla para despedirse de ella antes de yacer bajo la tierra por la eternidad, a excepción de la habladora, pero alegre Rosmeri -¡quién lo diría! - después de tantas habladurías en su contra, tenía que ser la única que quisiera despedirse de Sara, a pesar de todo lo que ésta hizo, ya que realmente hizo mucho daño

-yo sí puedo entenderte, pequeña - le decía la mujer a solas

-se cuánto duele no sentirte feliz porque te arrebataron lo que más querías, lo que más apreciabas en esta vida, pero, así como tu conseguiste que esos niños descansaran y fueron a un lugar mejor, tú también podrás hacerlo -

La mujer se emocionó antes sus propias palabras, eran muchas emociones que se enredaban unas con otras en su interior, trató de contener las lágrimas y siguió hablándole al inerte cuerpo de Sara sepultado

-espero de todo corazón, seas feliz estés donde estés, que logres grandes cosas como lo hiciste cuando estabas viva, que no te rindas y tengas tu cabeza bien en alto, orgullosa de obtener siempre lo que te propones, con tu característica seriedad y obstinación, eras eres y serás siempre una persona maravillosa, quizás hubieron muchas cosas que no te dije, lo hacía para protegerte, pero, hubieron cosas que si te dije y fueron necesarias, hice lo que tuve a mi alcance para convertirte en una persona fuerte, quizás a veces me excedía, pero funcionó ¿no crees? -

A esas alturas la mujer ya no podía seguir conteniendo las lágrimas, sus mejillas se habían convertido en un gran sendero de un río de agua salada, pero tenía que decirle todo, al fin y al cabo, era la despedida definitiva, la última oportunidad

-donde sea que me estés viendo, sé que entenderás todo lo que yo también tuve que hacer, todos tenemos motivos para hacer las cosas, todos igual de importantes para cada uno de nosotros – su voz se cortó con un quejido de dolor, pero intentó seguir hablando

-te quiero mucho Sara y, es por eso mismo que debo decirte, que, yo maté a tus padres, no me odies, como dije, tuve mis razones para hacerlo, pero lo importante es que ahora estás descansando y no tendrás que preocuparte por nada más – se seca los ojos y finalmente dice

-mamá te ama, Sara, descansa hija mía- 

habla con SaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora