habla con Sara

capitulo 3

parte 1

Estaba en la habitación de sus padres, los llamaba a gritos desde la puerta del cuarto, pero no obtenía respuesta. Se acercó sigilosamente con miedo de lo que pudiese ocurrir en ese momento. Al ver con detenimiento entendió que sus padres yacían muertos en su cama matrimonial, cada uno tenía un profundo corte en el cuello que llegaba de extremo a extremo, pero lo peor de la imagen que estaba presenciando, era, que, sus caras estaban deformadas en un rictus de horror. Los cuerpos debían de llevar por lo menos una semana en esas condiciones, ya que en las cuencas de los ojos y en la boca, se empezaban a acumular las larvas de las moscas que volaban sobre la habitación y muchas otras estaban sobre los cuerpos, sin mencionar el olor a putrefacción de que invadía su nariz de un modo asqueroso.

Sara gritó de espanto al ver que uno de los ojos de su padre se movía y la miraba directamente a ella.

Sara despertó de golpe, con un sudor frio recorriéndole el cuerpo y haciéndole latir tan rápido el corazón que pareciera que se le fuera a salir ante tal pesadilla. Cuando sus padres recién habían muerto, ella era una adolescente, pero mucho no recordaba sobre el asunto ya que su mente creo bloqueo ante tales recuerdos, pero con el paso de los años, las pesadillas se volvieron recurrentes tratando de revivir lo que sucedió ese día, los cuales la atormentaban cada noche. No siempre era el miso sueño, pero todos tenían algo en común, sus padres muertos en su cama.

Los padres de Sara se suicidaron cuando esta estaba por cumplir sus 16 años. Ella llego de la escuela y se dio cuenta de que el auto de su padre se encontraba en el estacionamiento. entro feliz, pensando que sería un día familiar, que quizás saldrían a comer a un restorán como le gustaba a su madre, pero por más que los busco en la planta baja de la casa, no los encontró, fue entonces cuando decidió subir a su recamara a dejar sus cosas en su propia habitación, ahí se dio cuenta que la puerta que daba a la habitación de sus padres estaba semi abierta. Dispuesta a verlos, camino con sigilo, para no despertarlos. Cuando llego a la puerta, vio un reguero de sangre que empezaba desde la cama manchando esta misma haciendo un recorrido hacia abajo y llegando finalmente al suelo. Sara se acercó corriendo y se puso a gritar como demente cuando se dio cuenta que, sus padres yacían muertos con un corte de lado a lado en el cuello. No supo que hacer, solo lloro y gritó. A las horas llego la policía, pues los vecinos informaron sobre los gritos desgarradores que provenían de la casa de la pequeña. La ambulancia llego unos minutos después cuando los policías se dieron cuenta de lo sucedido y acordonaron el lugar, inmediatamente sacar a la niña de la casa y la envolvieron en una manta térmica. Se llevaron en camilla a los que ya eran cuerpos inertes de sus padres, completamente cubiertos por un forro color negro, fue la ultime vez que los vería en toda su vida.

Con los años las pesadillas de la joven se volvían peor, el solo hecho de haber sido la primera persona en encontrarlos muertos, siendo tan joven, le provoco muchos problemas emocionales, pero el trabajo era su principal motor para seguir adelante, había decidido y estaba dispuesta a ayudar a los jóvenes que se sentían solos e incomprendidos, ya que en parte, ella también se sentía como ellos y sabía que todos necesitan alguien que los escuche y que estén presentes cuando pareciera que todos le dan la espalda, en el fondo nadie quiere estar solo, solo que no encuentras a la persona correcta con quien compartir tus traumas, alguien que no te juzgue y que te de su apoyo y comprensión, de manera real y no solo por compromiso.

parte 2

Estaba sentada en su cama, llevaba diez minutos así, mirando la nada - ¿o había sido más? - la verdad no lo sabía, porque ella en ningún momento miro la hora en el reloj luego de despertar de la pesadilla. Un pequeño déjà vu cruzo por su mente, los cuales eran muy recurrentes últimamente, pero la verdad intentaba pasarlos por alto, pues no es como si fuesen demasiado agradables para estar recordándolos día y noche. Decidió levantarse y dejar de perder el tiempo en cosas tan molestas como aquellas, además Spark ya había entrado por segunda vez en la habitación maullando para pedir su comida del día. Se cubrió con una bata rosada que hacía juego con su pijama y se calzo las pantuflas grises como el pelaje de su querido gato, solo que estas eran más peludas. Fue directamente a servirle su plato de comida a su compañero felino el cual la miraba expectante –los animales entienden mucho, aunque hay gente que no lo cree- y con un sonoro maullido dio las gracias y acto seguido se acercó a comer – como dicen algunos, solo les falta hablar y serian mucho mejor que los humanos-.