Cada vez que te veo siento que mi corazón me odia, pues desea salirse de mi pecho para poder abrazarte, para poder amarte, aunque sea solo un momento. Sé que no puedes verlo y también sé que es algo que jamás podrías entender; pero amor, realmente eres la persona que tanto rogué por tener y que, sin embargo, solamente puedo ver sonreír sin tocar.
No te puedo tener entre mis brazos, no puedo sentir la suavidad de tus cabellos deslizarse entre mis dedos. Jamás podría pasar mi mano por tu mejilla para poder sentir la suavidad de tu piel o conocer aquella parte de ti que tanto anhelo ver pero que solamente puedo fantasear con escuchar.
Siento que podría morir en cualquier momento, no puedo acostumbrarme a este pesar, aunque lo intente. Ruego a cualquier fuerza superior que me esté escuchando por poder decirte lo que tanto he estado guardando. Desearía que pudieras abrir bien los ojos y darte cuenta.
Ojalá aceptaras descubrir al universo conmigo, poder apreciar la luna y escuchar las historias que las estrellas tienen por contar. Necesito que veas lo que tengo guardado para ti, desde la más bella palabra hasta la más tierna caricia.
Me haces sentir como un idiota cursi, un maldito que se convertiría en bufón solo para escuchar tu risa y así perderme en tu sonrisa.
¿Por qué eres así conmigo, universo? No logro comprender por qué no puedo estar contigo si tengo tanto para ofrecerte. Yo sé que serías feliz a mi lado.
Sin embargo, lo único que me queda es ser un simple crítico que puede apreciar una bella obra de arte aún sin poder tocarla o acercarse.
Siempre tuyo, Angelo Lombardi.
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Aunque la muerte nos separe
FantasyDante, un joven brujo, realiza una regresión para descubrir más sobre su vida pasada. Lo que descubre lo deja atónito: tuvo un romance prohibido con Jonathan en la época antigua, y ambos fueron condenados injustamente a muerte por su orientación sex...
